Mendoza

Newsletter con advertencia / Newsletter de Mauricio Llaver

Argentina Campeón. Devaluar o no devaluar. Sergio Massa y la Expedición a Sicilia. Ojo con los salvadores de la patria. Poesía inconclusa. Así da gusto pagar impuestos. Malgastar la plata ajena. Y un vino, por supuesto.

25 de octubre 2020

ADVERTENCIA: Si el lector quiere leer algo gratificante, vaya directamente al final. Hacia la recomendación del vino, digo, hoy más necesario que nunca. El resto es una historia de incertidumbre, desazón, de fórmulas gastadas y de aroma a final complicado. No diga que no le avisé.

ARGENTINA CAMPEÓN. Dólar a $ 195, con brecha del 149% entre el oficial y el blue; en cinco semanas, moneda devaluada en 48,5% (64 pesos); la cuarentena más larga del mundo (y en extensión); más de un millón de contagiados de Covid; más muertos por millón de habitantes que Italia; segunda mayor caída económica en pandemia de América Latina (menos mal que siempre nos salva Venezuela); salarios mínimos en niveles haitianos. Señores, a ponerse la celeste y blanca y gritar (sin orgullo): Argentina Campeón.

DEVALUAR O NO DEVALUAR (ARRIAZU). Ricardo Arriazu es un gran macro-economista, hombre de consulta permanente de las grandes empresas y no tanto, lamentablemente, de los gobiernos. Esta semana dejó las siguientes definiciones sobre la hora que vive la Argentina: “Lo peor que pueden hacer es devaluar (…) Una devaluación bien hecha se traslada a precios en un 90% en el transcurso de dos meses, y una devaluación mal hecha se traslada 110% a precios en semanas”. “El Gobierno tiene instrumentos todavía para continuar con su política y son conscientes de que mover el tipo de cambio puede traer enormes problemas sociales (…) Están embromados, pero tienen margen. Si no cambian la confianza, sí se van a quedar sin instrumentos”. Nada que agregar. 

SERGIO MASSA Y LA EXPEDICIÓN A SICILIA. Entre los años 415 y 413 A.C., durante la Guerra del Peloponeso, Atenas cometió uno de los errores más grandes de la historia: designó tres jefes para una incursión a Sicilia contra los espartanos, que terminó en un desastre absoluto (uno de los jefes, Alcibíades, terminó traicionándolos y refugiándose en Esparta). Desde entonces, la “Expedición a Sicilia” se utiliza como una metáfora de lo que no se debe hacer en materia de liderazgo. De hecho, Juan Domingo Perón, lector de la historia militar, aseguraba que era mejor tener un solo conductor malo que dos buenos, porque la conducción debía estar siempre en una sola persona. En los últimos días, en los análisis políticos se habla de un incipiente papel de Sergio Massa en las decisiones del gobierno, que se sumaría a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner. Es decir, en lugar de pensar en cuál de los dos es el que gobierna, ahora vamos a pensar en cuál de los tres es el que toma las decisiones. O estamos a las puertas de inventar la nueva pólvora, o vamos hacia mayores problemas.

UN CLIMA QUE LLEVA A LA NADA MISMA. Las encuestas empiezan a reflejar un hartazgo contra la clase política en general. Se reedita algo similar al 2001 y ciertos personajes mediáticos empiezan a parecer una opción válida para algunos ciudadanos. Es hora, entonces, de decir esto: cuidado con los salvadores de la patria, con los que prometen que se va a salir con soluciones mágicas, sin acuerdos amplios y sin esfuerzo. Y recuerdo la obviedad más grande de todas: que siempre alguien nos tendrá que gobernar, y si queremos que se vayan todos mejor sepamos primero con quiénes los vamos a reemplazar. “Claro como una lámpara, simple como un anillo” (Neruda).

POESÍA INCONCLUSA. Latam, Qatar Airways, Air New Zealand, Emirates, Norwegian, Brightstar, Danone, Sodimac, Falabella, Glovo, Walmart, Uber Eats…

ASÍ DA GUSTO PAGAR IMPUESTOS. El portal Memo Diario (memo.com.ar) tiene una sección altamente interesante, que reproduce los nombramientos en el Estado a partir de su publicación en el Boletín Oficial. Esta semana dio cuenta de la buena nueva para la mendocina Paloma Colombo Sola, a quien debo reconocer que no conocía, pero yo soy medio distraído. Aunque lo que importa es su nuevo cargo, en el gobierno nacional, de vital importancia para el futuro del país: “Coordinadora de Programas para la Calidad Universitaria de la Subsecretaría de Fortalecimiento de Trayectorias Estudiantiles de la Subsecretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación”. Así da gusto pagar impuestos.

TOTAL, LA PLATA NO ES MÍA. (Manuel de Paz, Diario Uno). “El estadio cubierto Arena Aconcagua, ese paquidermo blanco que fue fruto de ‘un metejón’ del ex gobernador Francisco Paco Pérez (2011-2015), realizado sin estudios serios de mercado ni la debida previsión sobre su mantenimiento, está inutilizado desde hace nueve meses y todo indica que seguirá así por uno o dos años. (…) El costo mensual de mantenimiento supera los $1.500.000 (…) Euclides Bugliotti, dueño en la capital cordobesa del Orfeo Superdomo, ha anunciado que lo hará demoler porque por efectos de la pandemia no puede sostener los onerosos gastos fijos ($1.700.000 al mes en impuestos y servicios) (…) Como el Orfeo es un emprendimiento privado, no habría mayores problemas (…) Distinto es el caso del Arena Aconcagua, que es un edificio estatal, pagado con dineros públicos, y sobre el cual es casi imposible tomar una decisión ejecutiva como ha dispuesto Bugliotti (…) Bugliotti puede ser práctico y no perder plata. Su plata. (…) Algunos que manejan el Estado, en cambio, están convencidos de que pueden darse el lujo de perder dineros que son de todos, y entonces se dan gustos personalísimos que poco tienen que ver con las necesidades imprescindibles”.

EL DESANGRE LENTO DEL EXILIO. Todos los exilios son desgarradores, y la mayoría de nosotros tiene alguna historia de un abuelo que dejó todo para llegar acá, con una mano atrás y otra adelante. Pero no nos vamos a poner lacrimógenos ahora. Lo que importa es observar que un siglo después de aquellas epopeyas inmigratorias, la Argentina está viviendo un lento desangre emigratorio. Nos rifamos el esfuerzo de todos ellos, y sus descendientes perciben que aquel país se agotó. Es terrible, porque el detonante no es sólo una crisis puntual (como la de 2001) sino la suma de muchas crisis, que han provocado una suerte de fatiga de esperanzas en el futuro del país. En esta ocasión con un agravante: que no sólo se van los desesperados sino muchos argentinos ilustrados, con su talento, su creatividad y sus capitales, por lo cual el efecto de la pérdida será mayor. Si se van los que podrían generar trabajo para sacarnos del vendaval, ¿con quiénes vamos a afrontar el vendaval?

Y UN VINO, POR SUPUESTO (¡AHORA MÁS NUNCA!). Bodegas Bianchi es una empresa familiar de 96 años que, como muchas empresas de ese tipo, en un momento tuvo dificultades de manejo entre una mayor cantidad de miembros de la familia y las exigencias de un mercado muy competitivo. Entonces hicieron una cosa inteligentísima: mantener a la familia como accionista pero delegar el management en un equipo profesional. Y lo bien que hicieron. Desde hace unos años, Bianchi es una máquina de renovarse, de invertir y de lanzar y recrear productos, con una particularidad: en cada presentación, presencial o virtual, siempre están representados los miembros de las familias Bianchi y Stradella (los accionistas) y el equipo profesional, entre ellos el CEO Rafael Calderón, los enólogos Silvio Alberto y Sergio Pomar, y el agrónomo Pablo Minatelli. Hay una fuerza, un respaldo y una unidad de acción que se expresa con toda claridad. En Bianchi están haciendo tantas cosas con marcas nuevas y tradicionales que ya no se sabe si hablar de lanzamientos o re-lanzamientos. Pero lo que importa es que todos sus vinos están dirigidos a paladares modernos sin perder el encanto de su tradición. Eso se nota en la línea Bianchi Particular cosecha 2018, recién aparecida, compuesta por Cabernet Franc, Malbec, Cabernet Sauvignon (ojo con los Cabernet Sauvignon de San Rafael) y un fresco Merlot, frutado y bienvenido para su reinstalación en el mapa de los vinos argentinos.

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