Mendoza

Por ahora, todo muy Massa / Newsletter de Mauricio Llaver

Todavía el plan económico está por definirse, mientras hacemos asunciones de cargos fastuosas, seguimos perdiendo dólares del Banco Central, nos sumergimos en un experimento político que no sabemos si va a funcionar, Cristina es acusada de ser jefa de una asociación ilícita, y Batakis se despide consolidando una deuda de US$ 5.000 millones. Mientras, Mendoza se pone complicada con los reclamos estatales, con pronóstico preocupante. Y el gran Sarmiento está más vigente que nunca. Por suerte, siempre nos queda el mundo del vino como refugio, esta vez con un gran libro sobre el Bonarda.

7 de agosto 2022

TODO TODAVÍA POR DEFINIR. Por ahora, el plan económico viene muy al estilo Massa: no se sabe bien qué es. Parece que marcha hacia el orden fiscal, pero faltan las medidas; parece que viene un ajuste de tarifas, pero faltan las medidas; parece que le va a hacer un guiño al campo, pero faltan las medidas; parece que habrá un bono compensatorio por la inflación, pero faltan las medidas; parece que va a ser con “inclusión social”, pero faltan las medidas. Todo parece. Hasta la expectativa general sigue sin definirse, porque el dólar (el primer termómetro que todos miramos) no se movió demasiado. Mientras que el Banco Central vendió otros 700 millones de dólares esta semana, con lo cual la pared para estrellarse está cada vez más cerca. Hay una sensación de que la moneda está en el aire y que puede caer para cualquier lado. O sea, todo muy Massa.

OTRA VERGÜENZA ARGENTINA. La asunción de Massa fue una de las tantas estupideces argentinas que deberían avergonzarnos. Invitaron a quinientas personas a la asunción de un ministro, y armaron un cambalache de amigotes, empresarios de los de siempre, sindicalistas de los de siempre, y Moria Casán. En un momento de crisis gravísima, estuvieron realmente a su altura: una frivolidad desproporcionada e irresponsable, con un triunfalismo sin ninguna base objetiva, que sólo dejó dos datos políticos importantes: el patetismo de Alberto Fernández, con su mutis por el foro en la más completa soledad, y la sonora ausencia de Cristina Kirchner, cuyo poder de tolerancia y/o de daño están intactos. Algún día, la historia argentina recordará que en una de sus más graves crisis económicas y sociales, las imágenes predominantes fueron las siguientes:

MASSA Y EL TRIUNVIRATO DE TRES NÁUFRAGOS. Carlos Pagni, La Nación: “Por debajo de estas dificultades de funcionamiento sigue operando un problema estructural. La relación entre el Presidente, la vice y, ahora, el ministro de Economía. Primer inconveniente: violan el teorema de Nosiglia. En política sólo puede haber pactos de a dos. Nunca de a tres. Segundo reto: se trata de tres náufragos. Ninguno puede ceder un milímetro en beneficio del otro”.

PERDÓN POR EL AUTOBOMBO. Escribí esto el 25 de octubre de 2020 : “SERGIO MASSA Y LA EXPEDICIÓN A SICILIA. Entre los años 415 y 413 A.C., durante la Guerra del Peloponeso, Atenas cometió uno de los errores más grandes de la historia: designó tres jefes para una incursión a Sicilia contra los espartanos, que terminó en un desastre absoluto (uno de los jefes, Alcibíades, terminó traicionándolos y refugiándose en Esparta). Desde entonces, la “Expedición a Sicilia” se utiliza como una metáfora de lo que no se debe hacer en materia de liderazgo. De hecho, Juan Domingo Perón, lector de la historia militar, aseguraba que era mejor tener un solo conductor malo que dos buenos, porque la conducción debía estar siempre en una sola persona. En los últimos días, en los análisis políticos se habla de un incipiente papel de Sergio Massa en las decisiones del gobierno, que se sumaría a Alberto Fernández y a Cristina Kirchner. Es decir, en lugar de pensar en cuál de los dos es el que gobierna, ahora vamos a pensar en cuál de los tres es el que toma las decisiones. O estamos a las puertas de inventar la nueva pólvora, o vamos hacia mayores problemas”. 

ESTO TAMBIÉN PASÓ ESTA SEMANA (CRISTINA). Cristina Fernández de Kirchner está siendo acusada por el fiscal Diego Luciani de ser jefa de una asociación ilícita en la causa Vialidad, por un supuesto direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz en connivencia con Lázaro Báez. Luciani lo definió así: “Al asumir, Néstor Kirchner y luego su esposa, Cristina Elizabeth Fernández, instalaron y mantuvieron una de las matrices de corrupción más extraordinarias que lamentablemente y tristemente se hayan desarrollado en el país”. Los alegatos proseguirán durante las próximas dos semanas, los lunes, martes y viernes.

ESTO TAMBIÉN PASÓ ESTA SEMANA (BATAKIS). Román Lejtman, Infobae: “En su último acto como ministra de Economía, Silvina Batakis viajó por escasas horas a Santa Cruz para firmar una adenda con la gobernadora Alicia Kirchner que destrabó la demorada construcción de las centrales hidroeléctricas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic a un costo de cinco mil millones de dólares que será financiado por tres bancos de China. Es decir: con las reservas del Banco Central en extrema debilidad, y a pocas horas de un nuevo plan económico destinado a obtener divisas frescas para la producción, Batakis cierra su actuación en el Palacio de Hacienda consolidando una deuda con China por un monto de al menos 5.000 millones de dólares”.

MENDOZA, GOBIERNO, SINDICATOS: CHARLEN EN PRIVADO. Mendoza, de cuya capacidad de convivencia nos enorgullecemos, se está poniendo complicada por los planteos sindicales estatales de las últimas semanas. Los sindicalistas tienen razón: los sueldos son bajos. El gobierno tiene razón: hay que mantener las cuentas públicas equilibradas. Y ambas partes están indefensas, porque la inflación y la insuficiencia de los ingresos son producto del gobierno nacional (que, además, discrimina negativamente a Mendoza en su reparto de fondos). Es uno de esos momentos donde lo mejor es no hacer declaraciones públicas y hablar todo en privado, tranquilos, sin cámaras, sin redes sociales. Eso de cortar calles, de que los sindicalistas sean detenidos, no le hace bien a nadie. Y en un momento en que el turismo nos está salvando bastante las papas, puede poner en riesgo esa gran fuente de ingresos, porque las noticias serán leídas afuera como que acá hay desorden, caos, violencia y todo eso. Sin ser del gobierno ni de los sindicatos, también se puede aportar mandando a los chicos a la escuela, porque sería un buen mensaje de que todos queremos que nuestra vida sea lo más normal posible. Ya que vivimos en un país demencial, por lo menos aquí cuidemos nuestra quintita. Dado el clima de estas horas, lo que escribo puede parecer ingenuo, pero no puedo más que desear que probemos con un diálogo sensato, porque de lo contrario todo va a empeorar.

SARMIENTO: EN EDUCACIÓN, NO HAY OFERTA Y DEMANDA. Jaime Correas ha empezado a escribir una columna dominical en el sitio Mendoza Post, que saludablemente posee muchos contenidos de educación. La semana pasada recordó lo siguiente sobre Domingo Faustino Sarmiento, que vale la pena compartir: “En su discurso ante el Congreso de la Nación en 1873 sentenció: ‘No debéis olvidar que en materia de educación se invierten las leyes económicas, solicitándola más los que la tienen y estiman su influencia, y siendo omisos en procurársela los que más la necesitan’. Luego de aludir a que la educación es el único rubro de la vida humana en el que no se aplica la ley económica de la oferta y la demanda, pues quien tiene hambre pide comida y quien se enferma pide salud, remata que quien es ignorante no pide educación. Sigue: ‘La acción del Estado debe, pues, ejercerse en proporción de la necesidad y no de la demanda, dándola a los más ignorantes y costeándola a los más pobres”.

Y UN LIBRO SOBRE EL BONARDA, POR SUPUESTO. En el marco del Plan Bonarda, Roberto González, gerente enológico de Nieto Senetiner, presentó esta semana en San Martín su libro “Bonarda, la historia de un gran vino”. Tuve el honor de que Roberto me pidiera que le escribiera el prólogo, que reproduzco a continuación:

La variedad Bonarda estuvo confundida por un buen par de siglos en la Argentina, pero el que nunca estuvo confundido fue Roberto González.

Conozco a Roberto desde finales de los años 70, cuando fuimos compañeros de la secundaria en la Escuela Vitivinícola Don Bosco, en Rodeo del Medio. Éramos todos adolescentes e inmaduros, pero Roberto era de los que estudiaban sistemáticamente y con seriedad.

Y desde entonces no ha dejado de hacerlo.

Hace más de veinte años, me contó un día que estaba elaborando en Nieto Senetiner un Bonarda de alta calidad, porque estaba convencido de que sus posibilidades en la vitivinicultura argentina eran enormes. A esa curiosidad la fue trasladando al ámbito académico, y de pronto no hubo grupo de estudios, asociación o entidad relacionada con el varietal que no lo tuviera como uno de sus miembros principales.

El trabajo de este libro es imprescindible, porque recorre la historia de la confusión nacional con el varietal. En 1786, primer censo oficial en Mendoza, no se lo mencionaba. En 1912, cuando apareció por primera vez en un texto, el autor sostenía: “No aconsejamos bajo ningún concepto continuar con la plantación de este cepaje”. Recién en 1962 se diferenció Bonarda de Barbera, y hubo que esperar hasta 1968 para que ambas quedaran registradas por separado en un censo vitivinícola oficial.

El camino fue tan extenso que recién en 2008 llegó la confirmación genética de su origen: la variedad Bonarda argentina era el Corbeau francés. Y sus uvas cubrían el 8,3% de la superficie total cultivada de viñedos del país.

Una vez que Roberto despeja las dudas sobre el varietal en la Argentina -con abundantes estadísticas, citas y cuadros- se sumerge en la historia de sus orígenes y la prolonga hasta la actualidad. No la voy a contar aquí, pero hay un muy buen dato “de color”, como decimos los periodistas: una de las denominaciones del Corbeau original era Corbeau Noir, “Cuervo Negro”, por el aspecto que tenían los racimos cuando colgaban de los troncos de los árboles. La vitis vinífera es una planta trepadora, y en el comienzo de los tiempos se la plantaba al lado de los árboles, para que les sirvieran de sostén. Los racimos quedaban suspendidos entre las ramas, y desde abajo se asemejaban a un cuervo de color negro profundo.

Aquel “Corbeau” tuvo un largo recorrido desde la Saboya francesa hasta la Argentina de hoy, donde su mayor plantación está en el Departamento de San Martín, en Mendoza. Este libro lo describe con detalle, gracias al sustento académico y la pasión por la investigación del autor.

El mayor aporte de este trabajo es que será ineludible recurrir a él cuando se hable de Bonarda en la Argentina. Roberto González ha estudiado, ha intercambiado conocimientos, ha viajado, ha experimentado lo suficiente como para dar respaldo a cada una de sus afirmaciones. Solo queda tomar una copa de Bonarda y brindar por la aparición de este libro, cuyo buen aprovechamiento hará que disfrutemos más de este varietal. Seguiremos discutiendo si es “el” o “la” Bonarda, pero estimo que a ese dilema nunca lo vamos a resolver.

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