DESTACADA

Milei y la devaluación: una brújula ahí / Newsletter de Mauricio Llaver

Lo que viene: un enigma envuelto en un misterio / La incertidumbre les ganó a los candidatos pro-mercado / Amanecer y atardecer de un día agitado: devaluación y suba de tasas / El dólar impacta hasta en la geografía: Chile queda cada vez más lejos / Abstención, voto en blanco, Milei, Bullrich y Massa: un ajedrez de combinaciones infinitas / El país se pintó de violeta en una catarsis colectiva pocas veces vista / Para agendar: “voto útil” y campaña del miedo / Mendoza: ¿los votos de Milei serán transferibles? / Y un consejo: no nos crean demasiado, que nadie sabe lo que puede ocurrir.

14 de agosto 2023

UN ENIGMA ENVUELTO EN UN MISTERIO. El vértigo argentino es tan grande que, en pocas horas,­­­ la noticia principal pasó de ser el triunfo de Javier Milei a la devaluación de lo que queda de nuestra moneda. Fue un pequeño Big Bang dentro de otro Big Bang. La Argentina está inmersa en un shock político, un nuevo estallido económico y una crisis de seguridad, atravesados por una incertidumbre que va a durar por lo menos 70 días más -hasta las elecciones del 22 de octubre-, con alta probabilidad de que se extienda por otras cuatro semanas (ballotage del 19 de noviembre). Nuestro futuro cercano se parece a la definición que Winston Churchill hacía de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas: “Un enigma envuelto en un misterio”.

LA INCERTIDUMBRE LE GANÓ A LOS PRO-MERCADO. Si se mira con frialdad, las dos agrupaciones que obtuvieron más votos (La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio) llevan como candidatos a las dos personas más pro-mercado de esta elección: Javier Milei y Patricia Bullrich. La gran paradoja es que los mercados ya reaccionaban mal desde temprano, antes del anuncio de la devaluación. Más que un giro hacia una administración más racional del Estado, lo que primaba era la incertidumbre. Porque una vez que bajó la espuma de los festejos, las sonrisas forzadas y las caras largas, quedó claro que nada está definido ni garantizado hasta después de las elecciones generales.

AMANECER Y ATARDECER DE UN DÍA AGITADO. El impacto económico de las PASO se traduce así:

  • El gobierno devaluó el peso un 22,45% y el dólar oficial saltó a $ 365,50. En teoría, ese valor quedará fijo hasta octubre, aunque sólo Dios sabrá lo que va a suceder.
  • Desde la asunción del actual gobierno, el peso argentino se devaluó un 484% (cuatrocientos ochenta y cuatro por ciento).
  • El dólar blue cerró a $ 685, con una pérdida de valor del 13,22%
  • Si alguien está por viajar al exterior (o anda por allí) debe saber que el dólar turista ya está en $ 731. El gobierno de Alberto & Cristina & Sergio está impactando hasta en la geografía: Chile queda cada vez más lejos.
  • Las tasas de interés subieron un 21% y quedaron en el 118% nominal anual (la tasa efectiva anual pasa a ser del… 204%).
  • Con el nuevo dólar, que ya barrió al último dólar-maíz y a todos los dólar-soja anteriores, el Banco Central compró hoy US$ 220 millones (obvio, los que habían aguantado salieron rapidito a liquidar).
  • Como suele suceder, hoy fue un día sin precios y sin ventas en muchas actividades, mientras se desensilla hasta que aclare. Pero el impulso remarcador es inevitable, y algunos ya estiman que la inflación de agosto será de dos dígitos.
  • La expectativa ahora es qué medidas complementarias anuncia el gobierno, si es que las anuncia. Porque con una alta inflación, la ventaja devaluatoria del 22% se licua en la próxima paritaria.

UN AJEDREZ CON COMBINACIONES INFINITAS. Los números de la elección son tan estrechos y fragmentados que estamos abriendo un juego de ajedrez con combinaciones infinitas. De mayor a menor, considerando sólo los más importantes, son los siguientes:

Abstención electoral: 31%

Javier Milei/La Libertad Avanza: 30,04%

Patricia Bullrich/JxC: 28,27%

Sergio Massa/UxP: 27,27%

Juan Schiaretti: 3,83%

Votos en blanco y anulados: 3,5%

Diferencia entre Milei y Bullrich: 1,77%

Diferencia entre Bullrich y Massa: 1%

Diferencia entre Milei (primero) y Massa (tercero): 2,77%

Con ese head to head, cualquier movimiento mínimo altera todos los números, porque en octubre sólo quedarán dos candidatos para un eventual ballotage. Basta con que Bullrich le muerda un punto a Milei (sube uno y baja el otro) y queda adelante. Basta con que Massa le muerda 1,5 puntos a Milei, y queda primero. Basta con que la participación electoral suba un par de puntos, o que quienes votaron en blanco se definan por algún candidato, y cambia todo. Basta con que… (las combinaciones, repito, son infinitas). Y si Massa llega al ballotage, hasta podría ser el próximo presidente. Eso es lo que leyó el mercado.

CATARSIS COLECTIVA. La elección de ayer fue una catarsis colectiva pocas veces vista, donde una persona sin estructura partidaria y hasta sin candidatos propios en varias provincias ganó en 16 de ellas y pintó de violeta los mapas electorales. Lo más notable es que lo hizo con un discurso bien reñido con la complacencia populista de las últimas décadas: terminar con la moneda propia, liquidar empresas deficitarias del Estado, dinamitar el Banco Central y permitir la libre portación de armas y la venta de órganos. Milei canalizó una bronca colectiva contenida durante mucho tiempo, que puede simbolizarse en el sentimiento de vivir en un país fallido, donde siempre existen grandes posibilidades de desarrollarnos pero cada vez vivimos peor. Las ideas de Milei, si se quiere, fueron lo de menos. Lo que importa es que apareció alguien que conectó emocionalmente con ese electorado frustrado y le ofreció la ilusión de salir de la decadencia.

VOTO ÚTIL Y CAMPAÑA DEL MIEDO. Después de la elección de ayer, hay que prever un par de conceptos que aparecerán en octubre: el voto útil y la campaña del miedo. Nadie sabe cómo se van a disparar, pero un escenario puede ser que, expresada la bronca y pasada la catarsis, algunos opten por un voto más conservador. Y que otros traten de meter miedo con lo que puede ocurrir si gana alguno de los otros dos. Un par de peronistas -Julio Bárbaro y Aníbal Fernández- ya hablaron de “guerra civil” y de “sangre y muertos”. No sé por qué no me sorprende.

MENDOZA, ¿TRASLADO O NO TRASLADO? El triunfo arrollador de Milei en Mendoza (44,8% sobre 28,2% de JxC) despierta la duda de si ese voto-bronca se reflejará también en las elecciones a gobernador del 24 de septiembre próximo. Según el último antecedente (PASO 2019) no debería ser necesariamente así. Vamos otra vez a los números.

PASO presidencial 11 de agosto de 2019: Alberto Fernández, 40,44%; Mauricio Macri, 37,35%.

Elecciones a gobernador 29 de septiembre 2019: Rodolfo Suarez 51,67%, Anabel Fernández Sagasti, 36,24%

Elecciones presidenciales 27 de octubre 2019: Mauricio Macri 50,02%, Alberto Fernández, 37,83%

En 2019, en poco más de un mes y medio, Mendoza pasó de hacer ganar al Frente de Todos en la PASO presidencial por 3 puntos, a elegir a Suarez sobre Sagasti por 15 puntos. Y Macri pasó de perder las PASO por 3, a ganar las generales por 13. Cada elección fue totalmente diferente, así que hay que ser prudentes a la hora de pensar en un traslado automático de los votos de Milei.

NADIE ES EL DUEÑO DE LOS VOTOS (Y NO NOS CREAN TANTO). Algo que vuelve a dejar en claro la elección de ayer es que nadie es el dueño de los votos. Los votos son de los ciudadanos, que en su gran mayoría (no todos, pero la gran mayoría) eligen libremente y con independencia de los aparatos políticos. Y con la irrupción de las redes sociales, se está licuando la influencia que los medios de comunicación tradicionales tenían sobre los votantes. Ahora, cuando se empiece a especular con alianzas entre dirigentes para evitar que gane otro candidato, mejor no creérselo. Nadie va a obedecer órdenes de votar a alguien que no le guste. Ni tampoco nos crean tanto a los periodistas, los encuestadores y los analistas, que estamos todos tan arrollados por este cambio tecnológico que necesitamos una brújula para descifrar los tiempos por venir.

Escribe un comentarios