–¿Cómo siguió Yoga por los Caminos del Vino durante la cuarentena?
-Ante la obligación de suspender los eventos programados durante el otoño, ideamos algunas propuestas on line. Creamos una tarjeta de regalos, nuestra “Gift Card Yoga Rosé” (aún vigente); colaboramos con una empresa mexicana de retiros de yoga; brindamos un taller sobre “Bienestar” invitados por la Dirección Territorial de Empleo y Capacitación del Gobierno de Mendoza, y, en el Día Internacional del Yoga, ofrecimos una práctica con seis maestros, vía Facebook Live y en nuestro canal Youtube, desde el lodge Entre Cielos.
-¿Cómo es la nueva propuesta presencial?
-Aprovechando que las bodegas abrieron sus restaurantes, nos asociamos con ellas para ofrecer clases de yoga seguidas de su propuesta gastronómica habitual. Readaptamos nuestro formato original de eventos con numeroso público y brindis compartido, para movernos según las disposiciones vigentes en el marco de la emergencia sanitaria. Hoy, de manera regular y permanente, se brindan clases de yoga en cinco bodegas locales: Bressia y Terrazas de los Andes a media mañana, para continuar con un súper brunch; y en Trez Wines, Club Tapiz y Santa Julia, por las tardes, previo a un servicio de té.
-¿Cómo ha sido la respuesta del público?
-Las personas han recibido esta noticia con mucha alegría y llaman entusiasmadas averiguando cómo proceder. Somos precavidos y queremos ir de a poco, por lo que admitiremos en esta primera etapa solamente diez personas por clase, con distanciamiento social y aplicando todos los protocolos vigentes.
-¿Tenés algún proyecto nuevo para este año?
-Nuestro gran paso este año ha sido establecer el producto de manera regular en las bodegas. Estimamos ampliar la oferta a nuevos escenarios y, si la situación sanitaria lo permite, retomaremos las fechas programadas con mayor público hacia el verano. En unos días más presentaremos una nueva web a fin de ofrecer mayor información y mejorar el contacto con nuestros seguidores.