En línea con el fuerte crecimiento que vino exhibiendo el mercado de vinos rosados en la Argentina, la bodega Chateau La Coste acaba de lanzar en el país su línea de vinos rosados de alta gama importados de Francia y cuyos precios van de los $1.300 a los $1.800.
Chateau La Coste es una bodega con producción orgánica de Provence que recientemente puso un pie en la Argentina. En Mendoza tiene más de 100 hectáreas de viñedos y acaba de inaugurar bodega propia, denominada La Coste de los Andes, con asesoramiento del flying winemaker Michel Rolland.
Lucas Giménez, enólogo y director de la bodega –que viaja todos los años a Francia para participar de la vendimia-, destacó durante la presentación que «el concepto que tenemos es no hacer vinos rosados frescos y ligeros. Buscamos volumen, vinos de maridaje, que vayan muy bien con una amplia variedad de comidas.
Según explicó, si bien es un producto de nicho, ven que hay mercado para estas etiquetas y, en la medida en que la demanda acompañe, el plan es importar unas 10.000 botellas al año.
Los vinos
Rosé D´une Nuit 2017 – Precio sugerido: $1.300
Este ejemplar conjuga Garnacha y Syrah de suelos calcáreos, con una crianza sobre lías en tanques durante seis meses, para ganar más peso en boca. El resultado es un rosado dominado por la austeridad y la sutileza, con una nota de frutas rojas crujientes en primerísimo plano. En boca no es etéreo: tiene volumen y carácter, con una acidez que lo atraviesa y lo prolonga.
Chateau La Coste Rosé 2017 – Precio sugerido: $1.500
Este ejemplar está conformado por la «tríada» de Provence: Garnacha, Syrah y un toque de Cinsault. Replica el trabajo de lías para ganar volumen. Su nariz es fresca, pero no chispeante. Hay abundancia de frutas rojas, algo de fruta blanca y toques florales. Su textura es deliciosa, dejando una sensación apenas rugosa. En eso, es un vino «táctil». Su acidez es constante pero equilibrada. Su paso es seco pero tiene un muy buen volumen.
Grand Vin Rosé 2017 – Precio sugerido: $1.700
Conjuga mayor porcentaje de Garnacha y suma Syrah y Vermentino. Lo interesante es que es la antítesis de los rosados etéreos y fáciles de beber. En nariz su paleta ofrece trazos de frutas rojas y flores, mostrándose un poco más solemne y elegante. Pero donde eleva su hándicap sin dudas es en el paladar: tiene peso, volumen y si bien es seco, tiene sustancia. Acusa 14,5º de alcohol, que nunca molestarán en el paladar, pero sí es otro rasgo que refuerza su carácter. En boca tiene tanta personalidad que, a ciegas, no muchos podrán develar que se trata de un rosado.
Fuente: Vinos y Bodegas (iProfesional)
