Mendoza

Bueno, ¿y el plan? / Newsletter de Mauricio Llaver

El tuitazo de la semana / Los días pasan y el plan no aparece / ¿Será que Massa sólo podía ofrecer una alta estima de sí mismo? / Inflación: la guerra que vamos perdiendo como en la guerra / No, la culpa no es de Rusia-Ucrania / La industria protegida que desprotege a los más pobres / El extraño caso de Lilita Carrió / Y un vino, por supuesto.
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14 de agosto 2022

TUITAZO DE LA SEMANA. Fernando Iglesias, diputado de JxC y gran polemista, el jueves pasado, 11 de agosto: “Hoy se cumplen 3 años de las PASO 2019. Dos días antes, el PBI crecía al 2,1% mensual (industria +3,6% construcción +2,8% energía +4,7%) La inflación era del 2,2 % mensual, el riesgo país era 871 pb, las reservas eran de us$64.278 millones y el dólar valía 46 pesos. Viva Perón!”

LOS DÍAS PASAN. La secuencia es así: con Guzmán como ministro, veníamos en un descenso constante y sin grandes ilusiones; desde que Guzmán dio el portazo, entramos en caída libre; con la llegada de Massa, se abrió una expectativa de torcer el rumbo, y eso bastó para que bajara la espuma del dólar blue. Pero no mucho más. Hay que decir que, con bastante inquietud, pasan los días y el famoso plan de Massa no aparece. ¿Cuál es el programa integral? ¿Quién coordinará a su equipo? ¿Cómo y cuándo se aplicarán los ajustes a las tarifas energéticas? ¿Tendrá el permiso de Cristina para hacerlo, si es que piensa hacerlo? La pregunta surge sola: ¿Y, Sergio? ¿Para cuándo el plan?

EL TIEMPO APREMIA. El problema para Massa es que lo único que puede hacer es sostener las expectativas, y ya se va quedando sin tiempo (y sin dólares en el Banco Central). Por cada día que pierde, tendrá que generar un pase de magia mayor cuando explicite su plan. Hasta ahora, no se nota a nadie demasiado convencido de lo que ha hecho (enunciar generalidades y aumentar las tasas). Ningún gran economista, ningún gurú de los mercados, ninguna asociación empresaria, ningún gran inversor lo ha apoyado más allá de toda duda razonable. Ni siquiera la tropa propia, que huele un “ajuste neoliberal” que les pegará en el centro de su discurso. A más de dos semanas de su nombramiento, todavía no hay nada demasiado claro. Las expectativas se empiezan a desinflar, la inflación sigue corriendo, la fábrica de margarina Dánica suspende la producción por falta de insumos, y la percepción en la calle empeora día tras día. Surge el interrogante de si lo único que tenía Massa para ofrecer era una alta estima de sí mismo. Veremos. No hay mucho tiempo para sostener la ilusión de algún cambio razonable.

LA GUERRA QUE VAMOS PERDIENDO COMO EN LA GUERRA. Índice de Precios al Consumidor de los últimos 12 meses, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). El acumulado de los primeros siete meses del año es de 46,2%. El avance en los últimos 12 meses fue de 71%. Julio de 2022 tuvo la inflación más elevada para ese mes desde abril de 2002.

Agosto: 2,5%

Septiembre: 3,5%

Octubre: 3,5%

Noviembre: 2,5%

Diciembre: 3,8%

Enero: 3,9%

Febrero: 4,7%

Marzo: 6,7%

Abril: 6%

Mayo: 5,1%

Junio: 5,3%

Julio: 7,4%

ESTO ES SIMPLE, QUERIDA. Como buen animal de costumbre, el gobierno kirchnerista le echa la culpa de la inflación a alguien de afuera. En este caso, “la guerra” en Ucrania, de la cual, dicho sea de paso, todavía no sabemos si condenamos como corresponde a la Rusia agresora. Pero la guerra debería afectar a todos por igual, y el siguiente cuadro demuestra que no, que no es así, y que el problemita es todo nuestro. Dan ganas de citar a González Tuñón en La calle del agujero en la media: “Esto es simple, querida, como el globo de luz del hotel en que vives”.

LOS TRES DÍGITOS DE LA INDUSTRIA PROTEGIDA QUE DESPROTEGE A LOS MÁS POBRES.  Infobae: “El informe de inflación de julio difundido por el Indec mostró por primera vez en los últimos 30 años un dato con un aumento anual superior a los tres dígitos. En las divisiones que publica el organismo estadístico por regiones y por división, el rubro ‘Prendas de vestir y calzado’ registró un aumento del 100,5% en los últimos 12 meses. El sector de la indumentaria es el que mayor incremento de precios registró en julio pasado en relación al mismo mes del año anterior. En la medición nacional llegó al 96,7%. De ese modo, los precios de la ropa subieron 25 puntos porcentuales por encima del nivel general, que se ubicó en 71%”.

Nota: los que pueden viajar al exterior, además de que pueden viajar, se compran la ropa afuera. Los que no pueden viajar, encima de que no pueden viajar, son rehenes de esta “industria nacional”. A esta película la hemos visto tantas veces, que dan ganas de usar la lapicera como Dios manda y bajar fuerte las tarifas para las importaciones en beneficio de los que menos tienen. ¿O todavía no lo entienden?

EL EXTRAÑO CASO DE LILITA CARRIÓ. Entre las cosas que cuestan comprender de la Argentina, está Lilita Carrió. Presumo que la historia va a tener un juicio muy positivo de ella, por su actitud ética, su coraje, y su visión política para aliarse con Mauricio Macri en 2015 antes de sumar a la UCR en Cambiemos. Pero Lilita es capaz de dejarnos a todos con la boca abierta un día cualquiera, como ocurrió esta semana con sus críticas a varios de sus socios políticos, incluyendo injustificables alusiones a su vida privada. Es un caso raro: en un momento en que el gobierno no da pie con bola y la oposición es una alternativa probable de gobierno, Lilita desplaza el eje de la discusión pública y embadurna a los propios con fuego amigo. Y sin embargo, al mismo tiempo, Cristina Fernández de Kirchner está siendo acusada de ser jefa de una asociación ilícita gracias a una denuncia que Carrió (junto con Paula Oliveto) hicieron en el año 2008, cuando Néstor Kirchner vivía y Cristina era una presidente indiscutida (había que tener valentía para hacer aquella denuncia). Así que aquí estamos ahora, con aquella Lilita y esta Lilita, que parecen diferentes y es la misma, que es como una especie de hijo díscolo, que un día dan ganas de darle un abrazo y otro día dan ganas de decirle de todo. Tenemos que convivir con ella.

Y UN VINO, POR SUPUESTO. Con muchas líneas de vinos me sucede lo mismo: cuando las pruebo muchas veces, la etiqueta favorita suele variar. Un día me gusta más una en particular, y otro día la preferida es otra. Así de subjetivo es el vino: depende del momento, de la botella, de la temperatura, del acompañamiento, del estado del propio paladar, y de una serie de variables infinitas. Esta semana volví a degustar la línea Single Vineyard de Casarena, y ahora mi favorito fue el Naoki Malbec 2019, que proviene de una de las cuatro fincas que Casarena posee en Luján de Cuyo (tres en Agrelo -Naoki, Owen, Lauren- y una en Perdriel -Jamilla-). La Finca Naoki no sólo posee un alojamiento de lujo (Casa Naoki) sino que está compuesta por laderas y quebradas que dan a todos los puntos cardinales, con lo cual el impacto del sol sobre los viñedos es muy diverso. En ese suelo abunda el yeso, que forma unos conglomerados conocidos como “cemento indio”, y el INTA está estudiando su notable biodiversidad de plantas e insectos. La enóloga Martina Galeano y el viticultor Pablo Ceverino lo definen así: “Lo tomamos como un campo nativo en el que se hace viticultura, y adaptamos el cultivo de la vid al estado natural del campo”. De ese terroir tan singular salió este Malbec 2019, atractivo y gustoso para la vista, la nariz y la boca. Por sí mismo, en una cata a ciegas, sería un gran vino. Pero cuando además se conoce la particularidad de su terruño, el encanto se hace irresistible para el paladar curioso.

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