20 de abril 2025
-Al final, esta semana empezó como para temblar y terminó súper-tranqui.
-Tal cual. Yo creo que hasta les salió demasiado bien.
-El lunes muchos pensaban que el dólar se iba a los $ 1.400 y que iban a tener que vender en el techo de la banda para frenarlo.
-Y terminó en $ 1.160.
-O sea que los que compraron blue a $ 1.385 la semana anterior …
-El riesgo es el riesgo, amigo.
-¿Y los que no liquidaron exportaciones porque querían que subiera todo lo posible?
-El riesgo es el riesgo, amigo.
-¿Y ahora cómo sigue?
-Nadie tiene la bola de cristal. Pero hay otros signos interesantes, además de lo financiero.
-Diga.
-El rechazo de varios híper y supermercados a los aumentos de precios. Algunas empresas tienen el chip inflacionario incorporado en modo automático, pero esta vez parece que algunas cadenas les dijeron que no.
-Eso es buenísimo.
-Claro que es buenísimo.
-Y en el gobierno están como locos de contentos.
-Eso es un riesgo.
-¿Por qué lo ve como un riesgo?
-Porque ahí es cuando Milei se pone sin frenos, y empieza con los “econochantas”, con los “mandriles”, y destruye con una mano lo que construye con la otra.
-Lo que pasa es que venía medio golpeado, y ahora que ésta le está saliendo bien, se siente revindicado.
-Sí, pero yo igual esperaría unas semanas hasta que esto se consolide. Y observaría el índice de inflación. Es muy bueno lo de los supermercados, pero, igualmente, abril pinta para tener un número bastante alto.
-Coincido. Pero como venía la mano en las últimas semanas, no es poca cosa haber frenado la subida del dólar mientras se abría el cepo. En una mirada larga, es un gran logro.
-Es cierto. Y hay otra cosa más importante todavía: que el gobierno ha dado una muestra de controlar la situación. Proyectar la sensación de gobernabilidad es casi tan importante como gobernar. Y en eso, el clima ha mejorado en estos días.
EL CEO QUE MANEJA UN PAÍS
-¿Y qué se sabe del acuerdo con Estados Unidos?
-Nada concreto. Estuvo la visita del secretario del Tesoro, hubo comunicado de apoyo, pero nada más.
-¿Usted cree que no se va a hacer el tratado de libre comercio?
-Yo no creo ni dejo de creer, porque eso no interesa. Lo que interesa es si se hace o no.
-¿Y se hace o no?
-No tengo la menor idea. Pero estoy seguro de que es una de las apuestas de Milei para cerrar con otro clavo su programa de estabilización.
-Sería medio raro, cerrar un acuerdo de libre comercio en un momento en que Trump pone barreras por todos lados, aunque después las levante parcialmente.
-Sí, las levanta y las baja, negocia y contra negocia. Es un carrusel. Es increíble que eso ocurra con un presidente de Estados Unidos.
-La verdad que sí. Algún día lo estudiarán como un modo de gestión pública fuera de lo convencional: el dueño y CEO de un gran grupo empresario que traslada sus métodos de negociación al país más poderoso del mundo.
-Va a ser interesante.
-En los papers, sí. El tema son las consecuencias…
UNA AFINIDAD ESTÉTICA
-Pero en el tema tarifas hay una gran contradicción entre lo que hace Trump y el discurso de Milei…
-Totalmente. El Peluca nuestro pregona el libre comercio y el Peluca del Norte lo obstaculiza.
-¿Y por qué cree que Milei no dice nada?
-Porque apuesta a que Trump lo favorezca con algo. Si no tuviera ese interés, y fuera coherente en lo ideológico, debería salir a criticarlo con todo. Ya me lo imagino: “Comunista”, “enemigo de la libertad…”
-Sería divertido. Pero mientras tanto, se tiene que morder la lengua.
-Se tiene que estar mordiendo la lengua a niveles altísimos.
-¿Y cree que le va a servir esta relación especial con el otro Peluca?
-Habrá que ver. En un principio, le diría que sería extraordinario en un contexto como el actual, a menos que, con ese estilo indefinible que tiene, Trump privilegie el feeling y hasta la afinidad estética con Milei.
-“¿Afinidad estética?”
-Sí. Los dos son outsiders, tienen esos raros peinados nuevos y les gustan los gestos ampulosos.
-Es cierto. Pero en teoría, eso no debería tener un gran peso en las decisiones de un Estado.
-Con todas las cosas fuera de lo convencional que están sucediendo, no lo descartaría.
EL EMPLEADO DE LA EMPRESA MINERA
-¿Se enteró de lo del empleado de la empresa minera?
-Ni idea.
-Le leo textual lo que publicó Infobae hace unos días: “En diciembre de 2024, después de quince años de trabajo en la mina Veladero, provincia de San Juan, Roberto Sarmiento fue notificado de su despido. La decisión se tomó sin causa aparente, sin explicaciones ni litigios. A cambio, recibió $110 millones de indemnización por parte de la empresa Minera Andina del Sol”.
-No entiendo por qué me cuenta esto.
-Le completo el párrafo y se lo subrayo, a ver si lo entiende: “Aunque se trata de una cifra exorbitante, no sorprendió a quienes conocen el mundo de la minería, donde los sueldos oscilan entre los $5.000.000 y $7.000.000 mensuales”.
-¿Cómo? ¿Cobran entre 5 y 7 palos de sueldo?
-Sí señor.
-Debe estar mal la información. O el tipo debe haber sido un gerente.
-No, no era un gerente. Era un empleado normal, que laburaba 14 días en la mina y después tenía 14 días en su casa, como se hace en muchas empresas mineras y petroleras.
-¿Y cobró 110 millones de indemnización por 15 años de trabajo?
-Tal cual.
-¿En serio que la minería paga esos sueldos?
-En serio.
-¿Y nosotros seguimos perdiendo el tiempo discutiéndola en Mendoza?
-Cada vez menos, pero sí. Ya nos hemos perdido unos buenos 10 ó 15 años. Imagínese unos cuantos miles de puestos de trabajo con sueldos así, cómo impactarían en la economía… además de las inversiones, las exploraciones, los camiones, las herramientas, los contratos de servicios…
-Dios mío.
-Dios mío. Pero la oportunidad todavía está. Ahí es cuestión de ganar la famosa “batalla cultural”, y después de un tiempo a la minería no la va a discutir nadie.
Y UN VINO, POR SUPUESTO
Los espumantes pueden ser una maravilla en muchas de sus formas, pero no hay nada como los clásicos. Digo, con poca azúcar, una burbuja finita y persistente y una buena acidez, que genere la sensación de que está limpiando la boca con cada trago. En nuestro país hay muchos así y cada vez son mejores, y una novedad es el Wayra Grand Cuvée Brut Nature 2020 de Calyptra, un proyecto de vinos de alta gama que se desarrolla tanto en Chile como en Argentina. El Wayra está elaborado con método tradicional, 50% con uvas Chardonnay y 50% con Pinot Noir, y pasó 36 meses sobre lías. Y es tan reciente que todavía no sale al mercado, aunque ya se lo puede conseguir en la plataforma Drinksify, que permite comprar y almacenar vinos a través de tokens que funcionan también como unidad de ahorro. El proyecto general de Calyptra, a cargo de Fernando Rodríguez Merino, apunta a un muy alto nivel, con vinos pensados para una larga guarda y un desarrollo turístico (hotel high class de 24 habitaciones) que promete novedades para los próximos años. Mientras todo eso se desarrolla, descorchar este Wayra puede ser un buen recurso para calmar la ansiedad.

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BONUS TRACK: HAS TENIDO LO TUYO

Radio Nihuil (entrevista de Paula Jalil y Andrés Gabrielli): https://www.radionihuil.com.ar/entrevista-a-mauricio-llaver-sobre-su-libro-has-tenido-lo-tuyo/
Diario Los Andes (Rubén Valle): https://www.losandes.com.ar/espectaculos/sean-oportunistas-lean-libros-un-adelanto-del-libro-mauricio-llaver-n5942864
Memo (Gabriel Conte): https://www.memo.com.ar/cultura/mauricio-llaver/