La familia Burdisso presentó una nueva cosecha de uno de sus vinos más emblemáticos, el Gran Potrero Malbec 2016, de su bodega Vinos de Potrero, elaborado por el winemaker Bernardo Bossi Bonilla. La nueva añada llega acompañada de un restyling de su etiqueta, que conserva el estilo de la casa pero que se renueva en su estética y colores, conservando su frase más característica acerca de la relación entre el Terroir y el Potrero: “Cuanto más pobre sea el Terroir y el Potrero, mejores serán los resultados”.
Nacida en Gualtallary en el año 2008 la bodega Vinos de Potrero produce vinos de calidad. Al frente del proyecto están Belén Soler Valle, manager y co-fundadora, junto a su marido, el futbolista Nicolás Burdisso, que trabajan en conjunto con todo su equipo, entre ellos Bernardo Bossi Bonilla y el ingeniero agrónomo Marcelo Canatella.
La nueva imagen refleja los botines de fútbol colgados en un arco y con la pelota a sus pies, un símbolo central en el fútbol. El objetivo fue el de unificar el concepto general con el resto del packaging, que ya tenía como emblema a la cancha y a los botines, siempre con la Cordillera de los Andes de fondo.
