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Quién es el emprendedor mundial 2015

Mohed Altrad no sabe a qué edad festejó ser el Emprendedor Mundial del Año 2015, premio otorgado por la consultora EY. El fundador y CEO de Altrad Group –líder mundial en la fabricación de mezcladoras de cemento y europeo en la producción de andamios y carretillas– recibió el galardón en una gala celebrada el pasado sábado en Mónaco, donde fue seleccionado entre 65 candidatos de 53 países.
Sin el día de nacimiento registrado en un documento, las pupilas de Altrad traen al presente, parpadeo a parpadeo, el polvoriento desierto de Siria, donde falleció su madre, cuando él tenía cuatro años. Donde murió su único hermano, tras ser abusado por su padre, un poderoso líder de tribu beduina. Donde quedó al resguardo de su abuela, quien pensaba que los pastores de ovejas –destino que había elegido para su nieto– no necesitaban ir a la escuela.
“No sé cómo, pero me levantaba solo todas las mañanas antes que ella y me escapaba a las clases”, recuerda, en diálogo exclusivo con Apertura.com. Tras enterrar los pies en las dunas hervidas por el sol, espiaba a través del agujero de una pared lo que ocurría en una tienda convertida en escuela, hasta que un día sus compañeros de clase lo enterraron en la arena, con el deseo de matarlo. “Ese día dije que sería el mejor”, continúa Altrad. Por sus buenas calificaciones, obtuvo una beca para estudiar en Montpellier, Francia, aunque, por casi no conocer el idioma, entendía solo el 10 por ciento de lo que hablaban los profesores. Logró un doctorado en Ciencias de la Computación e hizo carrera en multinacionales.
Mohed Altrad no sabe a qué edad festejó ser el Emprendedor Mundial del Año 2015
Gastó sus ahorros para adquirir, en 1985, una empresa en bancarrota que fabricaba mezcladoras de cemento. Amplió la oferta –también produce andamios y carretillas– y, tras incluir a otras firmas, en 2014 Altrad Group generó ventas por US$ 959 millones y actualmente emplea a 7300 personas, en 110 subsidiarias alrededor del mundo.
Además, en 2011, tras un pedido del alcalde de la ciudad, se hizo cargo del club de rugby Montpellier, del cual hoy es dueño. Con un banderín de Francia en una mano y el premio de EY en la otra, Altrad tomó la palabra, ante el aplauso de quienes colmaban la Salle des Etoiles, en Mónaco. “Quiero dedicar este premio a todos, ya que el objetivo de la vida es ayudar a la humanidad. Mi historia debería decirle a cualquiera que uno puede cambiar su destino”, dijo. El legado también quedó escrito: tardó 40 años en escribir Badawi, su autobiografía novelada, hoy de enseñanza obligatoria en muchas escuelas francesas.

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