(Télam) – Durante su conferencia de prensa semestral en París, el presidente de Francia, Francois Hollande, sorprendió al anunciar un viaje a Ucrania junto a la canciller alemana, Angela Merkel, para evitar “una guerra que puede ser total”, según alertó.
Hollande se mostró a la ofensiva en el plano internacional, al tiempo que aconsejó al flamante primer ministro griego Alexis Tsipras que vaya a Berlin a reunirse con Merkel, y habló sobre temas internos de seguridad.
A poco de comenzar su intervención y antes de las preguntas, Hollande sorprendió al anunciar un inmediato viaje a Kiev y Moscú junto a Merkel, en un nuevo intento diplomático para destrabar el conflicto en Ucrania, que (advirtió) puede llegar a ser «total».
«Debemos intentarlo todo por la paz. Francia no está en guerra en Ucrania y no quiere estarlo. Quiere evitar la guerra», subrayó poco antes de partir a Kiev ante 300 periodistas.
Hollande y Merkel se encuentran en Kiev para entrevistarse con el presidente ucraniano Petro Poroshenko y mañana se dirigirán a Rusia para reunirse con el presidente ruso Vladimir Putin para tratar de buscar una solución a «una guerra que puede ser total».
Pero en la conferencia de prensa, Hollande aclaró: «La opción de la diplomacia no puede prolongarse indefinidamente».
Sobre los roces entre el nuevo gobierno de Grecia y Alemania, Hollande incitó al primer ministro griego, Alexis Tsipras, a ir a Berlín a reunirse con Angela Merkel porque «ella lo va a recibir», confió.
«El rol de Francia es encontrar una solución, de contribuir a un acuerdo en el respeto del voto de los griegos y en el respeto de las reglas europeas y de los compromisos», expresó.
Asimismo, el presidente francés reafirmó su política intervencionista al exigir que la comunidad internacional se muestre «más activa» en «las zonas de conflicto».
«Francia no puede intervenir en todos lados. No puede ser la única potencia en reaccionar», dijo, al resaltar la intervención de los militares franceses, especialmente en Africa.
Y más allá de las cuestiones de política exterior, el presidente galo se refirió también a la política interna y en particular a los temas de seguridad tras el atentado a la revista Charlie Hebdo del 7 de enero y los atentados posteriores que dejaron 20 muertos.
Hollande, cuya popularidad creció notablemente entre los franceses tras esos acontecimientos, afirmó ser un presidente de izquierda «desde el inicio de su mandato» a pesar de las críticas por la orientación económica de sus políticas.
El primer mandatario francés presentó algunos medidas para «fortalecer la cohesión nacional» y reveló la creación de un «contrato civil» con un «servicio universal para los jóvenes» y la creación de una «reserva ciudadana para todos los franceses».
Este anuncio es una referencia explícita al ejército, que figura entre las 11 medidas del «plan de acción» develado el 22 de enero, y sintoniza con el reclamo de la oposición conservadora y de ultraderecha de reinstaurar el servicio militar en Francia.
Los rectores de los centros educativos franceses podrán convocar a ciudadanos voluntarios (abogados, médicos, periodistas, empresarios, etc) para intervenir en los cursos en escuelas y liceos.
A casi un mes del atentado y mientras 10.000 militares se encuentran desplegados en Francia por temor a otro ataque, Hollande llamó a los franceses a «prolongar» el «espíritu del mes de enero de 2015, que es la unidad de nuestra República».
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