Las familias ricas de Estados Unidos pierden el 70 por ciento de su fortuna cuando llegan a la segunda generación, y el 90 por ciento cuando alcanzan la tercera. El dato surge de la agencia Reuters, en base a un informe de la consultora norteamericana Williams Group.
Interesado en cómo estaban preparando a la próxima generación para manejar la fortuna familiar, el banco privado U.S. Trust, también realizó una encuesta entre los clientes que contaran con activos de inversión estimados, al menos, en US$ 3 millones. “Mirando los números, el 78 por ciento siente que la próxima generación no es lo suficientemente responsable a nivel financiero, para administrar la herencia”, explicó Chris Heilmann, director ejecutivo de servicios fiduciarios del U.S Trust.
La encuesta revela, además, que el 64 por ciento de los encuestados admitió haberle informado muy poco a sus descendientes sobre la magnitud de la fortuna. Los motivos son varios: de chicos les enseñaron a no hablar de dinero; les preocupa que su hijos se vuelvan vagos y no estén dispuestos a trabajar; o tienen miedo de las consecuencias en caso de que la información se revelara.
Aunque la gente que hizo su fortuna se muestra reticente a compartir la información o a promover una participación más activa de sus familiares en la compañía, por el lado de los herederos las cosas tampoco se ven muy bien: “La mayoría no tienen idea del valor del dinero o cómo manejarlo”, contó Heilmann, “luego de recibir el dinero, al heredero promedio le toma 19 días comprase una auto nuevo. Y las terceras generaciones habitualmente están condenadas”. Aunque las estadistas son pesimistas, algunos consejos para evitar este desenlace son: Diálogo. Aunque muchos pueden creer que están promoviendo el trabajo duro al no compartir detalles financieros con sus hijos, lo que termina pasando es que fomentan su ignorancia.
Es preferible hablar de dinero, y enseñarles a tomar decisiones inteligentes. Crear una “hoja de ruta”. Casi un cuarto de los baby boomers cree que sus hijos no podrán gestionar bien la fortuna familiar hasta que alcancen los 40 años. Por eso, un consejo útil es diseñar un serie de pautas por adelantado: cuánto planean gastar, cuánto quieren ahorrar, así como estrategias para preservar el dinero de generación en generación{on. Comentar el testamento. “Los padres y abuelos debería comunicar los por qué del testamente en una reunión con toda la familia presente”, comentó David Mullins, planificador de Richlands, Viginia.
El objetivo es anticiparse a cualquier cuestionamiento o inquietud que puedan tener los familiares y evitar que los conflictos lleguen a la Justica: “Los hermanos terminarán averiguando qué se llevó cada uno y sin una buena comunicación, eso puede destruir a las familias”, concluyó Mullins.
Fuente: Apertura
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