ECONOMÍA

Inicios en el trabajo remoto

Por Federico Bongiorno

Referente del teletrabajo en la Argentina y Co-Founder everestmedia.

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Comencé con el trabajo remoto en 2011, cuando no había muchas empresas de referencia a quienes observar para entender cómo funcionaban. Por lo tanto, traté de ir construyendo mi propia experiencia de trabajo remoto a través de la intuición e investigación. Durante esa investigación encontré a la empresa Basecamp que desarrolló un equipo remoto desde el día cero. Su libro “Remoto”, el cuál se publicó en 2013, me ayudó mucho a terminar de estructurar mis hipótesis. En el medio, no solamente trabajé desde mi casa, sino que también lo hice mientras recorría más de treinta países del mundo.

Hoy en día, entre todo nuestro ecosistema hay más de veinte personas formando parte en diferentes países, por lo que a partir de esa experiencia puedo compartir algunos conceptos que me parecen claves para quienes quieran trabajar remoto ya sea desde su casa como así también viajando:

Construir un espacio de trabajo adecuado

Un error común cuando somos nuevos en el trabajo remoto es sentarnos con la notebook en el sillón, la mesa del comedor o hasta en la cama. No son entornos en donde el cuerpo siente que necesita enfocarse para trabajar. Es importante separar los rincones de ocio del lugar de concentración. Una buena idea es implementar un escritorio donde estén específicamente las cosas del trabajo para que nuestro cerebro entienda que cuando estamos ahí sentados es para sacar adelante las tareas del día.

Por otro lado, también debemos prestar atención a los gadgets que utilizamos, ya que la virtualidad mejora cuando la experiencia nuestra y de las personas con quienes interactuamos es de calidad. Es una buena idea invertir en auriculares con micrófono o micrófono por separado, en una buena cámara web para mejorar la calidad de las videollamadas, y en todos aquellos componentes que nos permitan tener un trabajo de calidad.

Evitar desencuentros y brindar acceso a la información

Cuando empezamos a trabajar con un equipo o con clientes, por más que lo hagamos remoto, tenemos que evitar los desencuentros. Tener claridad de horarios en común sobre todo cuando hay diferencia de husos horarios. Esto se consigue con reglas claras para todas las partes y también con un acceso total a la información.

Debemos utilizar herramientas digitales donde todos los participantes puedan tener acceso a la información que necesitan, en el horario que lo necesitan (sin tener que pedírselo a otros). Hoy nos podemos rodear de herramientas como gestión de archivos en la nube, o plataformas de gestión de tareas que nos facilitan mucho el trabajo remoto.

Entender que el trabajo remoto brinda grandes posibilidades

Hace unos años, para conseguir un trabajo las personas buscaban en la cercanía geográfica al lugar donde vivían. Esta distancia era importante para conseguir oportunidades. Con el trabajo remoto las oportunidades se abrieron a nivel global, hoy desde un pueblo de Córdoba podes trabajar para otros países. En nuestro caso, nuestro equipo de trabajo está compuesto por personas que en muchos casos nunca se vieron en persona y viven a cientos de kilómetros de distancia.

Observar esto, nos abre el juego a conseguir el mejor talento disponible para trabajar en conjunto, y por lo tanto crear un mejor producto o servicio. Las empresas tienen que abrazar los cambios y aceptarlos lo más rápido posible para avanzar y ser competitivas.

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