Apenas inaugurada la Plaza Naranja, David Ruda, el Jefe como todo el mundo lo conoce, dialogó con los medios locales sobre la situación del mercado, el futuro de la empresa que preside y hasta de las próximas elecciones en Córdoba.
«El consumo está fuerte, la financiación también, porque la gente necesita del crédito y del crédito amigable sobretodo», disparó David Ruda, presidente de Tarjeta Naranja. «Hay consumos estacionales como los electrodomésticos, pero otros que se mantienen estables como la indumentaria», completó. «Lo que sí hay que tener cuidado en cómo esta ola de consumo termina impactando en el bolsillo de la gente», analizó, dando a entender que las autoridades deberán revisar la política económica que fomenta el consumo.
Ruda aseguró que la fuerza de Tarjeta Naranja está puesta en el consumo, «pero tenemos un departamento que está pensando en cosas nuevas. De hecho tenemos dos buenos productos como la revista Convivimos, la de mayor tirada en la Argentina con 550.000 suscriptores. Y el convenio con La Nación mediante el cual nosotros vendemos su revista y no pueden creer lo que estamos vendiendo», amplió a medios colegas sobre la estrategias de negocios futuros para el plástico cordobés utilizando su canal y llegada a más de 7 millones de tarjetahabientes.
«Hoy tenemos casi 200 sucursales en todo el país y poco más de 4.000 colaboradores, pero nuestro sueño es duplicar las dos cosas en el menor tiempo posible. Si en el país se pudiera emitir obligaciones negociables y pagar a tasas razonables, seguiríamos creciendo», analizó Ruda. Y agregó: «Mucha gente que necesita del crédito, y del crédito amigable mucho más. Asique todo el crecimiento lamentablemente no está en nuestras manos. En el país quiero que terminar de cubrir de Naranja de punta a punta y depende del momento socio económico».
Al respecto, el propio Ruda contó una anécdota ocurrida durante 2014 en Capital Federal. «Tuvimos que abortar algunos proyectos por el riesgo propio del país. Por ejemplo, teníamos alquilado en dólares un local increíble en calle Florida, entre Corrientes y Lavalle, con el ante proyecto completo del estudio AFT y un buen día dijimos ‘no vamos a poder hacer esto, no vamos a poder tomar a 50 nuevos empleados en Capital Federal porque hasta que esto madure nosotros nos vamos a fundir’. Decidimos entregar el local, pero proyectos por todo Buenos Aires y el país existen», confesó Ruda.
¿Cómo imagina la Tarjeta Naranja pos Ruda?, le preguntó Punto a Punto. «Igual que ahora, porque esto se copia. Cualquiera de los chicos que trabajan en Naranja como mínimo siente igual que yo. Siente que está en una familia, en un trabajo que le brinda calidad y calidez y no se quieren ir», contestó el Jefe. Según Ruda, Tarjeta Naranja avanzará en la expansión territorial, y prevé no menos de seis aperturas para 2016, plan similar al que ejecutará durante 2015.
Por último, sobre las próximas elecciones prefirió ser breve en sus conceptos y reflexionó: «Ojalá que con el próximo gobierno tengamos un mejor país, y que la gente, en vez de pedir ayuda social pida trabajo y consiga».
La Casa Naranja recibe a sus primeros huéspedes
El nuevo edificio corporativo de Tarjeta Naranja ya tiene a sus primeros 65 habitantes instalados en el segundo piso del edificio y se irá completando piso a piso con el correr de las semanas hasta fines de agosto para concretar la apertura formal la primera semana de septiembre, fecha elegida para la inauguración formal del nuevo headquarter de Tarjeta Naranja. «Es la primera vez que la empresa tiene su casa propia», confesó Ruda. «Mudar a 700 personas es muy complicado por eso optamos por esa modalidad», dijo.
«Gracias por empezar la vida de una plaza color naranja»
La frase que utilizó David Ruda fue el cierre de su discurso en la apertura de este nuevo espacio público de 1.200 metros cuadrados, con una obra de arte de 7 metros de alto bautizada «El Abrazo».
«El Abrazo» fue pensada por David Ruda y el arquitecto Gastón Atelman, idea ejecutada por el artista Goyo Viale, autor de íconos emblemáticos de Córdoba como la Mujer y el Hombre Urbano.
Fotos: Fino Pizarro.
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