Mendoza

De pronto, todo está sucediendo / Newsletter de Mauricio Llaver

Súbitamente, la pandemia ha quedado atrás / Cuidado, porque hasta noviembre van a llover hasta bicicletas / Narcotráfico: el daño imperdonable de Sabina Frederic / Nueva angustia argentina: los kelpers de la Sputnik / “Jugarse la Piel”, provocativo y estimulante / Cosas del alma: no es el crítico el que cuenta, sino el que pelea en la arena / Y un vino, por supuesto.

26 de septiembre 2021

DE PRONTO, TODO SUCEDIÓ. En “Música para Camaleones”, Truman Capote escribe la historia de un asesino serial que explica sus crímenes con un simple argumento: “De pronto, todo sucedió”. En la Argentina está ocurriendo algo parecido. Súbitamente, la pandemia ha quedado atrás, los barbijos al aire libre no son necesarios, y los espectáculos y las grandes reuniones regresan como si no hubiera pasado nada. Algunos bromean con que la vacuna de las PASO ya surtió efecto y la salud del país ha mejorado, pero hay una sensación que sólo el tiempo confirmará: así como la cuarentena se manejó sin un plan, la apertura se empieza a manejar de la misma manera. De pronto, todo ha sucedido: un nuevo gabinete, surgido de una interna inadjetivable, llega con una cornucopia de buenas noticias. Es como para desconfiar.

ESTAR PREPARADOS PARA CUALQUIER COSA. Hasta el 14 de noviembre, mejor que estemos preparados para cualquier cosa. El gobierno está desesperado, y nadie se extrañe de que empiecen a llover desde dinero hasta bicicletas o heladeras, como si no hubiera un mañana. El dúo Fernández se ha transformado en un trío, con la incorporación de Aníbal en guitarra y voz, y los argentinos sentimos en la boca del estómago que todo puede pasar. El gobierno enfrenta la posibilidad de perder la mayoría automática en el Senado y la primera minoría en Diputados, por lo cual es de entender que sean capaces de practicar la demagogia más berreta. Quizás hasta Fabiola se proteja la pancita con una mano mientras con la otra entrega una licuadora.

EL DAÑO DE FREDERIC. Sabina Frederic va a pasar rápidamente al olvido, pero uno de los daños que provocó ya tuvo y tendrá consecuencias por mucho tiempo. Fue la disolución de la Subsecretaría de Lucha contra el Narcotráfico, que había creado Patricia Bullrich. Frederic eliminó la Subsecretaría apenas asumió, por sobredosis de ideología o por otro tipo de intereses. Sólo Dios sabrá. Pero esta semana estuve en Cafayate, Salta, y una residente me contó que hasta en esa ciudad tranquila y pequeña ha vuelto la cocaína, con sus fabricantes, sus dealers y sus consumidores. Según su testimonio, “con Macri y Bullrich estaba lleno de gendarmes, y habían cortado la entrada de coca desde Jujuy”. Frederic barrió rapidito con eso y los narcos se han reinstalado. No deja de asombrar el nivel de destrozo que ha generado esta gente.

LOS KELPERS DE LA SPUTNIK. La Argentina está produciendo una nueva clase de parias: los 10 millones de ciudadanos que recibieron la vacuna Sputnik y observan con preocupación creciente que pueden ser los nuevos kelpers internacionales. Ya casi entrando en octubre 2021, la Sputnik no ha sido aprobada ni por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ni por la Agencia Europea de Medicamentos, ni por el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. Un bingo completo. Hoy por hoy, con pasaporte argentino y la Sputnik, no se puede ingresar a Europa, y probablemente ocurra lo mismo con Estados Unidos a partir de noviembre. No sólo desperdiciamos la oportunidad de tener la Pfizer en altas cantidades el año pasado, sino que la estupidez ideológica hizo que el gobierno abrazara a la Rusia de Putin, en una reedición imaginaria de una Guerra Fría de maceta. Aquí se superponen el drama de quienes todavía no tienen el ciclo de vacunación completo (la mitad de la población no tiene las dos dosis), y el de quienes quieren viajar y observan cómo el mundo se cierra por esta mala decisión estratégica. Ojalá aprueben pronto a la Sputnik, porque hasta entonces el tema agregará otra angustia a millones de argentinos.

JUGARSE LA PIEL. El gerente de una de las empresas más importantes de Mendoza tuvo la amabilidad de mandarme el libro “Jugarse la Piel”, de Nassim Nicholas Taleb. Mientras lo entrevistaba para el Especial Aniversario de Punto a Punto (que circulará en los próximos días), hablamos del concepto de “El Cisne Negro”, y me recomendó este otro libro del mismo autor. Taleb es medio enredado para escribir, pero sus libros son provocativos y estimulantes, porque sacuden las telarañas de nuestros marcos mentales. Algunos conceptos de “Jugarse la Piel” -muy recomendable para empresarios- son los siguientes: “La burocracia es una estructura mediante la cual una persona es consecuentemente separada de las consecuencias de sus actos”. “No hay que seguir el consejo de quien se gana la vida dando consejos, a menos que sus consejos estén sometidos a castigos” (esto podría aplicarse a muchos encuestadores). O esta última, entre muchas otras: “Los productos o empresas que ostentan el nombre del propietario transmiten mensajes muy valiosos. Están diciéndonos que tienen algo que perder. La eponimia indica compromiso con la empresa pero también confianza en el producto”.

COSAS DEL ALMA: EL HOMBRE QUE SE HALLA EN LA ARENA. Hablando de poner el cuerpo, una de las citas más impresionantes sobre el tema pertenece al ex presidente estadounidense Theodore Roosevelt, quien la pronunció en la Sorbona el 23 de abril de 1910. No tiene desperdicio: “No es el crítico quien cuenta, ni el que señala con el dedo al hombre fuerte cuando tropieza o el que indica en qué cuestiones quien hace las cosas podría haberlas hecho mejor. El mérito recae exclusivamente en el hombre que se halla en la arena, aquel cuyo rostro está manchado de polvo, sudor y sangre, el que lucha con valentía, el que se equivoca y falla el golpe una y otra vez, porque no hay esfuerzo sin error y sin limitaciones. El que cuenta es el que lucha por llevar a cabo las acciones, el que conoce los grandes entusiasmos, las grandes devociones, el que agota sus fuerzas en defensa de una causa noble, el que, si tiene suerte, saborea el triunfo de los grandes logros, y si no la tiene y falla, fracasa al menos atreviéndose al mayor riesgo, de modo que nunca ocupará el lugar reservado a esas almas frías y tímidas que ignoran tanto la victoria como la derrota”.

Y UN VINO, POR SUPUESTO. Julio Camsen no sólo sabe mucho de vinos sino también de sombreros, a los cuales usa desde hace décadas. Con esas dos pasiones (a las que hay que agregar un gran conocimiento de arte), creó en su proyecto Huentala Wines el “Gran Sombrero Malbec 2020”, con uvas de Gualtallary y la mano enológica de Pepe Morales. El Gran Sombrero está excelente, a pesar de su juventud. Quizás eso sea lo más destacable y optimista: que en Argentina salgan vinos tan buenos sin necesidad de esperar demasiado. Este es un Malbec profundo, sabroso, que complementa como los dioses cualquier buena comida. Y no soy el único que lo apreció así, porque el International Wine Challenge le otorgó este año una Medalla de Oro y un premio Trophy, en una serie de degustaciones a ciegas de jurados de primera línea mundial. Hay que agregar que Huentala Wines no se queda sólo en Gualtallary (donde además tiene un parque de esculturas entre viñedos) sino que ya está plantando vides en El Salto, Potrerillos, a 1.800 metros sobre el nivel del mar. Es un proyecto para sacarle el sombrero.

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