La ministra de Hacienda y Finanzas, Paula Allasino, presentó ayer mediodía en la Legislatura provincial el proyecto de Ley del Presupuesto 2019, siendo el no endeudamiento lo más destacado. A su vez, se continúa con el plan de inversiones.
Inversión sin deuda
El Presupuesto 2019 presenta el segundo plan de inversiones más ambicioso de los últimos siete años, con un total de $12.512,09 millones, que representa un incremento de 52% respecto del anterior. Con esto, la Provincia consolida la tendencia creciente en los niveles de inversión, superando al promedio histórico por más de 2 puntos porcentuales.
“Lo destacable de este plan de inversión pública es que se hará sin nuevo endeudamiento, es decir, con ahorros corrientes del ejercicio 2019, remanentes y autorizaciones legislativas previas”, detalló Allasino.
Durante 2016, se trabajó fuertemente en el reordenamiento de las cuentas públicas. Conseguido este objetivo, se comenzó, en 2017, con un esquema de reducción de presión tributaria. En 2018, se avanzó con un plan de inversión pública orientado a brindar a la sociedad más y mejores oportunidades de desarrollo. Es por ello que más de la mitad de la inversión será destinada a vivienda, seguridad, salud y educación, y el resto, principalmente, a obras de infraestructura vial, energía, agricultura y transporte.
Segundo año con superávit corriente
En 2018 se alcanzó un superávit corriente de 1,3% de los ingresos totales. Este hecho representó un hito, ya que, salvo por una efímera excepción en 2014, hacía siete años que la Provincia no lo conseguía. Para 2019, el Presupuesto dejará un superávit corriente de $6.773,9 millones equivalente al 5,7% de los ingresos totales. De esta manera, Mendoza se posiciona entre las provincias más solventes y mejor calificadas del país.
Presión fiscal en baja
Por el mayor peso del gasto público en la economía provincial y dada la necesidad de financiarlo, la presión tributaria local fue aumentando progresivamente desde 2012: pasó del 5,5% al 7,2% del PBG en 2015/2016. Esto fue impulsado por aumentos significativos, realizados hace cinco años, de las alícuotas del Impuesto a los Ingresos Brutos, fuente principal de ingresos corrientes de origen provincial. La presión tributaria promedio en el período 2002-2011 fue de 3,5% y en el período 2012-2015 se incrementó a 6,6%. Una vez saneadas las arcas provinciales, fruto de la reducción de alícuotas, la presión ha comenzado a descender y se prevé que siga esta senda.
Pautas macrofiscales
Para la elaboración del este proyecto, se tomaron en cuenta la situación macrofiscal nacional y provincial y las proyecciones de las principales variables macroeconómicas nacionales previstas en el proyecto de Ley del Presupuesto Nacional 2019, que estiman un índice de inflación de 23%, un tipo de cambio promedio de $40,1 y un contracción de la economía en el orden del 0,5%.
Fuente: prensa Hacienda
