Mendoza

Starbucks entrena a su personal contra el racismo en sus locales

 

Con el intento de lidiar con un escándalo por el arresto de dos hombres negros en una de sus cafeterías en Filadelfia, la cadena Starbucks anunció el martes que planea cerrar más de 8000 de sus locales en Estados Unidos por una tarde el próximo mes para llevar a cabo un entrenamiento contra los prejuicios raciales para casi 175.000 trabajadores.

La detención de los dos hombres afroamericanos despertó la indignación en el país debido a que no hubo ninguna razón de peso para hacerlo. Los dos hombres dijeron estar esperando a alguien más, mientras no consumieron nada en la tienda y se les fue negado el uso del baño.

La escena de los jóvenes esposados y llevados por al menos seis agentes fue filmada por varios clientes y viralizada rápidamente en las redes sociales, lo que generó una ola de repudio y protestas en varias ciudades del país contra la firma.

Luego de disculparse por los «censurables» arrestos de los hombres y responsabilizarse por el incidente, Johnson dijo: «Pasé los últimos días en Filadelfia con mi equipo de liderazgo escuchando a la comunidad, aprendiendo lo que hicimos mal y los pasos que debemos dar para solucionarlo».

Johnson publicó este domingo una carta de disculpas, en la que definió el episodio como «reprobable», y viajó además desde Seattle a Filadelfia para reunirse ayer con los dos jóvenes y pedirles disculpas personalmente.

Por otra parte, informó que el empleado que llamó a la policía «ya no trabaja en el local».
«Los valores de la compañía están basados en la humanidad y la inclusión. Vamos a aprender de nuestros errores y a reafirmar nuestro compromiso para crear un ambiente seguro y acogedor para cada cliente», declaró el director ejecutivo de Starbucks, Howard Schultz, quien también viajó a Filadelfia para enfrentar el escándalo.

La formación contra el racismo involucrará a unos 175.000 empleados en todo Estados Unidos y está diseñada «para enfrentar prejuicios, promover la inclusión, prevenir la discriminación y asegurarse de que todos dentro de un café Starbucks se sientan seguros y bienvenidos».

 

Fuente: La Nación

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