Mendoza

Guarnieri llega a un siglo de existencia

Es una de las marcas más tradicionales de Mendoza, este año llega a un siglo de existencia y desde hace 3 años tanto su management como su personal está integrado sólo por mujeres. Desde que fuera fundada por Donato Guarnieri en 1920, cuando abrió en la Av. Las Heras, se transformó en lo que hoy sería un centro de estética orientado a la mujer. Contaba con un servicio de peluquería, manicuría, un surtido de perfumes franceses, ropa interior y medias. Luego se concentró en ropa interior y medias para mujeres y hombres y 30 años después ingresó a la firma Alicia Guarnieri, hija de Donato, en cuya época se decidió abrir un local de 4 pisos para la marca.

El comienzo de los ´90 fue el momento de la tercera generación, que actualmente gestiona el local principal ubicado en Sarmiento y 9 de Julio de Ciudad. María Cristina, nieta del fundador y su marido, fueron los que tuvieron que lidiar con un cambio de época: locales más pequeños para una atención más personalizada. Luego, la crisis de 2001, les hizo repensar su estrategia para el mediano plazo.

Hace 5 años ingresó a la marca Carolina Vila, la nuera de María Cristina. Carolina, que años atrás se dedicaba full time a la gastronomía, encontró en la marca familiar un camino para desarrollarse profesionalmente. “La gastronomía es un rubro muy interesante, pero igual de desgastante, te permite aprender cómo manejar un negocio con múltiples variables en tiempos muy cortos. Pero no te deja tiempo para la vida personal”, dice Carolina.

Su experiencia previa le permitió adaptar sus locales a la inesperada pandemia. “Es un año de mucha evolución en Guarnieri, a pesar del coronavirus. Aprendimos rápidamente a adaptarnos montando un servicio de venta y entregas a domicilio a través de las redes. La respuesta de nuestros clientes fue espectacular, les estamos muy agradecidos”.

Carolina, parte de la cuarta generación familiar, actualmente gestiona dos locales, uno en la Av. Colón 293 y otro en el Complejo Lomas, frente al Barrio Dalvian. Su visión se basa en establecer locales de cercanía, a mano de centros urbanos de ciertas dimensiones.

“Los tiempos en el negocio de la ropa interior son menos exigentes, se toman decisiones más racionales y profundas, por ejemplo al definir una estrategia comercial para una temporada que comienza a 6 meses vista. Se convive no solo con el riego inherente al día a día de toda empresa, sino también con el de haber tomado malas decisiones de compra de temporada a temporada”, indica Carolina.

En referencia a la trayectoria de la marca, que es una de las pocas de la provincia que alcanzará este año los 100 años de vida, dice: “La marca se ha mantenido evolucionando porque la familia ha sido capaz de adaptarse a los cambios de época y del país. Pero también porque en el seno familiar siempre se respetaron las opiniones divergentes en cuanto a su manejo. Es lógico que a ciertas edades surjan diferentes visiones”. Y agrega que todos los integrantes directos de la familia tienen el derecho de utilizarla, en tanto y en cuanto respeten su filosofía fundamental: la calidad en la atención y las prendas que se ofrecen. Hoy conviven locales fundados por la tercera generación con la cuarta y los planes de expansión siguen vigentes, a la espera de que se aclare el horizonte económico.

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