“Vimos que no íbamos a poder cumplir con las entregas y decidimos enfocarnos en los planes de ahorros”. Así explicó Isela Constantini, CEO de General Motors en Argentina, los motivos que llevaron a la automotriz a no sumarse al ProCreAuto II, agregando que en la primera etapa del plan la firma comercializó poco más de 2.500 vehículos en todo el país, un 17% del total de las ventas.
Constantini pasó por Córdoba invitada para debatir en el marco de la 5º Jornada de Liderazgo Femenino que organizó Voces Vitales y habló de la situación por la que atraviesa la industria automotriz.
“El contexto actual es bastante movidito. Creo que nuestra industria no dista mucho de la realidad de otras industrias. Hay una preocupación muy grande por algunos temas de la economía”, graficó la ejecutiva.
Sobre la actualidad de GM, Constantini precisó que la compañía se está adecuando a lo que veía que iban a ser los desafíos del país durante estos meses, y afirmó que están “confiados que esto es pasajero”. En ese sentido, recordó que la multinacional ejecuta un plan de inversión superior a los US$ 750 millones (el llamado Proyecto Fénix) que incluye el desarrollo y producción de un nuevo modelo y motor.
“Es una etapa coyuntural y en algún momento va a pasar. Estamos muy enfocados en hacer que nuestro proyecto comience en la fecha que tiene que comenzar, con la integración de piezas locales que necesitamos”, detalló.
Consultada respecto a la salida “que le ve a la situación”, Constantini fue determinante: “Yo no soy del Gobierno. Tengo mi opinión personal pero me la guardo. No la voy a compartir con los medios porque no me gustaría que el Gobierno diga lo que tiene que hacer el presidente de GM”, contestó. Y agregó: “cada uno tiene su rol, se ha preparado para la función que ocupa y creo que la Presidenta debe tener todas las herramientas para entender cuál es la prioridad y qué tienen que hacer en este momento”.
El golpe por las importaciones
El 2014 fue el año en el que General Motor sufrió la decisión del Gobierno de disminuir la cantidad de autos importados, medida que se tradujo en un recorte del 27% en la importación de autos que la marca comercializaba en el país.
“Gran parte del cambio del modelo del negocio que estamos haciendo en la Argentina con el Proyecto Fénix es para adecuar nuestra balanza comercial”, graficó Constantini.
El Proyecto Fénix tendrá proveedores locales, ya que la nacionalización de las piezas es una exigencia de la corporación. “Si pudiéramos nacionalizaríamos el 100% de las piezas. Estamos buscando las herramientas para lograr ese objetivo”, expresó.
El proyecto marcará un antes y un después para GM en el país. “Lograremos duplicar la producción de motores y sumaremos muchos metros cuadrados a la actual planta”, dijo. Eso se traducirá en unas 90.000 unidades que se sumarán al actual volumen de producción que GM tiene con el Corsa y Ágile.
El mercado argentino para la marca
“A nivel global Argentina es el séptimo mercado más importante del mundo, comparado con mercados como China, Estados Unidos, Brasil, Canadá y México. Estamos haciendo inversiones en un contexto y en una coyuntura bastante compleja y así mismo lo hacemos porque creemos que es importante seguir en este mercado. Argentina es el segundo mayor mercado de Sudamérica después de Brasil”, sostuvo.
