Abrir la casa al progreso / Newsletter de Mauricio Llaver

4 de mayo 2025

-“Abrir la casa al progreso”. Me gustó esa frase.

-Parece que Cornejo se puso poético en el discurso en la Legislatura.

-No se quede con la poesía. Lo importante es que lo dijo con respecto a la minería: “Será el motor de ese progreso”.

-El Alfredo está a full con ese tema.

-Es que es el tema de Mendoza para las próximas décadas. Y lo viene manejando como corresponde, porque lo asocia con el cuidado del agua y el respeto del ambiente. Y lo vincula con lo mejor que tenemos.

-¿Qué es “lo mejor que tenemos”?

-El vino. Que no sólo es rico, sino que es competitivo a nivel mundial. Eso es lo más importante de nuestro vino: gracias a él, los mendocinos podemos decir que somos capaces de triunfar en las grandes ligas internacionales.

-¿Pero no habló también de otros temas?

-Sí, de un montón. Era un discurso largo: baja de tarifas de energía, temas de salud, seguridad… son todos importantes, obvio. Pero el impulso de la minería, con el potencial que tenemos, y cumpliendo con todas las leyes y garantizando todos los cuidados, es absolutamente vital para Mendoza.

-¿Cree que es para tanto?

-Es la garantía de que mis nietos vivan acá.

UN PAÍS TAN LOCO QUE HASTA BAJÓ LA NAFTA

-¿Y cómo anduvo el resto de la semana?

-Podrido con los feriados, qué quiere que le diga.

-Bueno, pero era el Día del Trabajador.

-Sí, pero si no es por el Día del Trabajador es por algún día puente, o por el carnaval o por la soberanía de algo…

-Y ahora quieren uno más, por el día de la muerte del Papa.

-Que Dios nos libre y guarde, ya que estamos en el tema. Porque dentro de poco, a este paso, van a tener que hacer calendarios para los días laborables: “Esta semana se trabaja tal y tal día…”.

-Pero este feriado trajo una buena noticia: bajó la nafta.

-Eso es bastante loco, ¿no? En otros países es normal, pero en la Argentina parece increíble.

-Es cierto, pero le digo que es muy razonable, simplemente porque los precios de los combustibles se basan en el precio del barril de petróleo. Y si éste baja, es lógico que el otro también baje.

-Yo creo que hay una cosa más loca todavía.

-¿Cuál?

-Que eso se produzca en el actual contexto.

-¿Qué quiere decir con “el actual contexto?”

-Que hace sólo tres semanas estábamos en plena incertidumbre por la salida del cepo, y mire lo tranquilo que fue todo.

-¿Sólo han pasado tres semanas?

-Tal cual. ¿Y se acuerda de algunas predicciones?: el dólar se iba a ir “a la parte superior de la banda” y eso iba a despertar un fogonazo inflacionario que iba a comprometer todo el plan, y eso iba a…

-Es cierto. Tanto mito con el cepo, y resulta que ya salimos y casi nadie se dio cuenta.

MONETIZAR DESDE EL COLCHÓN

-Y ahora Caputo dice que va a hacer un anuncio grosso sobre el uso de dólares.

-Será en un par de semanas y nadie sabe bien de qué se trata, pero por supuesto que no faltan las especulaciones.

-Cuénteme alguna.

-Uno de los chimentos dice que se podrán pagar impuestos con dólares.

-¿Y usted sabe si va a ser así?

-No. Obviamente. Pero no me extrañaría.

-¿Y por qué no dejan que los sigamos pagando solo en pesos?

-Porque los pesos están amarraditos y el gobierno los quiere seguir sacando de circulación para frenar la inflación. Por eso, quiere estimular el uso de dólares en los colchones.

-¿Y cómo sería eso?

-Si uno puede usar los dólares ahorrados para pagar los impuestos, es una manera de meter plata en la economía sin que el gobierno tenga que emitir.

-Pero el dólar se va a hacer más fuerte que el peso.

-Eso no es problema para este gobierno, que decía que iba a eliminar el Banco Central. Y no se olvide de que Melconian prometía una economía bimonetaria, así que por ese lado a nadie se le mueve un pelo. Los únicos que amaban al peso eran Alberto, Cristina y Massa, que lo amaban tanto que emitían a lo pavote y dejaron 200% de inflación.

-¿Y cuántos dólares hay en los colchones?

-No puedo saberlo, amigo. Pero se habla de cifras extraordinarias.

-Tíreme algunas.

-Unos dicen que serían unos 200.000 millones de dólares. Imagínese qué país seríamos si todo eso estuviera motorizando la economía.

-¿Cree que puede ser tanto dinero?

-Otros dicen que puede ser más, y hasta hablan de un PBI completo escondido en los colchones, en el exterior, en las cajas de seguridad…

-¿Y de cuánto es nuestro PBI?

-Un poco arriba de los 600.000 millones de dólares.

-¿Toda es plata estaría encanutada?

-Nadie la ha contado, pero que no nos parezca inverosímil habla de cómo la falta de confianza ha pulverizado a la economía del país.

-¿Y ahora?

-Ya se lo he dicho: crucemos los dedos.

Y UN VINO, POR SUPUESTO

En la historia de los vinos argentinos hay muchos ejemplares que quizás no tuvieron la repercusión que merecían. Uno de ellos es el Baron B Unique Brut Nature Vintage 2002, que tuve la suerte de volver a degustar hace unos días, más de veinte años después de su lanzamiento. Lo primero que me impresionó es recordar cuando apareció aquel espumante, en aquellos años iniciáticos de la gran vitivinicultura actual, y lo segundo es evocar la mano maestra que lo creó, la de Onofre Arcos, que ya no está entre nosotros. El Baron B Unique no se entendió en aquel tiempo y se discontinuó algunos años después. Pero probándolo hoy, uno se da cuenta de que era un gran espumante, que ha sorteado el paso del tiempo con un hermoso color de hojas de otoño, un toque de oxidación clásico en los espumantes que han evolucionado bien, y una paleta de sabores a pan dulce, tostadas, nueces, manteca, que generan la impresión de que uno está envuelto en los aromas de una panadería de las buenas. Cuando se comparte un ejemplar como ese con amigos como Ángel Vespa o Hervé Birnie-Scott, generosos, experimentados, una historia viviente del espumante en la Argentina, todo se potencia, y una botella como ésta se transforma en una memoria única e irrepetible. Salud por Onofre, por este Unique 2002, y por todos los grandes vinos burbujeantes que siguieron llegando desde entonces..