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Escalada de violencia en Estados Unidos tras la muerte de otro joven negro

El gobernador de Maryland, Larry Hogan, declaró el Estado de emergencia y podría desplegar la Guardia Nacional para detener un nuevo estallido de tensión racial vinculado a la brutalidad policial en Estados Unidos, luego de que manifestantes vandalizaran esta tarde la ciudad de Baltimore, tras el funeral de un joven negro muerto en custodia policial.
«Los saqueos y actos de violencia no van a ser tolerados. La Guardia Nacional está en alerta para que pueda desplegarse rápidamente si es necesario», anunció Hogan mediante un comunicado.
Previamente, la policía de Baltimore, en el noreste de Estados Unidos, dijo que al menos siete agentes resultaron heridos, entre ellos uno que quedó inconsciente, luego de los disturbios, que ocurrieron cerca de un shopping no lejos de la iglesia donde tuvo lugar el funeral del joven Freddie Gray, de 25 años, muerto hace dos semanas.

En el segundo día seguido de violencia callejera por la muerte de Gray, imágenes de televisión mostraron a cientos de policías antimotines locales y estatales que pugnaban por restaurar el orden ante una multitud de manifestantes, en su mayoría jóvenes afroamericanos, que se negaban a cumplir con órdenes de dispersarse.
En un punto, decenas de hombres destruyeron un patrullero blanco, saltando sobre su capot y sobre su techo y golpeándolo repetidas veces con palos. La situación duró hasta que un blindado policial acudió al lugar, donde uno de los agresores fue detenido y tirado al piso por agentes tras salir del auto e intentar huir corriendo.
«Hemos visto a oficiales heridos durante el curso del día. Tienen huesos rotos, uno está inconsciente», dijo el capitán de policía Eric Kowalczyk en conferencia de prensa, al tiempo que advirtió que las fuerzas del orden utilizarán «los métodos apropiados para asegurar» la seguridad de la comunidad, mencionando específicamente el empleo de gases lacrimógenos.
La cadena CNN dijo que uno de sus camarógrafos fue atacado y herido y sacado del lugar de los disturbios en una ambulancia, mientras que medios locales mostraron que varios jóvenes fueron detenidos por la policía.
La violencia llegó luego del funeral de Gray y de que aparecieran mensajes en las redes sociales anunciando una «purga» al término de las clases en las escuelas locales, una palabra que en la jerga callejera de Baltimore, en el estado de Maryland, equivale a disturbios.
El temor a los desórdenes provocó el cierre del campus céntrico de la Universidad de Maryland y de varios comercios.
Más temprano, miles de personas se congregaron en la iglesia bautista para despedir los restos de Gray, quien murió el 19 de abril de heridas severas, una semana después de su arresto en Baltimore.
Sus familiares, amigos y vecinos acusan a la policía de no haber brindado asistencia médica a Gray durante su detención, lo que habría provocado su muerte.
Su fallecimiento fue el último de una reciente serie vinculada con la brutalidad policial y las tensiones entre la policía y los afroamericanos en varias ciudades del país, incluyendo la del adolescente Michael Brown en agosto pasado en Ferguson, Missouri, donde fue baleado por un policía blanco mientras estaba desarmado.
La muerte de Gray desató protestas en Baltimore durante el fin de semana, y la policía dijo que unas 34 personas fueron detenidas y seis oficiales resultaron heridos en hechos de violencia callejera desde entre ayer y el sábado por la noche.
Este nuevo caso volvió a reabrir las heridas entre la comunidad afroamericana, que tras la muerte de Brown en Ferguson denuncia que existe un notorio uso desproporcionado de la fuerza por parte de los agentes policiales respecto a la población negra.

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