Newsletter de Mauricio Llaver

El año de todas las incertidumbres / Newsletter de Mauricio Llaver

Covid + economía débil + doble comando: problemón. Vacuna: más allá de la comedia local, un hecho histórico para la humanidad. En economía, un lento aguantar con todo atado con alambre. Mendoza prepara un lanzamiento internacional (cruzar los dedos). Cosas del alma. Y un vino, por supuesto.

LA SUMA DE TODAS LAS INCERTIDUMBRES. El año 2020 ha sido una bisagra en la vida de todos, donde la incertidumbre marcó el ritmo de nuestras vidas. Pero cuando lo inesperado nos toma descolocados en lo político y lo económico, todo se agrava, porque anula lo que el cientista político Kenneth Waltz prescribía para los Estados en el sistema internacional: “La incertidumbre es un hecho de la vida, y otorga un beneficio a la previsión”. Aquí no había previsión. No es lo mismo enfrentar una peste con instituciones sólidas y una economía ordenada que hacerlo con todo lo contrario, como nos ocurrió en la Argentina. A lo cual se agrega otra incertidumbre esencial: ¿Quién manda en nuestro país? La fórmula para analizar la Argentina 2020 es una mezcla de Covid inimaginado, economía con serios problemas profundizados por una mala praxis inexplicable (un gobierno que no tenía plan económico), y un inédito doble comando político peronista donde recién hacia fin de año se va sincerando dónde está el poder real.

ESTA GENTE NOS TIENE QUE GOBERNAR. En los últimos días, ocurrieron los siguientes hechos en el gobierno argentino: Cristina Fernández dijo que si los ministros no se animaban a hacer su tarea, que se buscaran otro laburo; Alberto Fernández se llevó a los miembros del gabinete a una gira para mostrar que los respaldaba, y después les hizo un asado en la Quinta de Olivos. A la ministra de Justicia (Marcela Losardo) le hicieron una operación de prensa en un medio kirchnerista con una supuesta cuenta off shore. El canciller Felipe Solá se entreveró en Twitter con un diputado kirchnerista (Nicolás Rodríguez Saá, sí, de la misma familia), a quien trató de “chanta, versero y berreta”. Todo muy edificante. Lo más grave es que mientras esto ocurre, esta gente nos tiene que gobernar. Es decir, tiene que administrar el Estado, afrontar la pandemia (que encima parece que rebrota), reorganizar la economía, reconstruir la educación y sacar de la pobreza al 44,2% de los argentinos. Cuando se observa lo que hay que hacer y se lo compara con lo que se hace, la sensación es abrumadora.

VACUNA: COMEDIA, SÍ, PERO UN GRAN SALTO. La comedia de la vacuna en nuestro país, agigantada por la épica del traslado de las 300.000 dosis rusas (o sea, para el 0,7% de la población) no nos tiene que distraer de algo extraordinario que está sucediendo: en menos de un año, la humanidad ha creado vacunas diversas para afrontar una peste que nos tomó de repente. Ya veremos cómo terminan las cosas acá -con la Pfizer, la Sputnik, el relato, las denuncias, la logística que tendrá que desplegar el mismo gobierno que organizó el velatorio de Maradona- pero la capacidad de respuesta planetaria, medida en términos históricos, es aplastante. La dinámica del sistema capitalista para encontrar esa respuesta, con una inversión mega-millonaria en investigación y desarrollo, es asombrosa. Una peste como la actual se llevó entre uno y dos tercios de la población de Europa en el siglo XIV (de 150 a 300 millones de seres humanos, en equivalencia de hoy). Ahora, en menos de un año, ya estamos viendo una luz al final del túnel. Con un poco de distancia, dentro de unas décadas se agotarán los adjetivos para calificar la hazaña que estamos protagonizando. Guarden este comentario.

ECONOMÍA: NI TRUENO NI TEMPESTAD. Thomas Mann advertía en su colosal “La Montaña Mágica”: “El tiempo, en realidad, no tiene cortes, no hay ni trueno ni tempestad ni sonidos de trompetas al principio de un nuevo mes o de un nuevo año e incluso en el alma de un nuevo siglo; únicamente los hombres disparan cañonazos y echan al vuelo las campanas”. Es así. En la economía argentina no habrá ni trueno ni tempestad con el año nuevo, sino la continuidad de un año inolvidablemente duro, con una inflación que lleva tres meses con un número 3 adelante y que solamente por inercia seguirá así por lo menos en enero y febrero. Tampoco hay a la vista una baja significativa del gasto público ni muchas ganas de recomponer tarifas. Ni de bajar la presión impositiva o, al menos, de mostrarnos la hoja de ruta de un plan económico. Así que nada de ilusiones de cambios con la llegada del nuevo año. A menos que la realidad imponga reformas inevitables, hay que esperar que sigamos en este lento aguantar con todo atado con alambre.

CUESTIÓN DE TIEMPO. (Juan Carlos de Pablo, La Nación). “El equipo económico parece entretenido negociando con el FMI, cuando la agenda perentoria está hoy ubicada, por ejemplo, en el hecho de que, por falta de dólares en el Banco Central, cada vez se registran más casos de empresas que no consiguen divisas para comprar insumos importados. Ejemplo: neumáticos para camiones y tractores. El salto cambiario es cuestión de tiempo, la clave está en si se tratará de algo aislado o aparecerá dentro de una modificación medianamente congruente de la política económica”.

TURISMO: UNA BUENA EN MARCHA PARA MENDOZA (A CRUZAR DEDOS). Siempre con el condicionante de la pandemia, en Mendoza se está cocinando una buena. En julio pasado se conformó la OMET (Organización Mundial del Enoturismo), y entre el gobierno y los privados están trabajando para que en febrero próximo se haga en nuestra provincia el lanzamiento para toda América Latina. Que probablemente sea por Zoom, pero no importa. Lo que importa es que Mendoza está en el top of mind internacional cuando se habla de turismo del vino. Y si se confirma el tema, será una gran noticia para un sector que estuvo en punta en la salida de la cuarentena, pero cuya recuperación es muy heterogénea y tiene a muchos hoteles y restaurantes asfixiados con cargas impositivas, difíciles de afrontar hasta que no se recuperen los ingresos. Por algunos datos que circulan en privado, alguna ayudita al respecto no vendría mal.

COSAS DEL ALMA. (Mel Brooks, comediante estadounidense, en una entrevista de 1975. Hoy tiene 94 años de edad). “Le diré que si uno está vivo tiene que dar aletazos con los brazos y con las piernas, tiene que saltar por allí, tiene que hacer mucho ruido, porque la vida es exactamente lo opuesto de la muerte. Es necesario ser ruidoso o, por lo menos, los pensamientos de uno deberían ser ruidosos y pintorescos y llenos de vida. Para mantener alejada a la muerte yo vivo haciendo ‘¡Yah, yah, yah!’. Y la muerte dice: ‘Muy bien. Es demasiado ruidoso y está demasiado ocupado. Esperaré a alguien que permanezca sentado en silencio, medio dormido. Y lo apresaré a él. ¿Para qué molestarme con este tipo?”.

Y UN VINO, POR SUPUESTO. Chandon cumplió hace poco 60 años en la Argentina y presentó un espumante llamado “60 Meses”, porque tuvo justamente ese tiempo de crianza (cinco años). Es un Brut Nature del cual sólo produjeron 600 botellas numeradas en formato Magnum (1,5 litros), y yo tuve la suerte de que la número 208 me la regalaran a mí. Como esas cosas son bien especiales, la tomé junto a uno de los enólogos top de la Argentina, porque quería conocer su opinión. Y la de él, que sabe mucho más que yo, coincidió con la mía: es extraordinario. Fue un placer desde que empezó a caer en la copa y nos acompañó toda la comida y algo de la post cena. Es lo más parecido a un champagne de los originales que se ha producido con uvas argentinas. Y en él se notan no sólo los 60 años de Chandon en nuestro país sino los 277 de la marca desde su fundación en Epernay, Francia, en 1743. Si consiguen una de las botellas, no lo duden ni por un instante.

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