El último informe de Morgan Stanley, corrigió a la baja el pronóstico de inflación y mejoró la expectativa de crecimiento económico para el próximo año en Argentina. El nuevo dato es menor al 30% y marca una fuerte diferencia con la prevista del FMI que se ubica en 45%.
Según la actualización del informe «Key Economic Forecast», el próximo año la inflación acumulada en nuestro país será del 28,8%. El pronóstico mejora las proyecciones respecto al informe de marzo pasado, cuando Morgan Stanley pronosticaba un IPC del 31,6%. Además, según la actualización del pronóstico, el PBI argentino crecerá el próximo año un 4,4% vs el 3,6% estimado en la medición anterior.
Por otra parte, el gigante financiero modificó sus proyecciones sobre el cierre del año económico en curso para la Argentina: la inflación acumulada en este 2024 será del 122% vs el 207,7% estimado en marzo pasado. Esa estimación, sin embargo, se encuentra por encima de los objetivos que el ministro de Economía, Luis Caputo, anticipó a los representantes de diferentes agencias de Bolsa ante quienes aseguró no sólo que la inflación de este mes se ubicará en el nivel más bajo en lo que va del año –prevé un índice en torno a 3,7%– sino que en septiembre el IPC oscilaría entre 0% y 1%, lo que queda bien por debajo de la estimación del Morgan Stanley.
El pronóstico de inflación de Morgan Stanley para la inflación y el dólar.
Otra corrección realizada por Morgan Stanley indica que, para finales del 2024, el PBI caerá un -3,6%. El informe del mismo agente había indicado en marzo que la economía caería un -3,3%, es decir que empeoró las expectativas.
Qué dijo Morgan Stanley sobre el dólar
Por último, Morgan Stanley pronosticó el precio del dólar. Para 2024, estimó un tipo de cambio oficial de $1207 pesos, en línea con la devaluación oficial del 2% prevista por el propio gobierno. En tanto que, para 2025, estimó el dólar oficial en $1623 pesos.
Qué dijo el Morgan Stanley sobre el plan de Caputo
Morgan Stanley analizó la nueva política monetaria y aportó una mirada disonante con el consenso del mercado respecto del atraso cambiario y la inflación. Según opinó, un ajuste del tipo de cambio oficial en esta instancia del programa significa arriesgar el proceso de desinflación. “No estamos a favor de un ajuste cambiario en esta etapa ya que la relación costo-beneficio puede no ser atractiva dado que puede volver a encenderse la llama de la inflación”, opinó la entidad.
El paper también ponderó la migración de la deuda del Banco Central al Tesoro y el hecho de que a partir de ahora los intereses se deben afrontar con superávit fiscal. “Esto es claramente positivo”, aseguró.
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