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Bolivia: el país que más crece económicamente en América del Sur

A pesar de la crisis del precio de las materias primas, logró ahorrar y fue cauto en no despilfarrar el dinero que le llegó después de decretar la nacionalización de los hidrocarburos en 2006.

Sí, es cierto, ha crecido gracias a los cuantiosos ingresos que le dan las exportaciones de gas natural (que le vende a Brasil y Argentina), corriendo el riesgo de anclar su desarrollo a este recurso.

Y aunque ha hecho esfuerzos por diversificar la economía (con la venta de diesel, estaño y soya), queda pendiente la pregunta de por cuánto tiempo podría sostener su modelo de desarrollo.

Le llaman «el milagro económico boliviano», que despegó en los gobiernos de Evo Morales, una gestión que -desde un punto de vista político- ha sido destacada por sus reformas inclusivas, pero duramente criticada por sus tintes autoritarios, casos de corrupción y el nacimiento de una nueva «burguesía aymara».

Pero en lo que a la economía se refiere, expertos internacionales y locales coinciden valorar los resultados de la gestión del equipo del mandatario.

El año pasado, Bolivia creció 4,3%, seguido por Paraguay (4,1%) y Perú (4%). La lista sigue con Colombia (2%), Chile (1,6%) y Uruguay (1,5%).

En 2006, cuando Evo Morales decretó la nacionalización de los hidrocarburos, se inició una nueva etapa en la economía boliviana.

Esta nueva fase incluyó en algunos casos el paso de empresas privadas a manos del Estado y, en otros, la renegociación de contratos con empresas extranjeras que continuaron operando en el país.

Una docena de multinacionales suscribieron nuevos contratos con la empresa estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y -entre otras cosas- se acordó el pago de un tributo sobre el valor de la producción de entre el 50 y el 85%.

«Al cambiar la política impositiva, aumentaron considerablemente los ingresos del Estado», dice Luis Pablo Cuba, docente invitado de la Universidad Mayor de San Simón.

«Pienso que la nacionalización y el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) fueron algunos de los principales elementos que explican el alto crecimiento económico».

El alza de ingresos fiscales fue acompañada de fuertes inversiones públicas y un modelo de desarrollo productivo basado en la demanda interna.

«En los últimos 14 años, el crecimiento económico ha sido impulsado principalmente por el boom de las materias primas, los ingresos por aumento de impuestos, significativas inversiones públicas y alto gasto social», le dice a BBC Mundo un portavoz del Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Durante el boom de las materias primas la pobreza en Bolivia bajó un tercio y las autoridades sabiamente ahorraron una parte de los recursos construyendo un cuantioso colchón financiero», agrega.

Un colchón que pasó de US$700 millones a US$20.000 millones, configurando un ahorro que le permitió amortiguar la caída de precios de las materias primas a partir de 2014.

Y a pesar de que la curva es decreciente, sigue destacando sobre el resto de sus vecinos: Bolivia creció un 5,5% en 2014; un 4,9% en 2015 y un 4,3% en 2016.

Ese liderazgo en el Cono Sur se mantendría este año y el próximo, según las proyecciones del FMI para Bolivia, con un 4,2% y un 4%, respectivamente.

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