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La Asociación de Fábricas de Automotores de la República Argentina inauguró una nueva sección en su página de internet: «En primera persona», la cual debuta con una entrevista al presidente de la entidad y CEO de FORD, Enrique Alemañy.
-¿Cuáles son las estimaciones para este 2016?
– Para este año las expectativas están en tener una industria similar o un poquito más baja que el año anterior de alrededor de 600.000 unidades de patentamientos. Con la normalización en el flujo de dólares, probablemente haya más oferta que demanda. Eso puede hacer un mercado muy exigente en términos de competencia. En paralelo, la situación externa entendemos que se mantendrá complicada. No hay perspectivas de que Brasil se recupere, se estima una industria de unas 2.200.000 unidades y un real que se mantendrá en los niveles actuales. Eso le pondrá mucha presión al sector productivo de la industria automotriz Argentina para mejorar la competitividad y poder seguir exportando en forma rentable.
– En el marco de un recambio político, ¿qué medidas se implementaron para el sector?
– Hay varios temas que estaban pendientes desde el 2015 y resolvieron las nuevas autoridades. Ahora tenemos un cronograma para la cancelación de las deudas por importaciones que estaban vencidas y la liberación del flujo en la compra de dólares a partir de los embarques de diciembre. También se resolvió el tema del impuesto interno y se tomaron medidas importantes para mejorar la competitividad de las exportaciones, sobre todo por la eliminación de las retenciones. Respecto a la asignatura pendiente, con la devaluación del peso a $14, mejoró la competitividad, pero hay motivos estructurales por los cuales a pesar de ese tipo de cambio no somos competitivos.
– ¿Por ejemplo?
– Se da en la estructura impositiva. Estamos exportando alrededor de un 15% de impuestos y el reembolso es del 6%, con lo cual necesitamos trabajar para mejorar esa estructura. Mientras tanto, deberíamos corregir o aumentar reembolsos para no exportar impuestos cuando nuestros principales mercados han devaluado fuertemente. En el sector tenemos que trabajar sobre los saldos inmovilizados de impuestos; el IVA sobre los bienes de capital. Eso genera un problema estructural con un mecanismo muy difícil para recuperarlo. Estamos conversando con las autoridades para ver si esto se resuelve en forma definitiva. También tenemos que trabajar con los proveedores de las materias primas como chapa, plástico, aluminio de manera tal de acordar niveles de precios que nos permitan ser competitivos, que nos permitan fomentar la localización de componentes, trabajar en la logística y el desarrollo de infraestructura.
-¿Cuáles son los destinos que considera prioritarios para sortear los obstáculos de la Brasil-dependencia?
– El Mercosur debiera, por cercanía geográfica, ser la fuente de abastecimiento de toda Latinoamérica. Eso fue en un principio, hoy nos está costando en algunos mercados que ya tienen una apertura importante como es el caso de Colombia, Perú y Chile. Es un desafío competir con productos de origen asiático y competir con México, que luego de la devaluación del peso mexicano, es mucho más competitivo que la Argentina y Brasil. Pero el camino para el desarrollo de la Argentina es integrarse al mundo, a la alianza del Pacífico y a la Unión Europea. El viento de cola desapareció y por ello tenemos que trabajar con el Gobierno para generar una agenda de largo plazo que nos permita ser competitivos y en la medida en que vemos que podemos competir, hay que hacer acuerdos de apertura inteligentes.

La producción de las tres terminales automotrices con sede en Córdoba -Fiat, Renault e Iveco- volvió a desplomarse en abril, con una caída interanual del 26,3%, por encima del acumulado de todas las fábricas radicadas en Argentina cuyo desempeño mostró una baja del 21,2%, según datos difundidos por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA).
Entre las tres marcas mencionadas ensamblaron el último mes 13.691 unidades contra casi 5.000 menos que las 18.580 de doce meses atrás. Es decir, de cada cuatro autos que hicieron hace un año, ahora hicieron tres. Y más fuerte se torna la comparación cuando se hace contra abril de 2013, cuando en la provincia se habían producido 23.296 unidades, un número que está entre los mejores de la historia para un mes en Córdoba.
El último mes, la que más sufrió la retracción fue Fiat, con una merma interanual del 30%. La firma italiana es la que más depende de Brasil, colocando allí cerca del 80% de su producción, y seguramente la retracción del mercado de ese país influye en estos números. Renault, por su parte, mostró un descenso del 22% e Iveco, uno del 10%.
A nivel nacional, las cifras de ADEFA exhiben que la industria registra 19 meses consecutivos de caída de producción. El informe sectorial indica que en abril se fabricaron 46.616 unidades, mientras que se exportaron 21.232 y se vendieron en el mercado local 46.363.
Así, el primer cuatrimestre del año culminó con una caída de la producción del 17,6%, al sumar 170.164 unidades, cuando el año pasado para este momento se habían fabricado 206.581.
En Córdoba, el acumulado enero-abril muestra un descenso de la producción del 15%, que a valores reales significan 9.000 unidades menos fabricadas, de las poco más de 60.000 de los primeros cuatro meses de 2014 a 51.000 este año.

Los números de la actividad automotriz, si bien no exhiben los desplomes del año pasado, todavía no dan muestras de que se está en un sendero de crecimiento.
Por el contrario, las terminales automotrices alcanzaron en marzo una producción de 52.300 vehículos, lo que implicó una caída del 10% respecto de igual mes del año pasado. Así, el primer trimestre culminó con una baja acumulada del 16%, con una contracción de casi 24.000 unidades.
Paralelamente, las terminales exportaron poco más de 28.500 autos, lo que representó una caída de apenas 1% respecto del mismo mes de 2014.
Sin embargo, en el acumulado del primer trimestre las exportaciones totalizaron 60.400 vehículos, casi 19% menos respecto de los 74.350 que se enviaron a diversos mercados en el mismo período de 2014.
«Con una incipiente desaceleración respecto de la tendencia a la baja que venía registrando desde el inicio del año, el cierre del primer trimestre concluye con números negativos en sus principales variables que se explican en gran medida por la contracción que viene registrando Brasil, principal socio comercial que representa un 50% de nuestra producción, más de 80% de las exportaciones y acumula al momento una caída del 17% en su mercado interno», explicó Isela Costantini, presidente de la Asociación de Fábrica de Automotores (ADEFA) quién añadió que esta tendencia podría mejorar hacia el segundo semestre.
«Este escenario enciende hoy algunas luces amarillas. No obstante, la situación parece que podría revertirse hacia el segundo semestre pero igualmente invita a ser cautos, dado que la mejora no tiene una traducción inmediata sino que será gradual», indicó Costantini.
 

Un total de 14.113 vehículos se fabricaron en Córdoba durante febrero lo que significa una caída de sólo 1,45% en relación a doce meses atrás, mucho menos fuerte que el 19,3% que se desplomó la industria automotriz a nivel nacional.
Se trata de los datos publicados por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) para Fiat, Renault e Iveco.
De todos modos, quizás el dato más importante es que, hasta el momento, las dos principales terminales cordobesas –Fiat y Renault– son las que menos sufren esta continuidad 2015 de la crisis que comenzó el año pasado.
Renault, por caso, en el primer bimestre ensambló 9.475 autos y es la única que creció del país: 2,3%. Fiat, en tanto, cayó menos que el promedio (-11,7%) y fue la que menos baja registró por debajo de Ford (-12,2%) y Peugeot-Citröen (-23,3%).
Paralelamente, Fiat por el momento es el “puntero” del campeonato 2015 de todas las automotrices. La fábrica situada en barrio Ferreyra lidera la tabla con 12.803 unidades producidas en dos meses, seguida de cerca por Ford (11.612) y Toyota (9.842). Renault, desde Santa Isable, se ubica cuarta, con 9.475.
La situación de Iveco es la peor: en febrero bajó 54,4% su ritmo productivo en relación al año pasado, mientras que en el trimestre la merma es del 51%.

Fiat, Iveco y Renault –las tres terminales automotrices que tienen plantas en la ciudad de Córdoba– fabricaron en el primer mes del año un total de 8.582 vehículos, lo que significa una caída del 16,5% en comparación con enero de 2014.
De esta manera, tuvieron un mejor desempeño que el acumulado de las 11 firmas que operan en el país, que produjeron 25.625 unidades, 29,1% menos que en el arranque del ejercicio anterior, según datos de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA).
Lo que fue igual tanto en Córdoba como en el país es que el nivel de actividad fue el más bajo en seis años para un enero.
Tomando 2008 como base, ya que se trata del año en que Fiat reinauguró su planta de barrio Ferreyra que había cerrado en 2002 luego de la crisis del 1 a 1, los 8.582 autos salidos de Córdoba en estos días sólo superan los 7.130 de 2009, momento en que se sintió fuerte el impacto de la crisis financiera internacional.
La cifra actual es de casi la mitad de hace dos años y está más de 10.000 autos por debajo del “pico” histórico para un enero que ocurrió en 2011 con 19.309 vehículos.
El detalle, año por año, es el siguiente:
2008: 8613
2009: 7130
2010: 10.543
2011: 19.309
2012: 14.461
2013: 14.823
2014: 10283
2015: 8.582
Recesión no, vacaciones sí
Desde ADEFA justificaron esta merma productiva en que «10 de 11 de las asociadas iniciaron receso de vacaciones en enero a diferencia de años anteriores en los cuales las paradas se distribuyeron entre enero y febrero» y que, por ello, no se podía tomar a enero como parámetro.
Si bien es cierto que es temprano para hacer proyecciones, las propias estadísticas de ADEFA evidencian que en diciembre ya muchas terminales habían dado vacaciones a parte de su personal.
En concreto, el hecho de que las vacaciones se den todos los años para la misma época constituye un elemento clave para dejar en claro que las comparación interanuales son adecuadas y, en este caso, muestran que este enero fue uno de los peores desde que Cristina Fernández de Kirchner asumió la presidencia.

Un total de 179.561 unidades ensamblaron en 2014 las terminales automotrices radicadas en la ciudad de Córdoba –Fiat, Iveco y Renault–, lo que configura la cifra más baja desde 2009 cuando fueron poco más de 145.000 vehículos.
Este es uno de los principales datos que arrojó el último informe estadístico del año pasado elaborado por la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) y cuyos principales números para el caso de Córdoba se resumen a continuación.
Producción:
De un año a otro, las tres fábricas locales fabricaron 50.000 autos menos, lo que en términos porcentuales significa una retracción superior al 20%. El último “piso” había sido 2012 con 187.788 unidades.
Iveco fue la que más sufrió, con una caída interanual del 50%. En total, produjo 3.146 chasis de camiones, no sólo la cifra más baja desde 2009 sino también la segunda menor de los últimos años. Sólo Peugeot-Citröen Argentina (PSA) cayó más el último año: 52%.
Renault le sigue en el escalafón pesimista. La fábrica de Santa Isabel achicó un tercio su actividad, de 117.635 autos –su récord histórico– a 80.877, el peor valor también desde 2009. Un dato importante es que la automotriz francesa llevaba tres ejercicios consecutivos sin perforar la barrera de las 100.000 unidades.
Fiat, por su parte, fue la de mejor performance. Su achique productivo fue del 9%, mucho menor al promedio general, alcanzando 95.538 Palios y Sienas, unos 10.000 menos que un año antes. El número es casi igual al de 2010 (96.059) y supera ampliamente el piso de 2012 de apenas 74.000 autos.
Ranking:
Metaforizando con el fútbol, Fiat se podría decir que clasificó a la Libertadores y Renault, a la Sudamericana. Ambas forman parte del top five de empresas más productivas del país, aunque variaron bastante su posición de un año a otro.
La marca italiana ganó la medalla de bronce, superando el quinto puesto en el que se había ubicado en 2013.  Renault, por su parte, se derrumbó bastante: terminó quinta cuando en el ejercicio anterior había sido la campeona nacional.
Mirando un poco más allá de las fronteras provinciales, la sorpresa la dio Toyota y el fracaso fue de PSA, que intercambiaron puestos, porque la firma japonesa subió del 7º al 2º lugar mientras que las marcas francesas, viceversa: de 2º a 7º. Esto se condice con el hecho de que Toyota fue la única terminal que aumentó sus niveles de fabricación (1,5%) mientras que PSA, como ya se consignó, fue la que más se desplomó.
Participación:
Pero hay un dato optimista para Córdoba en este contexto: la participación sobre el total de unidades fabricadas en el país se situó en el máximo de los últimos años.
En concreto, el 29,1% de los vehículos que se producen en Argentina son cordobeses, proporción que se elevó levemente respecto al 2013 cuando fue 28,9%, pero de manera amplia en relación al 24,5% de 2012.
Dicho de otro modo: hoy casi uno de cada tres autos que se fabrican en el país son cordobeses, mientras que hace dos años la relación era de uno de cada cuatro.
El millón que nunca fue
A nivel nacional, ADEFA informó una caída del 22% en comparación con la actividad de las terminales en 2013, que significó casi 100.000 unidades menos producidas, y las terminales reclamaron al gobierno «certidumbre» en la disponibilidad de dólares para poder importar piezas y componentes.
El sector completó el año con un total de 617.329 vehículos producidos, cuando en 2013 fueron 791.007, un nivel que también se ubica apenas por encima del de 2009, con 512.294, sin lograr superar las 716.540 de 2010.
Un dato llamativo para recordar en este contexto es que, el 24 de abril de 2013, la aún ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, declaró: “Argentina está a la vuelta de la esquina de producir un millón de autos”. Sólo 18 meses después, el objetivo se quedó corto por nada más que 400.000 unidades.

La Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa) realizó su Asamblea Anual y renovó autoridades. Así, y por el término de un año, la entidad que reúne a las 11 fábricas radicadas en el país será presidida por Isela Costantini, presidente y Directora Ejecutiva de General Motors de Argentina, Uruguay y Paraguay.
Costantini reemplaza al presidente de Ford Argentina, Enrique Alemañy, quien ocupará la vicepresidencia. La secretaría estará a cargo de Hideki Kamiyama (Honda Motor de Argentina).
El resto de la comisión directiva se completa con los presidentes de las asociadas en carácter de vocales. Natale Rigano (Iveco Argentina); Joachin Maier (Mercedes–Benz Argentina); Luis María Ureta Saenz Peña (Peugeot–Citroen Argentina); César Luis Ramírez Rojas (Scania Argentina); Daniel Herrero (Toyota Argentina); Thierry Koskas (Renault Argentina); Josef-Fidelis Senn (Volkswagen Argentina) y Cristiano Rattazzi (Fiat Auto Argentina).
Mediante un comunicado, Adefa planteó que en las «actuales circunstancias» el desafío para Costantini, es «retornar al camino del crecimiento del sector y ello impone privilegiar criterios de competitividad para estar alineados en el objetivo de sostener y mejorar la posición ganada por la Argentina y ubicarse en un lugar de privilegio dentro del mapa de los principales productores mundiales de automotores».

A la par de los malos números de ventas difundidos por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) publicó los datos de fabricación correspondientes a octubre.
Los mismos mostraron para octubre una merma del 19,5% en la producción nacional de vehículos con respecto al año pasado, totalizando 60.845 unidades.
En el caso de las tres terminales de Córdoba, la variación también fue negativa: 15,5%, bajando de 22.215 autos a 18.763, la cifra más baja para octubre desde 2010 cuando habían sido 17.217. Entre 2011 y 2013, nunca se había bajado de 20.000 unidades en ese mes.
Sin embargo, este último dato también tiene su costado positivo, ya que fue la cifra más alta en lo que va del año, superando el anterior récord 2014 que correspondía a abril con 18.580 automotores.
Esta performance se logró fundamentalmente gracias al desempeño de la planta que Fiat tiene en barrio Ferreyra, que fue la más productiva de todo el país el último mes con 10.585 autos, apenas 2% por debajo del mismo período de 2013.
Renault, en cambio, mantuvo un alto nivel de caída: 27%, que en términos reales significa casi 3.000 unidades menos ensambladas en Santa Isabel, de las 10.765 de octubre del año pasado a las 7.865 actuales.
Iveco, por su parte, con 313 camiones fabricados, mejoró notoriamente en relación a septiembre (63) pero mantiene su actividad a la mitad de 2013.

“El Gobierno tiene la meta de producir 700 mil unidades este año”, repitió el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich el último lunes, sumándose a los ministros de Economía, Axel Kicillof; y de Industria, Débora Giorgi; más el jefe del SMATA a nivel nacional (aliado al kirchnerismo), Ricardo Pignanelli; que también han puesto a ese número como el que se puede alcanzar.
Sin embargo, si existiera una escala del 1 al 10 en el que uno es la realidad pura y diez las utopías, difícilmente este objetivo pueda calificarse con menos de un 9 y sólo pensando en que en algún tipo de milagro económico pueda ocurrir de acá a fin de año.
Y no se trata de ser pesimista porque sí, sino de analizar objetivamente las cifras que mensualmente informa la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA) y evaluar que no parece razonable imaginar una meta que está 100.000 autos ó 16,7% por encima de la que la tendencia indica que se logrará.
Las razones:
1) Hasta agosto se fabricaron en todo el país 403.534 vehículos. Esto significa un promedio de poco más de 50.000 autos mensuales. Para llegar a 700.000 en 2014, los últimos cuatro meses deberían sumar unos 74.000 por mes; es decir, que la actividad debería incrementarse casi un 50% en sólo un par de meses. En un contexto dominado mayoritariamente por suspensiones, freno del mercado brasilero y ventas locales repuntando pero de manera incipiente, no suena posible semejante reactivación en las terminales.
2) Lo anterior asoma aún menos probable si se tiene en cuenta que el promedio mensual de los últimos cuatro meses debería ser superior al promedio de 2011, año récord en la historia automotriz con 828.771 unidades fabricadas, a razón de 69.000 por mes. La marca máxima para un mes corresponde a junio de ese año, con 80.795 vehículos. En otras palabras, el promedio del último cuatrimestre actual debería estar apenas 8% abajo del máximo nivel de producción de toda la historia.
3) Los 400.000 autos ensamblados de enero a agosto están 25% por debajo de la actividad de 2013 y configuran la segunda cifra más baja desde 2008, sólo por encima de los 291.149 de 2009, año signado por los efectos de la crisis financiera internacional. Por más optimista que uno pueda ser, no resulta razonable pensar que, en sólo cuatro meses, 2014 pase a ser el peor año de los últimos cinco a estar en el podio de los mejores de la historia.