- La distribución de recursos entre Nación y Provincias: La proporción de recursos que fluye hacia las provincias en forma automática pasó de un 32,5% de la recaudación tributaria nacional total en 1991, a 27,6% en 2015, aun incluyendo los recursos del Fondo Federal Solidario (FFS) entre los recibidos por los gobiernos subnacionales.
- El financiamiento de ANSES vía coparticipación: el Sistema Nacional de Seguridad Social habría recibido en 2015 aproximadamente $222 mil millones de recursos tributarios, de los cuales cerca de $130 mil millones corresponden a recursos resignados por el conjunto de las provincias y la Ciudad de Buenos Aires.
- El financiamiento de las Cajas Provinciales de Jubilaciones: existen 13 provincias que transfirieron sus sistemas previsionales a mediados de los años noventa a la Nación, en que ANSES les financia sus déficits. Luego se encuentran las 11 Cajas no transferidas a Nación, que en los últimos años no recibieron ayuda de ANSES para financiar sus desequilibrios.
- La presión tributaria récord y la necesidad de recuperar competitividad: aún cuando las provincias perdieron participación en el reparto relativo de la renta tributaria nacional, en contraposición a la Nación, las transferencias a provincias, como proporción del PIB, fueron subiendo en los últimos años. Las transferencias totales a provincias que representaban un 5,3% del PIB en 2000, pasaron a ser un 9,3% en 2015. Esto fue posible por el incremento récord ocurrido en la presión tributaria.
- La distribución entre Provincias (coparticipación): Otro problema con la coparticipación se encuentra en el reparto entre provincias, o distribución secundaria. Ya el reparto previsto en la ley 23.548 tenía problemas en su origen, por cuanto contenía índices para cada provincia que no surgían de indicadores objetivos.
- Otras transferencias automáticas a provincias y el problema de la provincia de Buenos Aires: El sistema de transferencias automáticas a provincias ha sufrido numerosas modificaciones desde comienzos de la década del noventa, lo cual ha conducido a una continua pérdida de participación de los gobiernos provinciales en el reparto de los recursos tributarios nacionales.
- Las transferencias discrecionales a provincias y un sistema irracional de nivelación: En los últimos 12 años Santa Cruz fue beneficiada en más de $124.000 por habitante en todo el período, siendo paradójicamente una provincia de elevado ingreso per cápita. También fue beneficiada la Provincia de La Rioja, que recibió fondos por más de $78.000 por habitante. Tras estas figuran Jujuy ($45.604) y Formosa ($42.104). Entre las más perjudicadas se encuentran CABA ($4.053), San Luis ($9.440), Mendoza ($11.391), Buenos Aires ($11.701) y Santa Fe ($12.083).
- La baja correspondencia fiscal en provincias las vuelve menos responsables para gastar: En la mayor parte de las provincias, los recursos propios no alcanzan para financiar ni la mitad de sus erogaciones.
- La viabilidad fiscal en Nación y Provincias y un nuevo esquema de Responsabilidad Fiscal: el sector público argentino ha vuelto a caer en profundos desequilibrios fiscales en el último lustro, en que el conjunto de provincias no resulta la excepción.
- La necesidad de un modelo de desarrollo basado en la generación de empleo privado productivo: El esquema de distribución de recursos a provincias debe generar más incentivos para generar empleo privado, infraestructura de calidad y fuertes progresos en materia de educación, salud y seguridad.
Fuente: IERAL Córdoba