Mendoza

Confinados, sin vacunas y con Ramón / Newsletter de Mauricio Llaver

Oficial: volvimos al Año de la Marmota / La cosa es simple: FALTAN VACUNAS / Putin es más vivo que nosotros / Carne: ya fracasamos, pero para qué cambiar de política / Ramón, estrella nacional: hasta Google no para / La corrección política y los “ofendiditos” / Y un vino, por supuesto.

23 de mayo 2021

OTRA VEZ EL AÑO DE LA MARMOTA. Ya es oficial: estamos de vuelta en el Año de la Marmota. Lo peor es que es resultado del fracaso de las medidas de 2020, pero como no hay vacunas, al gobierno no le queda otra que repetirse en su propia incompetencia. Lo más importante que tenían que hacer era testear y vacunar, testear y vacunar. Pero no. Así que ahora estamos otra vez confinados, desgastados y con un gobierno sin autoridad moral para tratar de meter al genio adentro de la botella. Feliz nueva estadía en casa para todos, todas, todes, tod@s y tutti quanti.

ESTO ES SIMPLE, QUERIDA.  Argentina necesita 60 millones de dosis para vacunar a su “población objetivo”, según Cecilia Nicolini, encargada nacional de negociar su provisión. Esto es, vacunar a unos 30 millones de ciudadanos con las dos dosis. Hasta hoy, las aplicadas son poco menos de 11 millones. Ergo, FALTAN 49 MILLONES DE VACUNAS. Ahí está la raíz absoluta del problema y lo demás son todos parches y chicanas. El problema va empezar a solucionarse cuando se consigan las vacunas, y punto. “Esto es simple, querida, como el globo de luz del hotel en que vives” (Raúl González Tuñón).

POR SUERTE PUTIN NO ES COMO NOSOTROS. Esta semana circuló ampliamente una columna que Juan Carlos de Pablo había escrito en abril en La Nación, pero que retomó súbitamente toda su vigencia. Se titula “Menos mal que Putin no razona como Paula Español” y contiene el siguiente párrafo: “Alberto Ángel Fernández, mi hermano y yo, recibimos la vacuna Sputnik V. Gracias a que Vladimir Putin no razona como la actual titular de la Secretaría de Comercio. Porque, ¿qué sería de los argentinos si el premier ruso prohibiera la exportación de vacunas contra el coronavirus hasta que el último ruso estuviera vacunado? Y por favor, no me digan que la carne vacuna es más importante que la referida vacuna”.

OTRA VEZ SOPA (MEJOR DICHO, CARNE). El mismo gobierno que dice que hay que aumentar las exportaciones, ahora prohíbe las exportaciones de carne. Y eso que la última vez que lo hizo (2006) los resultados fueron catastróficos: 12 millones menos de cabezas de ganado, más de 100 frigoríficos cerrados y más de 10.000 puestos de trabajo perdidos. Más kirchnerismo no se consigue. Como el confinamiento y la pandemia desplazan a las otras noticias, hay que recordar que estamos en paro del sector cárnico y que el campo en general viene levantando temperatura. La nueva prohibición y su efecto letal sobre los mercados conquistados y la “Marca Argentina”, con la que tanto se versea, me hicieron acordar a Raymond Aron, legendario politólogo francés, que citaba en un libro sobre la Guerra Fría a un compatriota suyo de la IV República: “Se nos achaca que nuestra política ha fracasado. ¿Acaso es razón suficiente para renunciar a ella?”

RAMÓN: HASTA GOOGLE NO PARA. Las palabras “Ramón” y “traición” van apareciendo cada vez más asociadas, y a este paso quizás hasta Google las empiece a vincular automáticamente en sus buscadores. El progreso es indetenible. El año pasado su ex coequiper Mario Vadillo lo llamó públicamente “traidor”, pero eso fue sólo para Mendoza. Ahora está escalando a nivel nacional. Esta semana la calificación apareció en las principales pantallas, gracias a su apoyo al kirchnerismo en la Ley del Ministerio Público Fiscal. Tuvo una permanencia notable en los portales de noticias y los programas de televisión, por lo cual su fama va superando cada vez más fronteras. “Ramón”… “traición”… para mendocinos destacados en las noticias nacionales, me quedo con Enzo Pérez.

UN TODO TERRENO PARA EL KIRCHNERISMO. Los hechos desnudos muestran que José Luis Ramón, detrás del viejo truco de haberse presentado como independiente, ha sido funcional al kirchnerismo en las siguientes leyes clave, además del Ministerio Público Fiscal: 1) En la primera discusión sobre el aborto (propuesta por Macri) dijo primero que iba a votar a favor de su aprobación y finalmente votó en contra. 2) Aportó un voto decisivo para la Ley de Emergencia que pidió Alberto Fernández. 3) Apoyó un proyecto de moratoria que le calzaba como un guante a las deudas de Cristóbal López, dueño de C5N. 4) Cuando el panorama se empezó a complicar este año, presentó rapidito un proyecto de suspensión de las PASO. 5) Votó a favor del DNU para darle más facultades al jefe de Gabinete Santiago Cafiero, después de haber presentado él mismo un proyecto para que no se les otorgaran (Repito: votó en contra de un proyecto que él mismo había presentado). Va a ser interesante escuchar sus explicaciones en Mendoza, porque el martes dijo en la comisión de Diputados, con toda convicción: “El proyecto político que tenemos está lejos de hacer un cambalache o un cambio por una cosa menor que nos saque de la idea política de gobernar nuestra provincia”. Vamos a ver si ahora le alcanza con el poncho y la sonrisita.

CÓMO PENSAR EN LA SOCIEDAD DE LOS “OFENDIDITOS. Mi amigo y colega Andrés Gabrielli, que lee cosas de primera calidad, me mandó una entrevista de un diario español al filósofo Eduardo Infante, que contiene esta frase contundente sobre el peligro de la corrección política: “La sociedad de los ofendiditos es un tipo de tiranía. Si se quiere ser políticamente correcto, hay que renunciar a pensar. Pensar por uno mismo siempre contraría a alguien. Si uno no quiere ofender, tiene que renunciar a pensar o pensar lo que todo el mundo dice (…) No hay pensamientos peligrosos sino que el mismo pensar es el peligro y el poder lo sabe. Parece que hay una pretensión para que nuestros jóvenes sean productores competentes de mercancías pero ciudadanos incompetentes. No es casualidad que los griegos inventaran la filosofía, porque era la gimnasia de la democracia”. 

Y UN VINO, POR SUPUESTO. Por suerte el mercado argentino está tan lleno de buenos vinos convencionales, que a veces se hace difícil encontrar cosas distintas. Pero hay un proyecto, Ver Sacrum, que apuesta a eso, y lo hace bien. Está en Chacayes y lo manejan Eduardo Soler y un par de amigos, que buscaron de entrada un diferencial bien claro: basarse en varietales típicos del Ródano francés. Así es como plantaron cosas más o menos conocidas -como el Syrah y la Garnacha- pero también Monastrel, Roussanne, Marsanne, Carignan, Nebbiolo, Mencía y -más raro todavía- Teroldego. Los nombres de las etiquetas y su estética también son disruptivos, y así es como se encuentran nombres como “Geisha de Jade” “G.S.M.” (un blend de Garnacha, Syrah y Monastrel, cuyo equivalente en el Rhône es Grenache, Syrah, Mourvedre); el excelente “La Cayetana” (Syrah); el “Clarete” (que se advierte: “No es rosado, es clarete”), y el 100% Nebbiolo “La Dama del Abrigo Rojo”. Todos son raros, distintos y sabrosos. Entre todo lo que está avanzando la vitivinicultura argentina, es buenísimo encontrar nichos como los que explora Ver Sacrum.

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