Dilma Rouseff se pronunció luego de que la Cámara de Diputados aprobara el juicio Político en su contra. «Tengo la conciencia tranquila», repitió una y otra vez la mandataria en su primer discurso tras la decisión. El futuro del proceso en su contra ahora deberá ser aprobado por el Senado. Si el impeachment sigue su curso, será desplazada del cargo por los 180 días que dure el juicio.
«No me dejaré abatir, no me voy a paralizar por esto, voy a continuar luchando y voy a luchar como lo hice toda la vida», dijo Rousseff en una rueda de prensa en el palacio gubernamental de Planalto. «Están torturando mis sueños, mis derechos, pero no van a matar mi esperanza, porque sé que la democracia está del lado correcto de la historia», añadió.
Visiblemente enojada, la mandataria afirmó que siempre luchó: «En el pasado enfrenté la dictadura por convicción y ahora enfrento este golpe de Estado por convicción». «Ningún gobierno será legítimo así, el pueblo no podrá sentirse representado», advirtió la presiente.
«La imagen que se transmitió al mundo es la del abuso de poder, falta de compromiso con las instituciones y con las prácticas éticas y morales», afirmó Rousseff.
Para la mandataria, están cometiendo una injusticia con ella. «Están condenando a una inocente», repitió una y otra vez. Es que según la izquierdista, los actos que se le imputan son los mismos que practicaron todos los otros presidente brasileños pero nunca fueron catalogados de crímenes o ilegalidad.
Michel Temer, su vicepresidente también recibió su repudio. «A las sociedades no le gustan los traidores. Y lo que hace este vicepresidente como este es horrible», sentenció. «No comenzó el fin, recién comienza la lucha», dijo Rousseff y afirmó que defenderá el 54% de votos que obtuvo en las elecciones.
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