La situación de Matricería Austral, con seis meses de parálisis y dos meses de atraso en el pago de los sueldos de sus más de 300 empleados, es cada vez peor. El propio empresario autopartista Norberto Taranto, que compró la compañía en 2011, avizora un panorama oscuro, según le contó a Punto a Punto.
“Cuando nosotros compramos las acciones ya estaba concursada y tenía muchos problemas. Lamentablemente le inyectamos una cantidad muy grande de dinero (NdR: US$ 6 millones) y no le vemos salida. Hicimos todo lo posible”, confesó Taranto (las declaraciones completas aparecen en la edición impresa de la revista de esta semana).
Sin embargo, desde el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) aún tienen algo de fe en que la situación se pueda revertir. Al menos eso es lo que le transmitió el secretario gremial de la institución, Daniel Miranda, al programa “Todo Pasa” de Punto a Punto Radio 90.7.
-Ayer tuvimos contacto con Taranto y confesó que hicieron todo lo posible pero que no le ve un buen horizonte a Matriceria Austral. ¿Qué expectativa tienen ustedes?
– Es una gran matricera pero en este momento, al no haber grandes desarrollos de programas de las industrias del automóvil, a nosotros eso nos afecta más, sumado al procedimiento de crisis y sumado a que está en convocatoria de acreedores.
– Entonces, el horizonte es un tanto complicado…
-Es un poco complicado. En estos momentos, el secretario General (Omar Dragún) está en Buenos Aires encabezando gestiones al respecto y tenemos dos o tres proyectos que se pueden dar. El problema es conseguir la plata, se lo hemos dicho a los compañeros en diferentes asambleas. El problema está en el arranque, en cómo hacemos para conseguir plata para poner la planta en funcionamiento que hace más de 6 meses está cerrada y para pagar los salarios. Son dos o tres proyectos de General Motors, que eso nos permitiría tener casi 200.000 horas, que significaría más de un año de producción, mientras tanto se está hablando con algunos compradores para ver si se pueden hacer cargo de esta planta.
-¿Qué plazos ven ustedes para la definición por sí o por no de este proyecto de General Motors?
-En un mes tiene que estar todo saliendo si no se nos cae y ahí se nos complicaría del todo, no hay compañero que aguante 4 meses sin cobrar.
-Esa perspectiva muestra dos alternativas: una venta o el cierre de la planta…
-Esperemos que el cierre no, porque esto a los trabajadores no nos conviene, está la posibilidad por supuesto, ni nosotros ni los trabajadores desconocen la situación, pero estamos haciendo todo lo posible desde la Secretaría de Industria, desde la Provincia, desde la Nación. Las automotrices que nos han dado una mano durante un par de meses y ahora estamos esperando que se concrete este trabajo de General Motors.
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