Sin categoría

Polémica en EEUU por informe que acusa a la CIA de torturas y engañar a la sociedad

(TELAM) Un informe del Senado estadounidense desnudó y condenó hoy duramente las prácticas más oscuras de la CIA, acusando al organismo de inteligencia de torturar a presuntos islamistas y de mentir a los estadounidenses diciendo que interrogatorios que no dieron ningún resultado ayudaron a salvar vidas.
El tratamiento de detenidos en cárceles secretas en el exterior fue «mucho peor» que lo que el gobierno dijo al Congreso y al público, dijo el informe de la Comisión de Inteligencia del Senado, la primera revisión oficial luego de cinco años de debates sobre el manejo inhumano de prisioneros por parte de la CIA.
Elaborado tras una larga recopilación de documentos y testimonios, el informe aborda los controvertidos procesos de interrogatorio a sospechosos y miembros de Al Qaeda retenidos en instalaciones secretas en Europa y Asia en los ocho años posteriores a los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.
La Comisión divulgó un resumen de 500 páginas que, según dijo, reúne los principales hallazgos y conclusiones que conforman la investigación total, que tiene 6.700 páginas, informó la cadena CNN.
El presidente Barack Obama reaccionó a la publicación del esperado informe con un comunicado en que lo dijo que las prácticas de tortura de la CIA son contrarias a los valores de su país.
«Continuaré usando mi autoridad como presidente para garantizar que nunca más recurramos a estos métodos», agregó el mandatario demócrata, que en 2009 prohibió por decreto las torturas y ordenó el cierre de las cárceles secretas de la CIA en el exterior y de la prisión de Guantánamo, algo, esto último, que no logró hacer.
La senadora demócrata Dianne Feinstein, presidenta de la comisión, calificó el informe de mancha en la historia de la nación.
«Según mi acepción común del término, los detenidos de la CIA fueron torturados», declaró la legisladora.
Entre otras tácticas usadas por la CIA, los detenidos fueron privados de sueño, golpeados y arrojados contra las paredes, confinados en pequeños celdas, aislados durante largos periodos de tiempo y amenazados de muerte, afirmó el informe.
Tres detenidos sufrieron la táctica de ahogamiento simulado conocida como «submarino».
Muchos de los prisioneros desarrollaron problemas psicológicos.
Pero las «técnicas de interrogatorio mejoradas» de la CIA no dieron resultados que la vieran la pena, según la conclusión del informe que más polémica desató.
El documento citó cables confidenciales de la CIA, e-mails y transcripciones de interrogatorios para refutar la justificación de la agencia de que la tortura había ayudado a frustrar atentados y salvado vidas de estadounidenses.
La CIA rechazó los hallazgos del informe.
El texto «cuenta parte de la historia», pero «hay demasiadas fallas como para que sea el registro oficial del programa», dijo el director de la CIA, John Brennan, en un comunicado.
Algunos líderes republicanos del Senado también objetaron el informe, acusando a los demócratas de inexactitudes, de análisis chapuceros y de evidencia recolectada a discreción para llegar a conclusiones prefabricadas e ideológicas.
El programa «ayudó a Estados Unidos a identificar y capturar a destacados terroristas de Al-Qaeda, desmantelar sus planes y acabar con Osama Ben Laden», dijeron el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, y el republicano de más alto rango en la Comisión, Saxby Chambliss, en un comunicado.
Pero el senador republicano y ex candidato presidencial John McCain, que fue torturado en Vietnam como prisionero de guerra, dijo ante el pleno del Senado que las torturas de la CIA «mancharon nuestro honor, hicieron mucho mal y poco bien».
«Lo que podría resultar sorpresivo (…), es qué poco hicieron estas prácticas para ayudar a nuestros esfuerzos para llevar ante la Justicia a los culpables del 11-S y para descubrir y evitar ataques terroristas hoy y mañana», agregó.
Por el contrario, para George Tenet, que era director de la CIA cuando ocurrieron los ataques del 11-S, «el programa condujo a la captura de líderes de Al Qaeda y los eliminó del campo de batalla. Salvó miles de vidas norteamericanas», añadió.
El senador demócrata Harry Reid discrepó diametralmente.
«La tortura no sólo es inmoral, sino que no funciona. No nos da nada, excepto un mal nombre».
El programa fue aprobado mediante una orden secreta del ex presidentre republicano George W. Bush, el antecesor de Obama, en 2002, pero no fue informado por la CIA sobre los detalles hasta 2006.
Ayer, Bush defendió como «patriotas» a los agentes de la CIA que trabajaron durante sus mandatos y dijo que cualquier informe que menosprecie su labor era «muy equivocado».
El «submarino», la privación de sueño, el confinamiento en lugares pequeños y otras técnicas fueron autorizadas luego de la captura del militante de Al Qaeda Abu Zubaydah, en marzo de 2002, pero funcionarios de la agencia agregaron a esa tanda tácticas que no se habían permitido, dijo el informe.
Al menos cinco personas detenidas por la CIA recibieron «rehidratación rectal», una forma de alimentación a través del recto, agregó el informe, que dijo que no se encontró ninguna necesidad de realizar ese tratamiento.
Otros recibieron «baños de hielo» y amenazas de muerte. Al menos tres cautivos fueron amenazados con que sus familias iban a sufrir.
Agentes de la CIA dijeron a otro que iban a lastimar a sus hijos, y a un hombre que iban a abusar sexualmente de su madre.
Zubaydah fue mantenido preso en secreto en Tailandia, en un centro conocido como «Sitio de Detención verde».
Creyendo que Al Qaeda preparaba un atentado y que él tenía información, fue dejado en aislamiento durante 47 días, sin ser interrogado, contó el informe.
Luego fue sometido a una serie de torturas, y más tarde desarrolló trastornos mentales.
Otros prisioneros también fueron aislados en una cárcel en Afganistán llamada COBALTO, donde sólo había un balde como inodoro.
El primer inquilino de ese centro fue Redha al-Najar, un ex guardaespaldas de Ben Laden.
Luego de un mes sin dormir, la CIA encontró que era un «hombre quebrado». Pero, sin embargo, los agentes endurecieron su tratamiento, dándole menos comida, encadenándolo en lugares fríos y entregándole un pañal en lugar de acceso a un baño.
Khalid Sheikh Mohammed, el ideólogo del 11-S, fue sometido al «submarino» 183 veces. Los interrogadores vieron que esto no lo volvía más sumiso, pero lo hicieron 10 veces más, dijo el informe.
 

Escribe un comentarios