Mendoza

El ajuste del gasto generó superávit de $ 10.347 millones

 

En términos fiscales, el ajuste del gasto que viene llevando adelante el Gobierno dio resultado: en el primer trimestre, la Argentina tuvo un superávit primario de $ 10.347 millones, equivalente al 0,1% del PBI. Es la primera vez en siete años que se llega a un resultado positivo en el arranque del año.

En el mismo período de 2018 se había registrado un déficit primario de $ 31.001 millones. Este número refleja el resultado primario, sin contar el pago de la deuda. Los resultados de este trimestre fueron anunciados en una conferencia de prensa por Nicolás Dujovne en el Palacio de Hacienda.

El saldo a favor es fruto del ajuste: tal como viene ocurriendo desde hace 20 meses los ingresos crecieron más que los gastos (33% contra 30%). En términos reales, descontando el efecto de la inflación, el gasto primario cayó 16% en marzo (encadenando 16 meses consecutivos de baja) y 14% en el primer trimestre.

El ministro admitió que la recesión metió la cola en las cuentas públicas. «Los recursos están creciendo por debajo de la inflación debido a la dinámica de la recaudación tributaria y al crecimiento en las transferencias automáticas a provincias, que en el primer trimestre se expandieron 42,8% interanual (3 puntos porcentuales por encima de los recursos nacionales)».

La meta contenida en el acuerdo con el FMI para el primer trimestre del año ascendía a $ 6.000 millones. El Gobierno logró «sobrecumplir» y llevarla a $ 10.347 millones. «La meta de resultado primario se sobrecumplió sin acumular deuda flotante y superando los pisos de gasto social establecidos en el acuerdo con el FMI. Cuando cierre 2019, habremos bajado el gasto 5 puntos del PBI en cuatro años, algo sin precedentes «, dijo Dujovne.

Pero este resultado favorable se irá extinguiendo a lo largo del año. Por cuestiones estacionales, el último trimestre del año la administración pública enfrenta fuertes gastos. Y hasta ahora no hay señales que permitan pensar que habrá una recuperación de los ingresos del fisco.

Por otro lado, el déficit financiero, que toma en cuenta el pago de los intereses de la deuda, aumentó 32% en marzo contra marzo de 2018. Sin embargo, en Hacienda destacaron que esto implicó una reducción de 15 puntos términos reales.

La meta pactada con el FMI es llegar al déficit cero este año, aunque los analistas creen que esto no será posible. El impacto de la recesión sobre la recaudación tributaria hizo que los ingresos fuesen menores a los previstos. Además, para «aliviar» la situación social, el Gobierno aumentó las partidas destinadas a los planes de contención. De este modo, lo más probable es que el año termine con un rojo primario del 0,5%.

Este incumplimiento no pondrá en riesgo el programa de asistencia financiera. El acuerdo con el Fondo incluye una salvaguarda para llevar el déficit a ese nivel como consecuencia del aumento del gasto en partidas sociales y en obras de infraestructura para paliar los efectos de la crisis.

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