Alfredo Cornejo dio numerosos discursos durante la Vendimia y todos apuntaron a resaltar que, en poco más de tres años de administración de su gobierno, Mendoza ha sentado bases para una economía mucho más sana de la que encontró.
Un resumen es el siguiente:
“Hemos hecho una gran transformación fiscal. El gasto de salarios ha pasado de 57% a 44%. Y hemos bajado impuestos, como el de Ingresos Brutos”.
“Tenemos más de 8.000 empleados públicos menos, y desafío a alguien que me diga qué otra provincia ha logrado eso. Sólo tres provincias hemos bajado el gasto público a partir del pacto fiscal”. “Eso nos ha permitido brindar mejores servicios e invertir. Cuando asumimos, la inversión del Estado era del 3%. Hoy es del 10,6%”.
“Hemos hecho cosas en contra del imaginario popular y de los titulares de los diarios. Implementamos el Ítem Aula y demostramos que los maestros que más cumplen están contentos con los estímulos económicos”
“Hicimos una ley para Uber y Cabify, que generó protestas de taxistas hasta enfrente de mi propia casa. Hoy tenemos 70 licencias de Cabify y 171 de Uber, legalmente reguladas”.
“Promovimos la estimulación hidráulica para explotar el potencial de la lengua norte de Vaca Muerta, en Malargüe. Y por primera vez en 18 años aumentó la producción de petróleo”.
“(El sector vitivinícola) se encuentra atravesado por discursos autoreferenciales que repelen una visión sistémica y nos impiden llegar a soluciones de conjunto (…) echarle la culpa al otro sirve para esconder las propias falencias y acusar al resto de los actores de los problemas que tenemos”.
Punto a Punto