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La Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia difundió los últimos datos sobre la actividad económica de Córdoba. Según se comunicó, el Índice de Actividad Económica mostró que en mayo de este año hubo un crecimiento del 2,6%  respecto a igual periodo del año anterior.
Asimismo, teniendo en cuenta la variación acumulada del año respecto a igual periodo del año anterior el InAEC arrojó una variación positiva del 3,37%. El indicador desestacionalizado de mayo de 2015 evidenció una disminución de 0,12% relativo al mes inmediato anterior.
Así le fue a la industria, el comercio, el agro y los servicios públicos
Estadísticas y Censos también elabora indicadores sectoriales, para conocer el desempeño en la actividad industrial, el comercio, el agro y los servicios públicos.
Industria: según el Indicador de Actividad Industrial (ISICor) en el mes de mayo de 2015 la actividad económica mostró un incremento de 0,58% con respecto a igual periodo del año anterior. Considerando la variación acumulada del año respecto a igual periodo del año anterior el ISICor arrojó una variación negativa del 2,70%.
Comercio: según el ICCor en el mes de mayo de 2015 la actividad económica mostró una disminución de 13,01% con respecto a igual periodo del año anterior. Considerando la variación acumulada del año respecto a igual periodo del año anterior el ICCor arrojó una variación negativa del 8,60%.
Agro: según el Indicador de Actividad Agropecuaria (ISACor) en el primer trimestre de 2015 la actividad económica mostró crecimiento de 20,74% con respecto a igual periodo del año anterior.
Servicios públicos: según el Indicador de Servicios Públicos (ISPCor) en el mes de mayo de 2015 la actividad económica mostró un aumento de 0,96% con respecto a igual periodo del año anterior. Y de 3,47% considerando la variación acumulada del año respecto a igual periodo del año anterior.

El Instituto de Estudios de la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), que depende de la Fundación Mediterránea, publicó un informe de coyuntura en el que describe tres escenarios posibles que los hombres de negocio y la sociedad en general pueden ir evaluando de cara a 2015 dependiendo de qué tipo de políticas se apliquen y cómo esto impactará en variables clave como el dólar, la inflación y la actividad en general.
De todos modos, la conclusión final es que, en cualquier escenario, las noticias no son las mejores y sólo se puede esperar un acomodamiento de la economía y una leve mejora. “En cualquiera de los escenarios descriptos, la tasa de devaluación y los niveles de inflación probablemente superen los niveles registrados en los últimos meses. Respecto del nivel de actividad económica, más allá de los distintos escenarios, resulta muy difícil esperar un fuerte repunte durante 2016. De esta forma, en los distintos escenarios el 2016 apuntara ser un año difícil de transitar desde el punto de vista de la macroeconomía”, resume el análisis firmado por el investigador Gustavo Reyes.
Según Reyes, el 2016 partirá sobre la base de un ejercicio actual que “finalizará con un nivel de actividad estancado en promedio, la tasa de inflación anual hacia fines de año se ubicará en un rango entre el 25% y 30% y el tipo de cambio (oficial) con un importante y creciente atraso” a lo que se suman “otros importantes desequilibrios (muy relacionados a los anteriores) como el rojo cada vez más intenso de las cuentas públicas, el elevadísimo monto de subsidios económicos, el atraso en las tarifas públicas y el deterioro de las cuentas externas del país y del balance del Banco Central (fuerte expansión de sus pasivos)”.
En ese contexto, los tres escenarios posibles son los siguientes:
1)PASIVO
El Gobierno mantiene la actual tendencia de la economía asumiendo que la misma de a poco va mejorando ya que, comparando el 2015 con el 2014, si bien bajo el signo del estancamiento, ya quedó atrás el proceso contractivo del año pasado mientras que la tasa de inflación ha bajado un importante escalón.
Los problemas de este escenario son varios. La actual desaceleración en la tasa de inflación no es fruto de una mejora en la economía sino de la debilidad de la actividad económica (recesión y estancamiento) y del creciente retraso del tipo de cambio respecto de la inflación. Esto, sumado a los desequilibrios que deja 2015, hacen muy difícil la sostenibilidad en el mediano plazo.
Por este motivo, es dable esperar que bajo este escenario el nivel de actividad económica probablemente vuelva a ser negativo en 2016, con una aceleración inflacionaria y fuertes presiones en los mercados cambiarios.
2) GRADUAL O PLAN “HONEY MOON” (Luna de miel)
El nuevo gobierno afronta los desequilibrios con un plan económico basado en medidas que se aplican a lo largo del tiempo. Las tarifas púbicas empiezan a ajustarse por encima de los niveles de inflación mientras que los salarios del sector público y las jubilaciones siguen creciendo pero a un ritmo menor que la recaudación. Con estas medidas, las cuentas fiscales reducen su continuo deterioro y comienzan a mejorar lentamente aunque se mantendría la fuerte dependencia del financiamiento monetario y/o con deuda.
Bajo este esquema es clave una rápida reactivación de la economía para cerrar lo más posible la brecha fiscal y reducir la dependencia del financiamiento monetario (inflación). En este escenario, la brecha cambiaria no desaparecería rápidamente porque el ajuste del tipo de cambio también es gradual. Si bien se podría legalizarse el dólar “blue” para determinadas transacciones (¿turismo, exportaciones de economías regionales?), la brecha de este dólar con el actual dólar oficial no es probable que desaparezca rápidamente. No obstante, a lo largo del año, la tasa de devaluación debería claramente superar a la tasa de inflación de forma de ir reduciendo gradualmente el atraso en el tipo de cambio real (poder adquisitivo del dólar).
El gran problema es que la rápida reactivación de la economía que requiere este tipo de planes puede encontrar un serio escollo que lo termine debilitando. Este escollo es el nivel de la tasa de interés que tampoco puede bajar rápidamente. ¿Por qué? “Para que la gente mantenga sus activos en pesos (y no se dolarice), la tasa de interés en pesos debe superar a la devaluación esperada del tipo de cambio y ésta última debe ser a su vez superior a la tasa de inflación de la economía para que gradualmente vaya eliminándose el atraso cambiario. Por este motivo, si la tasa de inflación se mantiene alta, la devaluación esperada del tipo de cambio y a su vez la tasa de interés también se van a mantener elevada dificultando la reactivación de la economía”, explica Reyes.
Por estos motivos a este tipo de planes se le suele denominar planes “Honey Moon” ya que inicialmente al no tomar medidas abruptas de ajuste, la economía disfruta un período de luna de miel donde pueden entrar capitales y la economía comienza a reactivarse. Pero en la medida que la mejora en las cuentas fiscales se demora y la inflación y el atraso cambiario no bajan lo suficiente, este efecto puede comenzar a diluirse y con él la reactivación de la economía poniendo en peligro nuevamente la mejoría alcanzada en la denominada “luna de miel” (“Honey Moon”).
En este esquema el nivel de actividad económica para 2016 probablemente sea expansivo durante el primer semestre seguido de un crecimiento bastante menor en la segunda parte del año que es donde la luna de miel comienza a agotarse en la medida que la tasa de inflación no baje lo suficiente a pesar del paso del tiempo y comience a estancarse la eliminación del retraso cambiario. En este escenario, la tasa de inflación se acelera un poco respecto del 2015 debido a la mayor tasa de devaluación del tipo de cambio pero podría continuar en niveles inferiores a los de fines del 2014. Con respecto al tipo de cambio, la mayor tasa de devaluación comienza a reducir el atraso cambiario respecto del 2015, pero no se elimina a lo largo del año. Este lento ritmo de eliminación del atraso cambiario podría deteriorar el proceso expansivo de la economía hacia fines del segundo semestre.
3) ESCENARIO DE SHOCK O PLAN “MOON HONEY”
El nuevo gobierno afronta los desequilibrios mediante fuertes medidas que se implementan en el corto plazo. En este esquema es más probable la unificación del mercado cambiario que se produce con una fuerte devaluación inicial que es acompañada con un importante aumento de tarifas públicas (probablemente manteniendo los subsidios a familias con escasos recursos) y un férreo control del gasto público.
En este contexto, las cuentas fiscales y externas podrían mejorar sustancialmente a lo largo del año y por lo tanto, el grado de dependencia del impuesto inflacionario podría bajar considerablemente. Como antítesis del escenario anterior, a este tipo de esquema podría llamársele “Moon Honey” ya que la etapa complicada está al principio y luego de pasar la misma viene el premio (“Honey”) una vez que los desequilibrios comienzan a corregirse.
Bajo este esquema, el primer semestre del 2016 es un período bastante complicado con caída en el nivel de actividad económica y fuerte ascenso de la inflación debido al salto cambiario (necesario para eliminar la brecha con el dólar blue) y al ajuste tarifario. Pasados estos complicados momentos, el tipo de cambio debería estabilizarse y la tasa de inflación bajar sustancialmente al tiempo que la economía comenzaría a recibir capitales externos y volvería a expandirse nuevamente en el segundo semestre.
El año 2016 en promedio probablemente terminaría con una tasa de inflación superior a la de fines del 2015 pero con una inflación mensual en el último trimestre bastante baja. El atraso cambiario debería ser revertido en la primera parte del año y luego, con el retorno de los capitales externos, el problema sería cómo lidiar con el exceso de dólares. Claramente en este escenario y a diferencia de los anteriores, la economía podría terminar el 2016 con excelentes perspectivas para el 2017.
El gran problema de este esquema son los riesgos a corto plazo del ajuste inicial tanto del tipo de cambio como de las tarifas. Un escenario de este estilo requiere previamente un fuerte apoyo desde diferentes sectores que garantice la sobrevivencia durante el período de ajuste. De esta forma, bajo este esquema es imprescindible el apoyo de los organismos internacionales de crédito para fortalecer las reservas del Banco Central (u$s 15 o 20 mil millones?), del sector financiero para poder refinanciar buena parte de las obligaciones tanto del Banco Central como del Tesoro Nacional y del arco político y sindical para sostener socialmente el importante ajuste en los salarios reales luego del ajuste cambiario y tarifario.

Un informe elaborado por el economista Gustavo Reyes del IERAL de Fundación Mediterránea advierte sobre evidentes claroscursos en la economía argentina actual: mientras algunas variables ‘micro’ han mejorado, “por debajo de la superficie los desequilibrios macroeconómicos se acentúan, en una dinámica que resulta insustentable en el tiempo”.
El documento señala que, cuando se comparan los datos del primer trimestre del 2015 con los del tercer trimestre de 2014, “se observa un lento camino de recuperación y por lo tanto, podría deducirse que ya no resulta necesario el ajuste en determinadas variables que parecía tan evidente unos pocos meses atrás”.
Entre otras cosas, Reyes sostiene que mientras la economía caía a un ritmo del 2,2%, la inflación anual ascendía a 40% y el dólar “blue” subía 7,7% mensual al cierre del tercer trimestre; ahora la actividad crece al 1,4%, el aumento del costo de vida se desaceleró al 30% y la cotización paralela de la divisa estadounidense se reduce 0,7% mensual.
“Por un lado, la recesión del 20145 junto con la tranquilidad del mercado cambiario, lograron desacelerar un poco la tasa de inflación. Por otro lado, este menor ritmo de aumento en los precios junto con la tranquilidad en el mercado cambiario y expectativas favorables para el 2016, permitieron un freno al proceso recesivo y una leve recuperación en el nivel de actividad”, explica Reyes.
Sin embargo, advierte que “los desequilibrios macroeconómicos se han profundizado y se materializan en una dinámica que no resulta sostenible en el tiempo”.
Las cinco variables ‘macro’ complicadas son las siguientes:
1) GASTO PÚBLICO: desde 2007 hasta la actualidad, el ritmo de aumento del gasto público ha sido mayor que el de la recaudación, generando déficits crecientes en las cuentas fiscales. En los primeros meses de 2015 este desfasaje se mantiene, ya que el aumento en las erogaciones (42%) continúa muy por encima de la recaudación (30%). Estos desequilibrios han generando, además de las recientes emisiones de deuda por parte del Tesoro, una creciente demanda de fondos al Banco Central.
2) SUBSIDIOS: buena parte del problema fiscal es explicado por la dinámica de los subsidios económicos, que a su vez se originan en el fuerte atraso de las tarifas de los servicios públicos. Tomando como base el mes de diciembre de 2001, el promedio de precios en Argentina aumentó a 12.38 en abril de 2015 mientras que los precios regulados crecieron solamente a 3.2.
3) BALANCE COMERCIAL: tomando como base la evolución de las exportaciones e importaciones en los últimos 4 meses, la Balanza Comercial de 2015 se proyecta a un déficit de 383 millones de dólares, comparado con un superávit de 6,6 mil millones de dólares el año pasado.
4) TIPO DE CAMBIO: Gran parte de la pobre performance de las exportaciones se relaciona con el bajo poder adquisitivo del tipo de cambio (atraso cambiario) y éste a su vez, con el notorio desequilibrio entre las tasas de devaluación y de inflación mensuales.
5) BANCO CENTRAL: las cuentas del Banco Central también presentan una dinámica muy difícil de mantener. En los pasivos, la deuda remunerada (Lebacs) creció 153% entre enero de 2014 y mayo de 2015; mientras que en los activos, si bien el stock de reservas se ha recuperado, lo ha hecho básicamente a través de endeudamiento externo del sector público. Las compras acumuladas del año hasta el 15 de mayo representan solamente el 67% de las realizadas en el mismo período durante 2014. Todo esto pone en riesgo el balance de la entidad financiera madre.
“Hasta las elecciones generales de octubre, difícilmente se vean avances, pero claramente la nueva administración que gobierne a partir de 2016 deberá atacar estos problemas rápidamente para poder encauzar la economía y evitar nuevos episodios de tensiones financieras y recesivas”, finaliza el informe de Reyes.

El Indicador de Actividad Económica de Córdoba (INAEC), que elabora mensualmente la Dirección de Estadísticas y Censos de la Provincia, arrojó un crecimiento del 4,6% en febrero con respecto al mismo mes del año pasado y del 0,9% desestacionalizado en comparación con enero, llevando así al primer bimestre a cerrar con una recuperación del 1,5% en relación a igual período de 2014.
Febrero mostró así un cambio de tendencia en relación al arranque del año, que había sido con una baja del 1,3%, por lo que aún no se puede hablar de una tendencia clara en cuanto al comportamiento de la economía provincial.
13 cuadrito inaec febrero
Además, el análisis por sectores muestra que si bien todos tuvieron un buen febrero, el acumulado del primer bimestre arroja que continúa la recesión.
Por caso, la Industria mostró un aumento de 3,2% con respecto a igual periodo del año anterior y 11% contra enero, aunque la variación acumulada es negativa en un 4,8%.
El Comercio , por su parte, sigue por el tobogán: aunque mejoró 2,1% respecto a enero, cayó 4,4% interanual y 12,5% contabilizando los dos primeros meses.
Los servicios públicos, por su parte, tuvieron todos números «en rojo»: 4,3% de caída contra enero, – 8,9% contra febrero de 2014 y – 8,8% contra el primer bimestre de ese mismo año.

(DyN) – La producción industrial bajó 1,6 por ciento en marzo y acumuló 20 meses consecutivos de caída, a partir de un permanente retroceso del sector automotor, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
De esta forma, al cierre del primer trimestre la industria manufacturera mostró una contracción de 2 por ciento frente al mismo período de 2014. Con relación a febrero, la industria tuvo una retracción de 0,6 por ciento.
El sector automotor sufrió una nueva caída, esta vez de 10,1 por ciento y cerró el primer trimestre con un retroceso de 16,3 por ciento. El sector textil exhibió un comportamiento similar con una disminución de 11 por ciento en el mes y 11,7 por ciento en el acumulado desde enero.
Por su parte, la siderurgia tuvo una baja de 7,8 por ciento en febrero en forma interanual y completó el primer trimestre del año con una disminución de 4,2 por ciento con relación al mismo período de 2014.
En tanto, la producción de alimentos se redujo 3,5 por ciento, siendo las bajas más destacadas las que se produjeron en yerba mate y té (4,1 por ciento), lácteos (4 por ciento) y bebidas (9,7 por ciento). En el trimestre la contracción acumulada alcanzó a 1,4 por ciento.
En edición e impresión se detectó una caída de 8,8 por ciento en el mes, que colocó el trimestre con un retroceso de 6,4 por ciento. La producción de productos químicos se redujo 3 por ciento en el mes y 2,4 por ciento en el trimestre. La caída generalizada de ocho sectores sobre 11 medidos se compensó por una fuerte suba de 24,6 por ciento en la refinación de petróleo. Desde enero este segmento tuvo un crecimiento de 9,3 por ciento.
También avanzó la producción de materiales para la producción que subió 8,8 por ciento en el mes y 7,4 por ciento en el acumulado desde enero. El tercer rubro en alza fue caucho y plástico con expansión de 1,6 por ciento, pero en el trimestre quedó en rojo con baja del mismo porcentaje.
Pese a esto, el INDEC asegura que la economía está repuntando. Concretamente, informó que la actividad creció 1,4 por ciento en febrero con relación al mismo período del año pasado. En tanto, frente a enero el PBI tuvo un incremento de 0,9 por ciento.
Los datos corresponden al Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), que el INDEC difunde todos los meses a modo de adelanto de la información de la evolución del PBI que se da a conocer trimestralmente.
Debido a esta situación, es que el informe del INDEC no precisa que sectores de la economía motorizaron el crecimiento. La suba de 1,4 por ciento es la más alta desde febrero de 2014 cuando había sido de 1,5 por ciento, siempre en comparaciones interanuales.
De acuerdo con datos del INDEC puede inferirse que la expansión de la economía fue producto del consumo interno, dado que tanto el sector externo como la industria exhibieron caídas.
En febrero, la industria exhibió una caída de 2,2 por ciento, a partir del continuo retroceso del sector automotor. En tanto, las exportaciones se desplomaron 25 por ciento al igual que las importaciones. A su vez, las ventas en supermercados y shoppings registraron mejoras de 10 y 16 por ciento respectivamente.
Siempre de acuerdo con la información del INDEC, otro sector que dio cuenta de un repunte en febrero fue la construcción, que mejoró 8 por ciento respecto al mismo período de 2014.
El gobierno nacional proyectó para 2015 un crecimiento de 2,8 por ciento, mientras que para los economistas del sector privado la economía se mantendría en niveles similares a los del año pasado. El FMI en su último informe de coyuntura pronosticó una caída de la economía de la Argentina del orden de 1,3 por ciento, por la baja en el precio de los commodities.

(DyN) – La producción de las pequeñas y medianas industrias (PyMEs) cayó 4,7 por ciento interanual en marzo y acumula 20 meses consecutivos a la baja, reportó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
Con ese resultado, el sector acumuló una caída promedio de 4,5 por ciento interanual en el primer trimestre del año.
El reporte corresponde a la Encuesta Cualitativa Industrial mensual que realiza la entidad, según la cual las bajas interanuales más acentuadas se registraron en Productos de metal, maquinaria y equipo (-7,8%), Madera y muebles (-6,3%), Papel, Cartón, edición e impresión (-6,2%), Productos de caucho y plástico (-5,9%), y Calzado y marroquinería (-5,1%).
«El panorama general para la industria PyME sigue siendo recesivo, afectado por la menor demanda, costos en alza, deterioro en la rentabilidad, dificultades para conseguir algunos insumos, y un estiramiento en la cadena de pagos que complica la situación financiera», explicó la CAME.
La encuesta estableció además que «3 de cada 10 industrias declaró que se deterioró su cadena de pagos, con atrasos preocupantes. A su vez, la falta de insumos en algunos sectores está demorando las entregas de los proveedores y complicando la venta justo cuando más liquidez necesita el industrial».
Marzo fue un mes «regular» para el 60,8% de las industrias consultadas y entre «malo» y «muy malo» para el 12,2%.
A pesar de ese contexto, la CAME mencionó que «hubo dos datos positivos. Por un lado, se redujo la cantidad de industrias con caídas anuales en sus niveles de producción, aunque todavía son una minoría las que crecen. Por otro, mejoraron levemente las expectativas y más empresarios esperan que en los próximos seis meses la producción pueda repuntar».
Sin embargo, la rentabilidad «sigue comprometida, y en marzo el aumento de costos promedio industrial fue 2,7 por ciento. La mayoría no trasladó inmediatamente a precios finales esas subas, sino que lo irá haciendo siguiendo el pulso de la demanda», aseguró el informe.
En cuanto a las inversiones, éstas «siguen frenadas, y cayó a sólo 11 por ciento el porcentaje de industrias con desembolsos previstos para este año. La mayoría de esas inversiones son para ampliar la oferta y no la capacidad tecnológica», puntualizó la encuesta.

(DyN) – La economía argentina tendrá crecimiento nulo este año, estimó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que revisó a la baja su proyección anterior para el país, que preveía una mejora de 1 por ciento.
La tendencia a la baja también se estimó para la región, que tendrá un crecimiento de 1 por ciento durante el año en curso, en lugar del 2,2 por ciento que había previsto el organismo de Naciones Unidas en su informe anterior, de diciembre pasado.
«Esta revisión refleja un entorno global caracterizado por una dinámica económica menor a la esperada a fines de 2014. Con excepción de Estados Unidos, las proyecciones de crecimiento han sido revisadas a la baja en los países industrializados, y las economías emergentes se siguen desacelerando», indicó la CEPAL a través de un comunicado.
A nivel subregional, el organismo proyectó una tasa de crecimiento cercana a cero para América del Sur, mientras que en Centroamérica y México alcanzaría 3,2 % y en el Caribe 1,9 %.
Argentina tendrá crecimiento nulo en 2015 (0,0%), mientras que para el principal socio comercial del país, Brasil, se estimó una contracción de 0,9 por ciento; Venezuela, en tanto, terminará el 2015 con una caída de 3,5%.
Los países que liderarán la expansión regional durante 2015 serán Panamá, con un alza en el PBI de 6,0%, Antigua y Barbuda (5,4%) y Bolivia, Nicaragua y República Dominicana (5,0%).

La actividad económica en la provincia de Córdoba cayó 1% el año pasado, de acuerdo al Indicador de Actividad Económica de Córdoba (INAEC) que mensualmente elabora la Dirección de Estadísticas y Censos.
Según el informe, el 2014 cerró con un crecimiento del 1,1% de diciembre respecto al mismo mes de 2013 y del 0,58% en comparación con noviembre, pero “la variación acumulada del año respecto a igual periodo del año anterior arrojó una variación negativa del 0,95%”.
13 cuadrito INAEC
El desagregado por rubros muestra que, efectivamente como lo mostraron otros indicadores como los elaborados por la Federación Comercial (Fedecom) o el Centro de Almaceneros, el comercio fue el sector más afectado por la recesión.
Los números oficiales aseguran que las ventas se redujeron 15,2% interanual en diciembre, culminando el ejercicio con un desplome del 11,1%.
13 cuadrito indicador comercio
En tanto, la industria también mostró una fuerte retracción: 5,72%, que de todos modos es una merma menor a la cercana al 7% que se había registrado durante todo el año gracias a la recuperación de noviembre y diciembre.
13 cuadrito indicador industria
Del otro lado, estos números negativos se compensaron, fundamentalmente, con el crecimiento mostrado por el sector agropecuario. El indicador específico de este rubro, que se mide por trimestre, exhibió una recuperación del 19,41% en el último trimestre, logrando cerrar el balance 2014 con una mejora del 17,3%.
13 cuadrito indicador agro
Del mismo modo, el consumo de servicios públicos también estuvo por encima de 2013, aunque con un alza más modesta: 2,59%, luego de una reducción en diciembre.
13 cuadrito indicador servicios públicos

(DyN) – La actividad económica en diciembre aumentó 0,6 por ciento en forma interanual y aceleró su ritmo de crecimiento, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
Durante el cuarto trimestre, la economía revirtió la tendencia a la baja que había expresado en el período anterior y tuvo aumentos de 0,1 por ciento en octubre, 0,2 por ciento en noviembre que se agregan al dato positivo de diciembre.
Los datos corresponden al Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), valor que el INDEC informa todos los meses a modo de avance del dato final de PBI que se publica en forma trimestral.

(Télam) – La agenda del G-20 estará protagonizada este año por la necesidad de implementar las medidas acordadas en la cumbre del año pasado, impulsar la inversión y la búsqueda de un crecimiento inclusivo, según la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, quien considera que «hay que actuar ahora» para evitar que la economía global siga varada en un crecimiento débil con escasa creación de empleo.
«Hay mucho en juego. Sin actuar, podríamos ver como el superpetrolero económico global sigue encallado en las aguas poco profundas de un crecimiento débil y escasa creación de empleo», aseguró la directora del FMI, e insistió en que «ahora es el momento de actuar».
Lagarde considera imprescindible mantener los compromisos de la Cumbre del G-20 en Brisbane (Australia), que podrían aportar 2 billones de dólares (1,7 billones de euros) a la economía mundial y generar millones de nuevos empleos en los próximos cuatro años.
Destacó además la necesidad de llevar a cabo inversiones y reformas estructurales que mejoren el potencial de crecimiento de las economías. «Las políticas monetarias acomodaticias siguen siendo esenciales para apoyar la demanda en muchos países y el ajuste fiscal debería mantenerse tan favorable al crecimiento y el empleo como sea posible, pero esto no es suficiente», advirtió Lagarde en declaraciones que difundió Europa Press.
Pese al potencial impulso alcista derivado del abaratamiento del petróleo, Lagarde alerta de la presencia de riesgos para la economía, incluyendo la «asincronía monetaria» que supone el endurecimiento de la postura de la Reserva Federal de EEUU cuando otros bancos centrales aumentan la relajación de sus políticas.
Advirtió también del riesgo que representa el fortalecimiento del dólar, especialmente entre los países emergentes, después que algunos de sus bancos y empresas se hayan endeudado más en dólares en los últimos cinco años.
Por otro lado, consideró que otra de las amenazas potenciales para la economía global procede del riesgo de que Japón y la zona euro continúen viéndose atrapados en «una zona de penumbra», de bajo crecimiento e inflación durante un periodo prolongado.
«Esta condición de doble baja incrementaría el riesgo de recesión y deflación, dificultaría aún más la reducción del paro e incluso lo empeoraría en muchos países», concluyó.