Gastronomía

Cómo es El Imparcial, el restaurante más antiguo de Buenos Aires

En la tradicional esquina porteña de Salta e Hipólito Yrigoyen, en el barrio de Monserrat, se ubica El Imparcial, el restaurante más antiguo de Buenos Aires y uno de los más antiguos de América Latina, fundado en 1860.

Al ingresar, uno inmediatamente puede imaginarse cómo era el lugar en 1933 –año en que se mudó a su sede actual, luego de más de 70 años en calle Victoria-, con las decoraciones tradicionales, los mozos de traje que recuerdan los pedidos sin necesidad de anotarlos, y su carta que sigue honrando la impronta de fonda y botillería con que fue originalmente concebido.

El origen de su nombre se remonta al interminable agite político de nuestro país, al que también se le sumó la división que generó el franquismo en España a fines de la década del 30 (Don Severino García, fundador del Imparcial, era español): los partidarios de Franco en Buenos Aires usaban de cuartel el bar Español (lindante a El Imparcial) y los republicanos se abroquelaban en el Iberia, por lo que El Imparcial se convirtió en un refugio neutro, donde su propietario tenía prohibidas las charlas de política y religión.

En cuanto a la gastronomía, su carta se destaca por platos tradicionales españoles como mariscos, pescados, jamón, caracoles, paella, natilla, arroz con leche servido en copas, entre otras especialidades, además de una extensa carta de vinos y variedad de platos para todos los gustos.

Con más de 150 empleados, capacidad para 450 personas, salón de fiestas y fines de semana en los que la cola de personas esperando para entrar se extiende por la calle, El Imparcial es evidencia de que, entre medio de la incansable innovación gastronómica que ofrece Buenos Aires, siempre queda un espacio para las tradiciones.

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