A contramano de la idea de que la innovación y la tecnología desplazan a la mano de obra, la primera Encuesta Nacional de Dinámica de Empleo e Innovación (ENDEI), muestra que las empresas más innovadoras crean más cantidad de empleos y con mayores salarios que aquellas que no innovan.
Los resultados del relevamiento, que se realizó en más de tres mil industrias a lo largo del país, destacan que seis de cada 10 firmas realizaron actividades de innovación entre 2010 y 2012, y la inversión promedio en Investigación y Desarrollo fue del 1,37 por ciento de la facturación por ventas.
Entre los sectores más innovadores se cuentan la industria farmacéutica (84 por ciento de las compañías del rubro realizaron tareas de innovación), seguido por la industria química y petroquímica (75 por ciento), equipamiento electrónico (74 por ciento) y maquinaria y herramientas (71 por ciento). Las “menos innovadoras” fueron textil y confecciones (47 por ciento) y alimentos y bebidas (56 por ciento).
La encuesta mostró una correlación positiva entre el grado de innovación y la creación de nuevos empleos. Las firmas innovadoras aumentaron su personal en un 11 por ciento, contra un 4 por ciento de las no innovadoras. Esta correlación fue más fuerte en las pequeñas y medianas empresas (con tasas de creación de empleo del 14 y 9 por ciento respectivamente, frente a un 7 por ciento de las empresas grandes que innovaron). El salario promedio también fue mayor en aquellas compañías y sectores más intensivos en innovación. Los resultados de esta encuesta nacional, que involucró la participación de los ministerios de Ciencia y de Trabajo, se presentaron el martes 7 en la Biblioteca Nacional con la presencia de los titulares de cada cartera.
“La discusión sobre si la Ciencia y la Tecnología generan o desplazan empleo está permitida. Hoy se sabe que la innovación genera mejor empleo, de calidad”, destacó el ministro Carlos Tomada. “Un ejemplo es el software, cuya demanda laboral aumentó un 274 por ciento”. A su turno, el ministro de Ciencia, Lino Barañao, destacó: “Nuestra misión es modificar la matriz productiva de la Argentina hacia sectores más intensivos en conocimiento y valor agregado, porque son los que más y mejor empleo generan. Un estudio de la Universidad de Oxford en 2013 sobre 702 actividades, concluyó que casi el 50 por ciento de ellas serán robotizadas en las próximas dos décadas, y otro estudio del MIT (Massachussets Insitute of Technology), comparó el PBI per cápita y el coeficiente de Gini (que mide la desigualdad de los ingresos) en diferentes países, y mostró que aquellos dedicados a actividades con menor valor agregado, eran también más desiguales.
Por eso, a la hora de impulsar la producción, no da lo mismo un sector que otro. Con los datos de esta encuesta, el Estado tiene un panorama de hacia dónde volcar sus esfuerzos: hacia las Empresas de Base Tecnológica y la llamada Economía del Conocimiento”, afirmó el ministro y hombre de Ciencia, según informa Infotechnology.
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