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Mar y Monte, la vigencia de un clásico reinventado en Mendoza

Aldo Ansaldi y Carla Bahamonde tomaron hace unos meses una decisión osada en plena pandemia: reabrir Mar y Monte, el clásico de comida chilena y cordillerana. Buscaron varios locales hasta que encontraron el ideal para su apuesta, en Rufino Ortega 790 (esquina Boulogne Sur Mer) de Ciudad.

Lo mejor de todo, para quienes recuerdan la primera etapa, tanto en Chacras como en la calle Perú, es que el menú es básicamente el mismo, y que, a pesar de algunas innovaciones (la sobresaliente provoleta con langostinos), están allí los grandes clásicos de aquella época, como la paila marina, chupe de mariscos, pastel de choclo, lenguado, salmón, congrio margarita…

Chupe de mariscos.

A pesar de que la propuesta es de cocinas de los dos tipos (“mar” y “monte”) el promedio de pedidos es de un 80-20, lo cual coincide con el diagnóstico que Aldo y Carla hicieron antes de la reapertura: “Los mendocinos que este año no pueden ir a Chile querrán comer sus platos aquí”.

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Para quienes no gustan de los pescados y mariscos, es bueno destacar que la carta incluye cordero patagónico, conejo y costillas de cerdo en diversas preparaciones. Y que la carta de vinos es amplia, con buenas propuestas para el tipo de comida predominante (los Sauvignon Blanc, por ejemplo), además de tragos clásicos como el pisco sour.

Paila marina.

El resumen es sencillo: en Mar y Monte se come muy bien, con una atención impecable por parte del personal (atención, timing) y a precios razonables para el tipo de producto que se consume.

Mar y Monte abre de martes a domingos por la noche y en el sitio www.marymonte.com.ar se encuentra buena información sobre el menú, precios, y cómo reservar.

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