ECONOMÍA

Con el peso a favor, el Gobierno lanza bono a 10 años con tasa fija

Por primera vez en muchos años, la Argentina logró tomar crédito en pesos, a tasa fija, a un plazo de 10 años. El monto de la operación se desconoce. Pero la suma de los dos bonos a colocar, a 7 y 10 años de plazo, tranquilamente podrá superar los 100.000 millones de pesos que originalmente se buscan. La incertidumbre sobre el costo de la operación no es tanta. Se estima que la tasa de corte rondará el 16% anual. Impensado un año atrás.

Hasta que se abrió el cepo cambiario, a fines del año pasado, se temía una corrida contra el peso. Fe de erratas. Ahora se debe hablar de una “corrida contra el dólar”. Es lo que surge de los datos del Banco Central. Ayer miércoles el organismo monetario informó una suba de las reservas de “US$ 3.087 millones respecto al día anterior”.

El grueso de esos dólares fueron comprados a inversores extranjeros (o argentinos con fondos fuera del país) especialistas en el deporte de moda: “carry trade”. Se trata de desprenderse de una moneda que rinde un muy bajo interés (en este caso el dólar), y pasarse a otra con que rinde mucho más (el peso argentino).

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Esta apuesta al peso se da a partir de un dato objetivo: los rendimientos reales que se pueden obtener por activos en pesos (sobre todo Lebacs del Banco Central y desde hace unas semanas los bonos del tesoro emitidos en pesos a tasa fija) ofrecen ganancias -por encima de la inflación esperada- más que atractivas.

Esto explica el furor por los bonos del Tesoro. Dos semanas atrás se colocaron sin problemas papeles por 50.000 millones de pesos por un bono a tasa fija, a cinco años de plazo. Los inversores se conformaron con una tasa del 18,20%. Antes, se había colocado un bono a tasa fija pero a un plazo más corto: $ 15.211 millones a dos años al 22,75% anual.

Hoy, el ministerio de Hacienda y Finanzas va por más, mucho más: lanza bonos a 7 y 10 años de plazo por los que espera pagar tasas que no superen el 16%.

“Hay demanda fuerte de fondos de afuera que buscan aprovechar las tasas altas en un contexto de tranquilidad cambiaria y que esperan una apreciación rápida por la baja de las tasas” señala Federico Furiase, de la consultora Bein & Asociados. “En los bonos largos a tasa fija en pesos los fondos apuntan a una apreciación de capital por baja en el rendimiento del título en un contexto de dólar tranquilo. De hecho el bono a cinco años salió a la par con un cupón de 18,2% y ya rinde en la zona de 17,17%”.

Expectativas de inflación en baja y tipo de cambio quieto son el escenario ideal para los jugadores de “carry trade”. No solo los dólares de afuera están moviendo el mercado de deuda en pesos. La suba de las tasas de los bonos del Tesoro de Estados Unidos a 10 años le está pegando a los bonos largos en dólares de la deuda argentina, cuyos rendimientos subieron casi un punto desde que arrancó octubre.

De ahí que también haya una salida (no es una estampida, por cierto) de estos papeles que busca posicionarse en pesos.

Este escenario es el que hoy por la tarde le permitirá al ministro Alfonso Prat-Gay anunciar que la Argentina está logrando algo inédito: financiarse a 10 años, en pesos y a tasa fija.

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