Un informe elaborado por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) asegura que los cambios anunciados por el Gobierno nacional en el Impuesto a las Ganancias, lejos de implicar una reducción en la cantidad de dinero que “perderán” los beneficiados por estas modificaciones, aumentará la presión tributaria sobre los mismos.
Con el sugestivo título de “Nunca menos”, el análisis realizado por el titular del IARAF Nadin Argañaraz y el economista Andrés Mir, sostiene que “los únicos trabajadores que no se verán afectados por un nuevo incremento de presión tributaria son aquellos que hasta el agosto de 2013 percibían remuneraciones brutas inferiores a $ 15.000, cualquiera sean los aumentos obtenidos a partir de entonces” pero que “en el caso de los trabajadores que percibían entre $ 15.000 y $ 25.000, el único beneficio que obtendrán es que el incremento del impuesto a las ganancias que deberán abonar en el año 2015 respecto al año 2014 se limitará a un porcentaje que oscilará entre el 35% y el 50%, mientras que si no se hubiera dispuesto modificación alguna ese porcentaje hubiera trepado a valores de entre el 50% y el 100%”.
El principal dato que surge del estudio del IARAF es que los “beneficios” de la resolución adoptada por el Ministerio de Economía consiste en un aumento de las diferentes deducciones que pueden hacer los trabajadores, tanto solteros como casados, para achicar el peso del impuesto. Dicho incremento, como máximo, llega al 25%, por debajo de la pauta salarial que se busca imponer para este año (27%).
“La combinación de incrementos en las deducciones inferiores a la probable pauta de negociación salarial y de tramos de escala congelados, implica que el trabajador alcanzado por el impuesto no verá disminuida su obligación impositiva en relación al año 2014, sino que por el contrario sufrirá un nuevo incremento de presión tributaria aún cuando este comprendido en el beneficio anunciado”, manifiesta el IARAF.
Y completa que el impacto “para todos los beneficiarios, bajo el supuesto de un aumento de salarios nominales en paritarias del 25% para el año 2015” supone “un incremento de su obligación tributaria nominal superior a ese porcentaje (entre el 35% y el 50% según el caso) y en consecuencia nuevamente deberán destinar un porcentaje superior de su salario a pagar el impuesto, respecto al año anterior”.
Por ejemplo, un trabajador casado con dos hijos que percibía en 2013 un ingreso mensual bruto promedio de $ 16.500 (que considerando aumentos del 30% para 2014 y 25% para 2013 equivaldrá a un sueldo bruto promedio para 2015 de $ 26.813) pagó durante el año 2014 en concepto de impuesto a las ganancias un promedio de $ 1.414 mensuales, en tanto que este año deberá pagar por mes un promedio de $ 1.914 lo que supone un incremento del 35% de su obligación tributaria, valor diez puntos porcentuales superior al aumento salarial esperado. En el caso del trabajador soltero de similar ingreso el incremento del impuesto será aún más significativo alcanzando el 44%.
Por todo esto, el IARAF también desmiente lo señalado por el ministro Axel Kicillof sobre que estas modificaciones tienen un gran costo fiscal para el Estado. “La reforma propuesta no significaría ninguna pérdida fiscal para el estado, sino que por el contrario los ingresos fiscales provenientes del impuesto a las ganancias originado en las remuneraciones del personal en relación de dependencia, puede estimarse que se incrementarán respecto al año 2014 en términos nominales más que el 25% en que se verán incrementados los sueldos y, en consecuencia no habrá transferencia real de ingresos del sector público al privado sino que por el contrario los trabajadores alcanzados por el impuesto resignarán, por vía de mayor tasa efectiva de impuesto a las ganancias, un porcentaje del incremento nominal de ingresos obtenido en paritarias”, concluye el estudio.
Sin categoría