Sólo la industria de los alimentos y la producción agropecuaria muestran números en verde si se analiza la balanza de pagos del último semestre. “El resto de los indicadores, como pro ejemplo, industria automotriz y energía, muestran indicadores negativos”, explicó el economista Juan Manuel Garzón, del IERAL de Fundación Mediterránea.
“El desafío que aparece es que necesitamos que la renta agrícola, industrial y alimenticia sigan generando dólares. Los dólares del campo son más importantes que nunca”, completó el economista.
La Argentina, sin inversiones extranjeras directas de peso, sin salir a buscar fondos en el mercado internacional de crédito, con costos cada vez más altos, disminución de las exportaciones y cepo cambiario, el único aporte neto de dólares es el agro y la industria de la alimentación. “Son los US$ 17.000 millones durante el primer semestre, claves para financiar los desequilibrios que tiene la industria, el sector energético y el turismo”, explicó Garzón.
En su análisis, Garzón dijo que la buena noticia para este año es que el mundo está creciendo lo mismo que el año pasado, pero está cambiando los motores: “hay más consumo pero menos inversión. Eso hace que los precios de los commodities les haya ido mejor”. ¿El aspecto negativo? “La inflación y los impuestos han impedido que aprovechemos el excelente contexto internacional de los últimos años”, completó Garzón.