Vinos

El 16 de febrero es el Día Mundial del Syrah: cómo es uno de los cepajes más antiguos

La Syrah es una de las uvas más antiguas, habiendo encontrado su desarrollo y fama en el Valle del Ródano en Francia, tiene su segundo hogar en Australia, conocida como Shiraz. Siracusa en Sicilia, el Rhone en Francia y Shiraz en la antigua Persia son los tres puntos de donde se creía que provenía esta variedad. Los estudios en 1998 de ADN de la universidad de Davis y Montpellier determinaron que la Syrah es el resultado del cruce de dos variedades del sur de Francia: la Dureza (tinta) y la Mondeuse Blanche (blanca).

Esta uva llegó a hacer una variedad muy buscada en el comienzo del nuevo milenio y después fue perdiendo lugar ante otras cepas. Actualmente encontramos esta uva en vinos varietales en distintas categorías de precios y en vinos de corte/ blend. Si bien actualmente hay muchos varietales nuevos o que se encuentran más de moda, el Syrah continúa teniendo un público fiel.

A modo general podemos decir que los vinos de Syrah tienen un carácter especiado y a fruta negra tipo zarzamora, con cuerpo de medio a amplio según el lugar donde la uva provenga, y en algunos casos una gran longevidad. 

En relación al clima, esta variedad precisa de climas moderados a cálidos. En las regiones más templadas se destacan los aromas herbales, especiados y algo de fruta roja (pimienta negra, olivas verdes y ciruelas rojas); en cambio en aquellas regiones más calurosas, donde la Syrah logra buena madurez los vinos tienen aromas a regaliz, moras y arándanos. La crianza en madera suele integrarse bien con el Syrah, otorgando notas ahumadas que a veces provienen de la madera y otras – como en los famosos Côte-Rôtie – del suelo y el terroir. Con los años los mejores exponentes pueden desarrollar una gran complejidad aromática exhibiendo notas a cuero, tierra mojada y hojas secas.

“Una característica de esta variedad es que es súper “plástica” se adapta a muchos tipos de clima, entregándote distintos perfiles de vino según el clima, por eso tenés Syrah en zonas más calientes, más frías, gracias a esa adaptación que tiene. Es una variedad que funciona muy bien en zonas calientes porque produce buenos vinos con buen color, con mucho cuerpo, y en zonas frías te da vinos muy interesantes con más acidez, con más frescura. Es una variedad que me gusta mucho, se puede hacer cosas muy interesantes. Hace un par de años en 2004/2005 fue la 7ma variedad más plantada en el planeta. Hay Syrah en muchos lugares del mundo porque se adapta muy bien y da vinos muy buenos en distintos tipos de clima”, comenta Gustavo Ursomarso, Ingeniero Agrónomo de Terrazas de los Andes.

Presente en la mayoría de las provincias vitivinícolas de Argentina, el Syrah registró en el año 2019, un total de 12.246 ha cultivadas (1). La provincia de Mendoza tiene la mayor cantidad de SYRAH del país, alcanzando en 2020 las 8.513 ha (69,5%), seguida por San Juan con 2.707 ha (22,1%) y el resto de las provincias con 1.026 ha.

La evolución de los despachos en el mercado interno marcó un crecimiento en 2020 se comercializaron 122.765 hl, marcando un salto vs 2019 donde había llegado a 107.765 hl (2). Ampelográficamente se puede distinguir por su hoja trilobada con su lóbulo central plano o plegado asimétricamente y los laterales doblados hacia arriba, opaca, con indumento telaraña abundante y motitas, seno peciolar en U y punto peciolar blanquecino; racimo mediano, bien lleno a compacto, cilíndrico y bayas elípticas.

Escribe un comentarios