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La cadena de ropa deportiva francesa Decathlon llega al país y además evalúan volver Pizza Hut y Cacharel

La cadena había abierto en el año 2000 un local en el shopping Soleil, en San Isidro. Sin embargo, la experiencia de Decathlon fue breve y en plena crisis de 2002 decidió irse de la Argentina.

La cadena francesa de ropa deportiva Decathlon está más cerca de la Argentina. La marca internacional tiene previsto arribar al país antes de fin de año. Los empresarios se disputan su presencia y ya resuenan aperturas en shoppings y hasta en Puerto Madero.

La marca llegaría de la mano de una sociedad llamada Grupo One, que integran el empresario argentino del rubro automotor Manuel Antelo y el matrimonio de Sabine Mulliez y Pedro Aguirre Saravia, según adelantó La Nación.

La cadena había abierto en el año 2000 un local en el shopping Soleil, en San Isidro. Sin embargo, la experiencia fue breve y en plena crisis de 2002 decidió irse de la Argentina.

El grupo One ya opera la marca Decathlon en Uruguay y Paraguay. Mientras que la marca francesa opera en forma directa en Brasil y Chile.

Otras marcas que se acercan

Con la apertura de las importaciones que el gobierno de Javier Milei estableció en el último año son varias las marcas internacionales que miran a la Argentina con buenos ojos.

Hering que, desde 2021, pertenece al grupo brasileño Soma, ya anunció su interés por volver a la Argentina. Lo hizo a principios de 2024 a través de su representante de franquicias en el país.

La marca de ropa que fue un ícono en los ’90 se fue hace más de dos décadas del país y piensa volver a través de su sistema de franquicias. Se trata de un verdadero gigante textil latinoamericano: cuenta con casi 750 tiendas en Brasil, de las cuales 677 son franquicias y presencia en más de 10 países.

Pizza Hut también piensa en su retorno al país.  La cadena vino en dos oportunidades. La primera fue en 1983. Pero no logró competir con las pizzerías tradicionales. En 1997, tuvo su segundo intento, con el fondo The Exxel Group, hasta que abandonó el país. El último fallido fue en 2010, cuando el grupo D&G -hoy Inverlat, dueño de Havanna- amagó con su regreso.

A la lista se suma también Cacharel. Tras cinco años, Cacharel prevé regresar de la mano de ALAV, empresa local que renovó la licencia y producirá, en un principio, blanquería -sábanas, edredones y acolchados- en General Pico, donde fabrica textiles con su marca insignia LOVE & Home.

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