-¿Por qué se trasladaron a La Barraca?
-Porque queríamos sumar clientas a las que ya teníamos en Palmares. La Barraca ha crecido muchísimo desde su inauguración, y ahora que todos los locales están ocupados, se ha convertido en un punto importante para expandirnos. Además acá pudimos elegir un local más amplio para ofrecer más confort a nuestras clientas.
-¿Cómo viene el año en el rubro indumentaria?
-Es un año tranquilo. Las opciones de negocios siempre están, y siempre estamos en la búsqueda de nuevas oportunidades, pero Mendoza es una plaza complicada y hay que saber llevarla. El mendocino es muy exigente: le gusta tener un espacio cómodo para hacer compras, que le quede cerca de su casa y que tenga estacionamiento, así que prestamos especial atención a que el nuevo local tenga todo eso.
-¿Tienen algún proyecto nuevo en mente?
-Por el momento nos estamos centrando en el local, que además de Paula Cahen D’Anvers también ofrece ropa de Kill y Asia, una marca propia que estoy desarrollando. El formato multimarca nos ha permitido una mayor fidelización de clientas, además de dar a conocer a diseñadores independientes y marcas que tal vez son menos conocidas, pero que ofrecen prendas de alta calidad.