La nueva empresa mendocina Interbrain, que se encuentra incubada dentro del programa de la Ciudad de Mendoza, desarrolla desde hace varios años simuladores para el mercado internacional con dos grandes ventajas: facilitan la capacitación a escala por ser tecnología “online” y reducen los costos y riesgos de entrenamiento.
“Nos dedicamos al desarrollo de capacitación interactiva construyendo simuladores de entrenamiento a medida del cliente, mediante el uso de realidad virtual”, indica Rodolfo Giro, uno de los fundadores de Interbrain y especialista en el desarrollo de software interactivo.
La primera iniciativa en Argentina se llevó a cabo para la empresa cordobesa Prodeman, líder en el mercado manicero (se comercializa bajo la marca Maní King), y es importante destacar que todo el proceso de creación del proyecto se llevó a cabo con recursos mendocinos. “Intervinieron el artista digital Doménico Cirasino, que hizo un trabajo espectacular aportando un realismo que nunca habíamos logrado en este tipo de simuladores; le laboratorio de desarrollo de Training Industries”, destacó Giro.
Justamente, el proceso de la cosecha de maní es muy complejo porque este producto fermenta y esta fermentación es altamente inflamable, por lo que bajo ciertas condiciones puede incendiarse. Para que esto no suceda, cuando llega el tiempo de la cosecha, se arranca la planta de maní y se da vuelta de manera que se seque al sol sin fermentar. Unos días después, la cosechadora levanta el maní y lo separa de la planta.
“La etapa más difícil y riesgosa es la que se lleva a cabo para arrancar la planta, por lo que el simulador sirve para enseñar al trabajador rural cómo efectuarlo correctamente”, agregó Giro.
Todo el proceso productivo parte desde este punto y un error en esta parte de la actividad se arrastra hacia el final, produciendo una pérdida de gran parte de la cosecha o generando condiciones que puedan incendiar el producto.
“Por otro lado, cumple con un rol social muy importante, ya que el entrenamiento se realiza con personas que no tienen otras posibilidades laborales”, señaló Giro.
El entrenamiento se realiza con un casco de realidad virtual que permite al operador girar la cabeza y mirar hacia atrás para observar lo que está pasando en la planta. Hacia adelante tiene el volante y otros elementos como pedales, botones y palancas, permitiendo que quien se está capacitando maneje el tractor como si estuviera realmente allí.