La suba del oro a niveles históricos —superando los USD 3.200 la onza— confirma una tendencia global: en contextos de incertidumbre económica internacional, los inversores se vuelcan al oro como activo de resguardo.
Este nuevo récord confirmó la tendencia alcista, con un aumento de aproximadamente 60% en dólares en los últimos dos años. En Argentina, donde la desconfianza en el sistema financiero es persistente, esta búsqueda de estabilidad se expresa con fuerza.
El metal acumula una suba de 13,8% en 2025, impulsado por la creciente demanda de activos. En el país, se puede acceder al oro a través de casas de cambio autorizadas, entidades financieras que ofrecen oro físico y plataformas digitales.
Si bien muchos optan por adquirirlo en lingotes o monedas, también crecen las inversiones en oro fraccionado o en formatos de resguardo mixto, adaptados a pequeños y medianos ahorristas.
Pero la pregunta clave que empieza a surgir es: ¿dónde se guarda ese oro?
Ante esta interrogante, las cajas de seguridad privadas se han consolidado como la opción más confiable y segura para proteger este activo valioso. Con tecnología de última generación, monitoreo en tiempo real y sistemas biométricos que garantizan la máxima seguridad.
“Entendemos el valor que tiene el oro, ya sea como reserva de valor en forma de lingotes o como joyas con un valor además afectivo. En Hausler, ofrecemos un entorno de máxima seguridad diseñado específicamente para este fin. Nuestras cajas de seguridad privadas son, sin duda, la solución ideal para custodiar oro físico con total confidencialidad y protección. La opción de estacionamiento, el horario extendido y los rápidos tiempos de operaciones nos convierte en el complemento ideal para aquellos que buscan en el oro una protección patrimonial para sus ahorros.”, explica Ignacio Serrano, Gerente de Marketing de Hausler.
En un escenario en el que cada movimiento financiero se evalúa con cautela, el oro no solo resiste: se consolida como un símbolo de estabilidad. La pregunta ya no es si invertir en oro, sino cómo hacerlo de forma estratégica y segura.
Hace 10 años, en octubre del 2014, Hausler comenzó a ofrecer un servicio totalmente innovador y se convirtió así en la primera y única empresa de cajas de seguridad privadas no bancarias que hoy brinda su servicio diferencial a más de 20.000 clientes activos. A este servicio que proporciona Hausler a sus clientes se suma el de Salas de Negocios seguras, lo que permite realizar operaciones dentro de entorno de extrema seguridad, disponiendo de la máxima tecnología para el conteo de billetes y reconocimiento de asistentes a las reuniones.
Hausler propone un esquema de atención extendida de lunes a sábado, con alta discreción en el ingreso y egreso de las sucursales. Cuenta con múltiples niveles de máxima seguridad que incluyen puertas de alto blindaje, lectores biométricos y controles estrictos de acceso a la zona de la bóveda, que han sumado además la ventaja de que son robotizadas e inviolables.
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