(AFP).- La reorganización y el manejo del poder en el fútbol argentino tendrá en las próximas semanas uno de sus capítulos más importantes. La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) designará una comisión normalizadora con pautas muy precisas sobre sus características, funcionamiento e integrantes.

Esta decisión fue una de las principales conclusiones adoptadas por el organismo rector del fútbol mundial luego de la visita de Primo Corvaro, un veedor de origen suizo-colombiano que en las últimas semanas se reunió con los presidentes de los clubes más grandes de la Argentina.

La comisión tendrá siete miembros y ejercerá sus funciones por al menos un año. Tres dirigentes representarán a las instituciones que impulsan la creación de la nueva Superliga. Otros tres surgirán de la estructura tradicional de la AFA (hoy en manos del moyanismo y el fútbol de ascenso). Y habrá un presidente que responderá directamente a Infantino. Según supo Infobae, el nombre elegido es el de un argentino de extrema confianza del titular de la FIFA que no es Diego Maradona. Tendrá un perfil totalmente opuesto. Las fuentes consultadas fueron terminantes: el ex capitán de la Selección campeona del mundo en 1986 no tendrá ninguna función en esta nueva etapa.

Las autoridades serán muy estrictas para elegir a los representantes de los clubes. «No vamos a aceptar a cualquiera», adelantaron. Establecieron, por ejemplo, que los seleccionados no podrán ser políticos ni haber formado parte del Poder Judicial. Además tampoco podrán presentarse como candidatos a la Presidencia de la AFA en las próximas elecciones. Uno de ellos será una mujer.

Tal será el grado de rigurosidad para elegir los integrantes de la comisión normalizadora, que sus antecedentes serán auditados y aprobados por el Comité de Seguridad e Integridad de la FIFA. Los siete integrantes que manejarán el fútbol argentino deberán ostentar un curriculum impoluto. Cualquier mancha, duda o malentendido sobre su pasado los marginará de la compulsa.

Uno de los primeros desafíos de este gabinete normalizador será redactar un nuevo estatuto, que tomará como modelo los reglamentos aprobados recientemente por la FIFA tras el escándalo que terminó con varios dirigentes detenidos e investigados por haber aceptado sobornos.

La implementación en todo el mundo de esas reformas fue uno de los principales temas que se debatieron en el Congreso que se realizó hace un mes en la Ciudad de México. Justamente allí se estableció que los candidatos a ocupar cargos deberán afrontar un examen de idoneidad especial que será realizado por la Comisión de Ética. Ese mismo procedimiento es el que se aplicará ahora en la Argentina.

Durante la transición comenzarán a aplicarse cambios estructurales. Por ejemplo, el Tribunal de Disciplina volverá a ser un órgano independiente y jerarquizado luego de décadas de funcionar bajo el arbitrio discrecional de Julio Grondona. Esta modificación permitirá, por ejemplo, sanciones ejemplificadoras sobre árbitros y futbolistas que muchas veces eran protegidos por orden de «Don Julio».

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