(Télam) – La Cámara baja comenzó a tratar en sesión especial el proyecto que reformula el sistema de Inteligencia nacional, que apunta a delimitar las funciones de los agentes de la ex SIDE y establecer un mecanismo transparente de los fondos reservados. El oficialismo junto a sus aliados tiene garantizados los votos.
Además, el plenario legislativo aprobará los dos acuerdos con China, uno que contempla un plan de inversiones, y otra que prevé la construcción de una base de espacio lejano de China en la ciudad de Neuquén y la ratificación del Protocolo internacional para permitir la construcción del túnel trasandino de «Agua Negra».
La primera sesión extraordinaria, a diferencia de lo que sucedió en el Senado, la heterogénea oposición conformada por el PRO, el radicalismo, el massismo y el Frente Amplio Progresista concurrirá a dar el debate, luego que el oficialismo reúna el quórum reglamentario.
De esta manera, estas bancadas opositoras se sumarán a la decisión ya adoptada por otras fuerzas políticas como la Coalición Cívica, Unidad Popular, Compromiso Federal liderada por los hermanos Rodríguez Saa y el interbloque del Frente de Trabajadores de Izquierda (FIT) de concurrir a la sesión.
El bloque de diputados del Frente para la Victoria, que conduce la bonaerense Juliana Di Tullio, junto a sus aliados de Nuevo Encuentro, Frente Cívico de Santiago del Estero, Movimiento Popular Neuquino, el Frente por la Inclusión Social, el Movimiento Solidario Popular, el PJ La Pampa, y el radical disidente Eduardo Santín tiene asegurado el quórum y la votación de los proyectos.
De esta forma, el oficialismo podrá cosechar un piso de 134 votos que serán aportados 118 por el FpV, 7 por los santiagueños que responden a Gerardo Zamora, 3 de Nuevo Encuentro, 3 de los neuquinos, y 4 por monobloques, aunque ese número se puede estirar si respaldan estas iniciativas el sindicalista Omar Plaini y el Movimiento Popular Fueguino.
Uno de los proyectos centrales que discutirán este miércoles los diputados será la reforma al sistema de Inteligencia, donde se busca delimitar la participación de los agentes de la ex SIDE en la investigación de casos criminales complejos de narcotráfico o de terrorismo internacional, como fue el atentado a la AMIA.
El proyecto aprobado en el Senado disuelve la actual Secretaría de Inteligencia (SI) y crea la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) como organismo superior del Sistema de Inteligencia Nacional, que deberá quedar constituido en un plazo de 90 días.
En cuanto a sus autoridades, el dictamen de mayoría establece que el director y subdirector general serán designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado. En el texto se aclara, además, que «el cese de ambos funcionarios podrá ser dispuesto por el Poder Ejecutivo nacional».
Además dispone que se mantiene el personal así como los bienes de la actual Secretaría de Inteligencia a la Agencia Federal de Inteligencia, con excepción de la Dirección de Observaciones Judiciales (Ojota) que pasará a depender de la Procuración General de la Nación.
La Procuración General tendrá la función de realizar escuchas telefónicas solo a pedido de un juez, que era una tarea que realizaba la ex SIDE.
De todos modos, las modificaciones más importantes incorporadas al proyecto están relacionadas con la actividad que podrán realizar los agentes de la nueva AFI.
En ese sentido, se establece la prohibición de que los agentes funcionen como auxiliares de la justicia, y solo podrán hacerlo «por pedido expreso del juez en una causa determinada».
Otro punto importante es la reducción de 25 a 15 años del plazo para la desclasificación de información, que ahora será clasificada en tres categorías, como información pública, reservada y secreta.
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