Encuestas, mundiales, pobreza… / Newsletter de Mauricio Llaver

29 de septiembre 2024

EL ESCÁNDALO (DE LARGA DATA) DE LA POBREZA

-Qué escándalo el de la pobreza, ¿no?

-Qué le parece: 52,9% de pobres en la República Argentina. Ninguno de nuestros abuelos lo entendería.

-No. La verdad, este Milei nos va a matar.

-¿Usted cree que es todo culpa de Milei?

-Eso parece. Porque él es el presidente. Y todos están escandalizados.

-¿Quiénes son “todos”?

-Los políticos, principalmente. Salieron con toda la furia.

-No me diga. ¿Y ellos no tuvieron nada que ver?

-Seguramente sí. Pero Milei la llevó a un récord con su ajuste.

-Tiene razón. Aunque déjeme decirle que, sin ese ajuste, muy probablemente hubiera llegado a más. Eso usted lo entiende, ¿no?

-Sí, ¡pero este nivel es escandaloso!

-¿Usted se acuerda de cuánta pobreza dejaron los últimos presidentes?

-La verdad que no.

-Anote: Alfonsín, 39,8%; Menem, 26,7%; De la Rúa, 35,4%; Duhalde, 51,7%; Néstor Kirchner, 26,9% Cristina Kirchner, 30,1%; Macri, 35,4%; Alberto Fernández, 41,7%.

-¿Esas cifras son ciertas?

-Son las mismas cifras oficiales del 52,9% de ahora.

-Me sorprende el 51,7% de Duhalde. Pegó en el palo con la actual.

-Lo cual significa que hemos salido de situaciones realmente críticas, ¿no?

-Sí, pero ahora está muy difícil.

-Es verdad. Porque, además, tenemos una cultura del trabajo que ha sido destruida. Desde las cajas PAN en adelante, hay muchos argentinos que no han visto trabajar a sus padres.

-¿Y cree que eso es reversible?

-No lo sé. Pero tengo una hipótesis medio provocativa al respecto.

-¿Cuál?

-Que no tenemos esta pobreza porque llegó Milei, sino que tenemos a Milei porque teníamos esta pobreza, más allá de que las estadísticas marquen que hace seis meses los números eran menos peores.

-¿Está seguro?

-Nunca del todo. Pero insisto en que, si tenemos un presidente tan extravagante como Milei, es porque había un deseo intenso de cambiar, aunque fuera votando a alguien tan raro como él.

-¿Pero no cree que él tiene su responsabilidad en este fracaso histórico?

-Obvio. Los gobernantes siempre tienen responsabilidades. Pero creo que, si los argentinos apostaron por él, es porque había un hartazgo profundo con todo lo anterior. Digo, un hartazgo con la decadencia en cuotas que veníamos viviendo.

-¿Y ahora?

-Quizás ahora la apuesta sea bancar la parada, con la esperanza de que se revierta. Y que haya disposición a que el problema se agudice en un principio, mientras se espera que las cosas se den vuelta. No olvide algo fundamental en Milei: que nunca prometió un jardín de rosas y desde la campaña electoral dijo que las cosas iban a empeorar al principio.

-Qué duro es todo esto.

-Sí. Pero vuelva a mirar las cifras que le di recién para que no se crea que es algo nuevo. Cuando aparezca algún indignado, pregúntele sin en las últimas décadas no fue parte de un fracaso que cada vez se nos hace más cuesta arriba.

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LAS ENCUESTAS Y LOS MUNDIALES DE FÚTBOL

-Me parece que Milei ya está entrando en un desgaste, que empiezan a mostrar las encuestas.

-¿Está seguro?

-Yo sólo le digo lo que reflejan las encuestas.

-Tráigame una sola encuesta que hace 15 meses dijera que Milei iba a ser presidente, y le creo.

-Bueno, pero también lo dicen los analistas políticos y los periodistas.

-Tráigame un analista político o un periodista que hace 15 meses dijera que Milei iba a ser presidente, y le creo.

-Se ha levantado imposible, hoy.

-No, solamente quiero evitar que nos pase lo de siempre.

¿Qué es “lo de siempre”?

-Que nos enganchamos con un modo de analizar las cosas, creemos que hay corrientes de opinión infalibles porque todos repiten lo mismo, y después nos quedamos con la boca abierta con los resultados de cada elección. Nos viene pasando hace rato, ¿eh?

-¿Y qué cree que está pasando ahora?

-Que sería lógico que Milei sufriera un desgaste, pero a la vez los números de la economía están empezando a mejorar, así que habrá que ver dentro de unos meses. Y, al mismo tiempo, cada vez que veo un programa político me acuerdo de los mundiales de fútbol.

-¿Qué tienen que ver los mundiales de fútbol?

-Durante los mundiales, todos discutimos cada partido, cada entrenamiento, cada decisión del técnico, pero a la larga sólo importa una cosa: llegar a la final y ganarla. Ahí se acaba todo lo que discutimos antes.

-Sigo sin entender su metáfora.

-Acá lo único que importa es qué pasa en las elecciones del año que viene. Porque Milei estará sufriendo un desgaste, pero hay que ver si el día de la elección hay alguien que lo capitalice. Eso es lo único que importa. Cuando estén esos números, todas las discusiones de estos meses nos parecerán inútiles.

-Está medio tajante hoy.

-Uno va aprendiendo. Guarde esto que le estoy diciendo.

MIRANDO A ITA. Dentro de la decisión de Milei de apurar la privatización de Aerolíneas Argentinas, en el gobierno nacional están estudiando con mucho interés el caso de ITA. O Alitalia, que es más o menos lo mismo. Porque la histórica línea aérea italiana tiene un viejo paralelismo con AA gracias a una razón concordante: siempre fue una especie de barril sin fondo, con sucesivas reestructuraciones que no funcionaron y unos sindicatos poderosísimos que trabaron cualquier posibilidad de administrarla racionalmente. Ya sabemos que AA nos ha costado US$ 7.500 millones desde 2008 (gracias, Cristina), pero en el caso de Alitalia la cuenta de las últimas décadas fue de entre 10.000 y 12.000 millones de euros. Los últimos cambios en la línea aérea italiana fueron transformarla de Alitalia en ITA (para licuarle deudas) y, el año pasado, privatizarla directamente (Giorgia Meloni, amiga de Milei). En este momento están esperando a que se haga cargo Lufthansa, que compró el 41% de la nueva empresa. Por estos lados el tema está en el tope de agenda, al punto que Juan Carlos de Pablo, amigo de Milei y hombre de conversación permanente con el presidente, anticipó esta semana que con AA “algo va a pasar”, y remató con toda elocuencia: “¿O ustedes creen que el gobierno de Javier Milei se va a dejar tocar el culito una vez por semana, y con el señor Biró sentado en el directorio de la empresa viendo qué hace con las medidas de fuerza?”.

“X” DE LA SEMANA. Usuario paródico Winston Dunhill: “Un milagro que después de estar 80 años combatiendo al capital haya tan solo un 52,9% de pobres”.

Y UN VINO, POR SUPUESTO. Como esta semana llegaba la primavera, el restaurante Fogón organizó un almuerzo con un menú diseñado para degustar vinos rosados de la bodega Lagarde. Hubo Rosé Organic, Lagarde Goes Pink (en botella Magnum), Dolce (espumante) y Criolla, todos de la cosecha 2024 y recién embotellados. Lo bueno de un menú de estas características es que lleva fácilmente a la conclusión de que los vinos rosados pueden ser estupendos y que sus posibilidades de maridaje son amplísimas, como para ahuyentar el prejuicio de que un rosadito es un vino menor. De los cuatro que probamos, mi favorito fue el Criolla 2024, elaborado con el varietal Criolla Grande de una finca de Cordón del Plata, en Tupungato, bajo la mano experimentada de Juan Roby. Tiene un color fuerte, casi de tinto liviano, y un sabor más profundo del que los preconceptos pueden asignar a un vino rosado. Estaba fresquísimo, jugoso, vibrante, y acompañó estupendamente unas lonjas de pato ahumado con huevo cocinado a baja temperatura sobre hojas verdes. Lo cual es sólo un detalle encantador, que habla más de la sutileza de la gente de Fogón que de una recomendación de maridaje, porque está claro que en las casas argentinas no se comen habitualmente esos platos. Y lo que importa en el fondo es que ese Criolla 2024 puede combinar festivamente con muchísimas creaciones de nuestra mesa cotidiana, lo cual es una gran puerta de entrada para consumir más vinos rosados.