Mendoza

Carlos Abihaggle aporta para el debate: la matriz productiva de la Mendoza que viene

El economista, ex Embajador en Chile, presidente del Foro Diplomático en Mendoza y ex legislador, propone un aporte multidimensional para nuestra matriz productiva.

Por Carlos E. Abihaggle

Marco conceptual

La economía de una provincia, región o ciudad es más abierta en general que una nacional. Ello se traduce, entre otras cosas, en que su comercio exterior es relativamente más importante y que hay grandes diferencias entre la riqueza que se genera en su territorio y lo que verdaderamente reciben como ingreso sus habitantes.

Una definición previa importante: las exportaciones de Mendoza son todo lo que vende al exterior de sus fronteras, tanto lo que va al mercado interno argentino como lo que se vende a otros países. Del mismo modo, las importaciones están constituidas por lo que viene de otras provincias argentinas y del exterior del país.

Sin duda que la proporción del intercambio comercial de Mendoza en comparación con el valor agregado en su territorio es más significativo que igual número para la República Argentina.

El otro aspecto importante es que, al ser más abierta, las diferencias entre producto e ingresos son más significativas. Una cosa es el valor agregado dentro de su territorio conocido como el Producto Bruto Geográfico y otro es el ingreso que perciben sus habitantes. Podemos mencionar dos casos entre los varios que se presentan:

profesionales que viven en Mendoza pero que facturan a empresas de fuera de la provincia; empresas que tienen su establecimiento en Mendoza pero cuyos dueños viven en otra parte y por ello reciben los beneficios fuera de la provincia.

Y así siguiendo.

LO QUE ES IMPORTANTE

Por todo ello, lo que realmente importa cuando hablamos de matriz productiva desde el punto de vista de la oferta es un esquema de cinco dimensiones:

Sectorial

El más tradicional y conocido: agroindustria, turismo, economía naranja, minería, logística…

Esto se mide a través del tradicional Producto Geográfico Bruto o Valor Agregado que, expresa la riqueza que se genera dentro del territorio mendocino durante un año. Y su evolución a través del tiempo.

Así, por ejemplo en el año 2019 (según DEIE), Agricultura tiene una participación similar a Minas y Canteras (6,5%). Servicios con un 21.4% es el mayor, seguido de Comercio Restaurantes y hoteles, Establecimientos financieros, Industria Manufacturera y Transporte y Comunicaciones. Desde el año 2004 a la fecha se nota una caída de los sectores productores de  bienes y una suba de los relacionados con los servicios.

Geográfica

La dimensión geográfica es analizar cómo esa riqueza generada en un año es aportada por cada uno de los departamentos de la provincia (año 2017) en primer lugar.

A los efectos de simplificar : el Gran Mendoza genera un poco menos de 2/3, la Zona Sur el 17%, la Zona Este el 10%, el Valle de Uco el 6% y el resto la zona Noreste.

Combinado con el anterior los sectores más importantes por zonas son: Comercio en el Gran Mendoza con el 27%; Servicios en la Zona Este con el 22% y en el Valle de Uco con el 20%; Agricultura en la zona Noreste con el 29%; Minas y Canteras con el 29% en la Zona Sur.

Por departamento: Comercio es el que más aporta en Capital, Godoy Cruz, Guaymallén y Tunuyán. Servicios en Las Heras, Rivadavia, San Martín, Alvear, San Rafael y La Paz. Industria Manufacturera en Luján, Junín y Maipú. Minas y canteras en Tupungato, San Carlos y Malargüe. Agricultura en Lavalle y Santa Rosa.

En segundo lugar, la ubicación privilegiada de Mendoza en el marco de la interconexión con Chile y con ello hacia el Sudeste asiático, que constituye la zona más dinámica del próximo decenio. Somos la única provincia que se relaciona con un conglomerado de más de 5 millones de habitantes y tenemos 2 pasos priorizados: Cristo Redentor y Pehuenche y uno en gestación, Las Leñas, de indudable gravitación.

Ingreso

Un tercer aspecto tiene que ver justamente con el concepto de ingreso. Sin necesidad de un análisis profundo está claro que la importancia del sector servicios tiene que ver en general con el sector público; la industria manufacturarera en Luján con la destilería de YPF; la de minas y canteras en Tupungato y San Carlos con la explotación del petróleo.

Este último es un sector a analizar. El valor agregado se divide entre sueldos y salarios y excedente de explotación. Y este último no queda en la Provincia.

En realidad el ingreso para la provincia está compuesto por los sueldos y salarios (que pueden estimarse en un 30% del PBG) y las regalías que recibe el Estado provincial.

Social

Un cuarto aspecto es la dimensión social. Una forma simplificada de medirlo es a través de la distribución funcional del ingreso. Interesa ver la participación de los sueldos y salarios en el ingreso generado. Es útil para comparar aquellas actividades intensivas en capital versus las mano de obra intensivas.

Cuando analizamos los cambios en la matriz productiva de Mendoza es un aspecto que debemos tener en cuenta, ya que agrega cualificación a las políticas públicas y su influencia sobre niveles de empleo.

Ambiental

El quinto y último aspecto, pero no por ello  menos importante, es el ambiental.

Vivimos en un desierto. Nuestra limitación más extrema es la disponibilidad del recurso hídrico. Con mayor razón cuando está amenazado por el cambio climático.

Todo emprendimiento nuevo de cierta magnitud, rural o urbano, en la montaña o en el llano, agrícola o no agrícola,  debiera contemplar un criterio de aumentar la eficiencia en el uso del recurso.

Y demás aspectos que hacen a un uso racional del conjunto de los recursos naturales.

Con el agregado de un factor de riesgo asociado a eventos tales como la pandemia.

MEDICION DE IMPACTO

A partir de esos cinco aspectos, es importante avanzar en medir el impacto.

Cada actividad demanda insumos y paga salarios, rentas e impuestos.

En el primer caso ejerce un impacto hacia atrás y genera actividad económica en otros sectores y lugares.

Cuando la vitivinicultura compra estacas en un vivero o cuando el petroleo compra determinada maquinaria a la industria metalúrgica o cuando un hotel compra alimentos para su restaurante, se produce un impacto en otro sector.

Por otro lado, cuando el hotelero paga los salarios a sus empleados y estos a su vez consumen, se genera otro impacto que es hacia adelante.

Estos eslabones propios de las cadenas de valor son multiplicadores y son los que interesan verdaderamente.

Porque, en la medida que haya consumo local aumentan y en la medida que se importa, se produce una filtración, y el efecto es menor.

Para poder medir realmente esos impactos necesitamos desarrollar una matriz de insumo-producto. Sabemos que está en los planes de la DEIE hacerlo y esperamos que se concrete.

A MODO DE REFLEXION

En conclusión, estimo que interesa desde la oferta un análisis MULTIDIMENSIONAL de la matriz productiva provincial. Falta la otra parte importante, que es la demanda, o sea producir u ofrecer servicios que puedan competir en el mercado interno o internacional. Eso forma parte de otro análisis.

Lo importante es que pongamos como variable relevante el INGRESO TERRITORIAL y su distribución. Al habitante de Malargüe no le genera expectativa que tal o cual sector represente en promedio en la provincia el x% de la Producto Bruto Geográfico, sino qué actividades económicas le impactan positivamente en el ingreso y el bienestar de quienes viven en el departamento.

Las políticas públicas tendrían que ir en esa dirección  y el Consejo Consultivo (muy buena iniciativa) a crearse, el ámbito adecuado para un debate en ese sentido.

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