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Llega una nueva propuesta en el mundo de los espumantes: Mumm Léger Spritz

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Inspirada en la versión original de Mumm Léger, hay una novedad entre los espumantes: se puede disfrutar ahora de Mumm Léger Spritz, una propuesta totalmente diferente en el mundo de las burbujas, con una receta en la que puede identificarse el influjo de la categoría de aperitivos y bitters.

Con un toque de esencias bitter y cáscaras de naranja, esta variante innovadora de Mumm aparece como ideal para su consumo como cocktail, acompañando la temporada de bebidas refrescantes y ocasiones especiales: en un copón, con mucho hielo y una rodaja de naranja para terminar.

En su versión original, Mumm Léger es un espumante a base de uva moscatel y de su particular proceso de elaboración es que nace un espumante diferente a todo lo conocido: único, fresco, dulce y de baja graduación alcohólica, muy fácil de tomar.

Esta bebida puede ser la opción ideal para comidas livianas debido a su dulzor y su sabor, que puede combinarse con una gran variedad de platos tanto dulces como salados. Se puede acompañar perfectamente por sándwichs, panninis, tarteletas, ensaladas frescas, sushi o tablas. Sin embargo, también son una buena opción los helados, tartas de manzanas, cupcakes, flanes, ensalada de frutas o pannacotas.

Al ser un espumante suave y fácil de tomar, es perfecto para disfrutar del brindis con una segunda copa. También se puede servir en la mesa si se busca cenar temprano o acompañar platos livianos con un espumante de exquisito sabor y que pueda combinarse perfectamente con todas las alternativas.

Lo que hace diferente a estas propuestas frente al resto de los espumantes es que tanto Mumm Léger como Mumm Léger Spritz son realizadas en su totalidad con uva Moscatel Rosado y su elaboración Charmat.

Atraviesan una única fermentación en tanques de acero inoxidable a 15 grados centígrados, haciendo que el resultado sea un espumante estilo dulce natural. Se trata de un proceso lento que ayuda a preservar los sabores característicos de la uva.

Cuando llega a su punto óptimo, por medio del frío que detiene la fermentación, se logra un espumante de baja graduación alcohólica y de mayor concentración de azúcar residual, con una dulzura 100% propia de la uva. Por esta misma razón, no se hace necesario agregar azúcares la bebida.

Fuente: El Cronista

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