La industria de las motocicletas es una de las que más depende de las importaciones para poder crecer. Por esa razón, es uno de los rubros que más sufrió el accionar del renunciante y polémico ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.
Por estos motivos, José “Pepe” Franco, titular de Importadora Mediterránea Sociedad Anónima (IMSA) –fabricante de las motos Kymco– y hombre fuerte de Fundación Mediterránea, es uno de los empresarios cordobeses que más se ha reunido con Moreno y, en ese contexto, habló con Punto a Punto Radio y analizó lo que deja y lo que viene en el mundo de los negocios tras la salida de Moreno del Gobierno.
– ¿Qué impacto ha tenido la noticia en el mundo empresario cordobés?
– Evidentemente es una importante noticia. Algunos se sentirán afectados y otros, cómodos. Para nuestro caso en particular, veníamos sufriendo las consecuencias gravemente de un reparto que seguramente él habrá querido hacerlo de la mejor manera, pero no siempre tuvo el éxito que cada uno de los empresarios esperaba. Hay empresas de gran tamaño que tuvieron la posibilidad de una o de otra forma de tener ventajas respecto de las pequeñas y medianas empresas en la asignación de productos y eso ha afectado seriamente al desempeño de cada empresa y ha causado enormes daños.
– ¿Cómo creen que puede seguir el rumbo económico a partir de ahora?
– Si quisieran continuar con una política de trato personalizado, no lo van a poder sustituir nunca a Moreno. Pero si hacen lo que deberían hacer, reglas claras y para todos iguales, sí se puede. A la reglas las tiene que interpretar el empresario y no el funcionario. El empresario es el que toma el riesgo con sus decisiones y las hace en base a las reglas que están establecidas legalmente y él tiene que interpretarlas y tomar riesgos. No digo que Moreno haya actuado con mala fe, pero evidentemente actuando como ha actuado le hizo mucho daño a la economía.
– ¿Cuánto tiempo le va a llevar a la comunidad empresaria recuperarse de lo que fue la gestión de Moreno?
– Con esta decisión hay que estar contento. Detrás de este nombramiento, este cambio de gabinete, se pueden establecer reglas más automáticas y se puede generar confianza interna e internacionalmente. Hasta podría mejorar el ingreso de divisas. Hay que tener en cuenta también que si vamos a tener un jefe de Gabinete como Capitanich no se le va a pasar por alto nada, porque es un hombre muy experimentado y va a tener incidencia en las decisiones que pudieron afectar a la imagen del Gobierno.
