La Bolsa de Cereales de Córdoba pronosticó que la cosecha de soja en la provincia marcará un récord histórico, al superar las 17 millones de toneladas, largamente por encima de la máxima anterior de 14,2 millones de toneladas de la campaña 2009/2010.
No obstante, el inicio de la siembra de cultivos invernales trae malas noticias, ya que se prevé un recorte del 14% en el trigo debido a que los números actuales hacen inviable que este producto sea rentable.
“La segunda estimación de producción de soja 2014/15 se ubica en 17.138.500 toneladas, un 27% superior respecto al ciclo anterior”, señala la entidad en su Informe N° 72 difundido en las últimas horas. Es decir, se cosecharán casi cuatro millones de toneladas más que en la temporada 2013/2014.
La estimación de rendimiento, con un avance de cosecha superior al 80% del área sojera, arroja un promedio provincial de cinco quintales por hectárea superior respecto al ciclo anterior, con valores extremos mínimos de 25 qq/ha y máximos de 55 qq/ha.
Sin embargo, la alegría no es completa, debido a que el aporte a la economía será menor a raíz del derrumbe de los precios internacionales del ‘oro verde’. “En términos monetarios, el valor bruto de la producción sería un 11% más bajo que el de la campaña pasada como consecuencia de la gran caída registrada en el precio de la oleaginosa (30% interanual)”, manifiesta la Bolsa.
Otro aspecto negativo es que esta última temporada volvió a marcar una altísima relevancia de la soja por encima de los otros cultivos, como el maíz y el sorgo, cuya producción caerá.
En el caso del maíz, la Bolsa estima que se cosecharán unas 10,1 millones de toneladas, 25% menos que en el ciclo anterior. “Las hectáreas cosechables serían 1.237.500, un 32% menos que la campaña pasada, con un rendimiento promedio provincial estimado de 84 qq/ha. El incremento provisorio del rendimiento en un 9% respecto al ciclo anterior compensa en parte la merma del área maicera 2014/15 de la provincia”, analiza la entidad.
En cuanto al sorgo, cuya participación en el mapa agropecuario provincial es muy baja, la segunda estimación de la Bolsa ubica la producción actual en 664.300 toneladas, que significan un desplome del 37% en referencia con la campaña 2013/2014. “Los valores de rendimientos ponderados relevados hasta la fecha reportan un aumento del 22% respecto a la campaña 2013/14, pasando de 49 qq/ha a 60 qq/ha. No obstante, el aumento en el rendimiento esperado no logra compensar la caída en la superficie sembrada”, completa el informe.
Por último, como se mencionó anteriormente, otra mala noticia es una nueva caída en la intención de siembra de trigo.
Un sondeo de la Bolsa a sus más de 200 colaboradores indica que la superficie de trigo sufriría un recorte del 14 % respecto al ciclo anterior (1,3 millones de hectáreas), es decir que se sembrarían cerca de 1,1 millones. Estas proyecciones están en línea con informes que indican una caída de la superficie triguera del 7% en todo el país y del 25% en la zona núcleo.
La explicación de la Bolsa es la siguiente: “Próximos al comienzo de la nueva campaña de cultivos invernales continúa la incertidumbre por parte de los productores. Aunque las condiciones agronómicas son favorables para la siembra del trigo, las condiciones económicas no la incentivan. La caída en los precios a nivel mundial sumado a las políticas comerciales a nivel nacional, dan como resultado un bajo precio en el mercado interno a lo que se suma la incertidumbre de un año electoral donde se sembrará con un gobierno y cosechará con otro”.
La conclusión, entonces, es que “el objetivo de aquellos productores que decidan sembrar trigo apuntaría a una estrategia agronómica como ser control de malezas, reducción de la cantidad de agua almacenada en suelo, cultivo de cobertura y rotaciones ya que, bajo las condiciones actuales, el sólo cultivo de trigo no es económicamente viable en campo propio ni en campo arrendado en la provincia de Córdoba”. Específicamente, para no perder, el productor necesitaría un rendimiento igual o superior a los 26 quintales por hectárea, un rinde elevado para muchos departamentos de la provincia, teniendo en cuenta que el promedio provincial de las últimas ocho campañas fue de 24 quintales por hectárea.
Hacía tiempo que no se escuchaba la palabra de Roberto Urquía, hombre fuerte de la empresa que comanda su hermano Adrián, Aceitera General Deheza (AGD); y ex senador provincial.
En un mano a mano con el medio especializado Infocampo, Urquía retomó las declaraciones públicas, en el marco de una entrevista en que –fiel a su costumbre- no dejó frases picantes ni polémicas para remarcar, pero dio algunas pautas sobre lo que piensa de la coyuntura actual de la economía y los negocios.
Sus principales frases al respecto fueron las siguientes:
– “Vamos a estar, salvo problemas climáticos específicos, orillando las 60 millones de toneladas, récord par anuestro país. Los precios no acompañan, pero estas cosas son circunstanciales y cuando hay precios bajos accede una franja internacional de la demanda que, en un futuro inmediato, es muy sano para los agronegocios. Indudablemente la demanda va a crecer y eso es muy sano para toda la cadena agroindustrial argentina”.
– “Las multinacionales tienen la oportunidad de colocar las mercaderías en un abanico de países muy importantes, entonces esto de que circunstancialmente en 2014 AGD haya liderado las exportaciones de proteínas, no nos hace pensar que estamos a la altura de las multinacionales. No debemos confundirnos con una cifra puntual de un año, sino ver las de los últimos 10 años y ahí se nota que las multis seguirán siendo las líderes”.
– “El 2015 es un buen año de movimiento de mercancías físicas que no necesariamente es un año de excelente rentabilidad”.
– “Ahora que la soja cayó casi un 30% nuestra facturación va a disminuir, pero seguramente cerramos a febrero de 2015 que es nuestro cierre de balance en alrededor de los US$ 3.300 millones en ventas”.
– “Nosotros pensamos seguir creciendo; Argentina es muy competitiva, queremos seguir apostando al país. Por el momento no hemos tenido ninguna oferta ni analizamos abrir o vender el capital, estamos muy cómodos como estamos”.
– “La ley de estatización de los ferrocarriles nos parece muy positiva porque el Estado se va a hacer cargo de mantener la infraestructura como lo hacen la mayoría de los países del mundo. Esto permitirá que con el Estado compitan capitales privados lo cual es excelente para nosotros que estamos lejos de los puertos y el flete es un punto fundamental de nuestro negocio”.
– “Argentina tiene que dejar de exportar commodities en estado natural para transformarlas aquí, para dar mano de obra, principalmente en el interior profundo. Argentina tiene que fomentar arancelariamente el agregado de valor internamente”.
– “El hombre de campo tendrá números muy ajustados, para el que alquila le será muy difícil tener un número positivo. Esto debería producir para el año que viene un reacomodamiento de los sistemas de alquiler de campos”.
– “No tenemos un plan de inversión específico sino que siempre estamos buscando crecer en agregado de valor, es nuestra prioridad para poder crecer sanamente, porque es lo que la Argentina necesita”.
(Télam) – La cosecha argentina de soja alcanzaría un récord de 59 millones de toneladas durante el actual ciclo 2014/15, un millón más que lo previsto el mes pasado, gracias a los elevados rendimientos del cultivo, estimó el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
«Se están obteniendo rendimientos muy altos en varias zonas», señaló el relevamiento mensual de la cartera, aunque admitió que existen regiones cuya productividad es inferior a la esperada.
En lo que va de la campaña, las labores de recolección “se desarrollan sin inconvenientes destacables, excepto problemas para movilizar la mercadería, y algunos casos de plantas aún verdes con grano seco», agregó el reporte oficial.
La Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, y el tercero de la oleaginosa, y las expectativas de una enorme cosecha presionaron los precios del grano recientemente en el mercado de futuros de Chicago.
Con respecto al maíz, Agricultura dejó sin cambios su pronóstico de producción de 30 millones de toneladas luego de afirmar que “se están obteniendo rendimientos muy satisfactorios, que en muchos casos superan los 100 quintales (10 toneladas) por hectárea» y que la trilla del grano avanza con fluidez.
Hasta la fecha los chacareros trillaron el 25,7% de los 3,1 millones de hectáreas dedicados al cereal de uso comercial.
Concluida la cosecha de trigo en enero pasado, el cuarto cultivo en importancia para el país, el girasol, también tendrá resultados más favorables que lo esperado, de acuerdo con el informe oficial.
Se espera ahora una producción de 3,2 millones de toneladas, es decir, 200 mil más que lo que se había pronosticado en marzo.
La estimación precisa que la superficie implantada con el grano fue 15,4% superior al área destinada en la anterior campaña, mientras la cosecha actual será 60% superior a la previa, debido a los rendimientos “satisfactorios”.
Hasta mediados de este mes, el avance de la cosecha girasolera es del 97% y sólo resta recolectar los lotes tardíos, principalmente en Buenos Aires y La Pampa, y en menor escala en Córdoba y San Luis.
(Télam) – El gobierno nacional declaró el estado de emergencia y/o desastre agropecuario en sectores de las provincias de Córdoba y de Corrientes afectados por distintos fenómenos climáticos.
Así lo hizo a través de las resoluciones 185/2015 y 177/2015 del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, publicadas en el Boletín Oficial.
En Córdoba, la medida abarca desde el 23 de enero de 2015 al 30 de junio de 2015 a las explotaciones agrícolas y desde el 23 de enero de 2015 al 31 de diciembre de 2015 a las explotaciones ganaderas y tamberas afectadas por tormentas de lluvia extraordinaria.
Comprende a distintas cuencas hídricas como Sistema de Obispo Trejo y cuencas menores del faldeo oriental de las Sierras Chicas, Sistema de Morteros, Río Primero y 52, Río Salsipuedes, Río Segundo, Sistema de Jeanmaire, Río Carcarañá, Arroyo Santa Catalina y Sistema de Canals.
En Corrientes se declaró el estado de emergencia y/o desastre agropecuario desde el 18 de octubre de 2014 al 17 de abril de 2015 a las explotaciones hortícolas afectadas por vientos huracanados y granizo en el área de los departamentos de Bella Vista, Lavalle, Goya (zona norte), municipio de Tatacuá del departamento Concepción y el municipio de 9 de Julio del departamento San Roque.
Para ambos casos se dispone que los productores afectados deberán presentar certificado extendido por la autoridad competente de la provincia, en el que conste que sus predios o explotaciones se encuentran dañados.
En una reciente encuesta realizada por los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), el 83 por ciento de los consultados expresó que la situación económica del país está peor que hace un año, aunque el 54 por ciento de la muestra espera que las condiciones mejoren en 2016.
A su vez, el 63 por ciento de los encuestados indicó que la situación económico-financiera de su empresa en particular empeoró respecto de 2014, pero el 49 por ciento prevé que el año próximo su situación mejorará, en línea con las expectativas para el contexto económico general.
Asimismo, el 80 por ciento de los entrevistados registró algún deterioro en el resultado económico en el último año. A partir de esa circunstancia, las principales medidas adoptadas fueron la postergación del crecimiento, el aumento de la deuda, la reducción de retiros y la liquidación de capital. En ese contexto, el 61 por ciento opina que hoy es mal momento para realizar inversiones.
Al momento de realizar la encuesta –marzo de 2015–, los productores CREA conservaban en stock el 8% de la soja del ciclo 2013/14.
Rindes altos, resultados bajos
El rendimiento estimado de los cultivos de maíz, soja y girasol de la campaña 2014/15 al momento de realizarse la encuesta, superaba a lo esperado cuando se confeccionó el plan de siembra en la mayor parte de las zonas que cubren los grupos CREA.
Sin embargo, también se reportó anegamiento de campos en los últimos tres meses en el 28,4 por ciento de los casos, principalmente en Santa Fe y Córdoba, que provocaron pérdidas de rendimiento en maíz y en soja que superan el 30% en la mayoría de los casos. También hubo disminución de rindes por sequía en el 28,2 por ciento de los casos, principalmente en el sur de Buenos Aires y en La Pampa, que provocaron pérdidas de rindes promedio en maíz de 18% y en soja de 22,5%. Asimismo, en el 58% de los casos, la superficie de maíz afectada por sequía superó el 40%.
De la producción esperada de granos gruesos 2014/15, los miembros CREA deberán vender el 45 por ciento de la soja, el 55 por ciento del girasol y 31 por ciento del maíz inmediatamente luego de la cosecha para saldar importes adeudados.
De cara al ciclo 2015/16, más de la mitad de los encuestados estima que necesitará 8 por ciento más de capital operativo valuado en dólares para desarrollar la agricultura respecto del ciclo previo.
Con respecto a la siembra de trigo 2015/16, la encuesta revela una intención de disminuir la superficie en 9,3 por ciento respecto del ciclo 2014/15.
La encuesta se realizó del 9 al 27 de marzo de 2015 y fue contestada por 757 productores CREA y 190 asesores.
La liquidación de divisas por parte del sector agropecuario alcanzó en la última semana un acumulado anual de 3.913,88 millones de dólares, la cifra más baja para este lapso de tiempo desde del año desde 2007, cuando se habían registrado U$S 3.268,35 millones.
Esto, pese a que la cosecha de soja que se está comercializando es la del año pasado, cuando se alcanzó el récord de 55,6 millones de toneladas, una cifra 17% superior a la del ciclo 2005/2006; y que los valores internacionales actuales de la oleaginosa oscilan los US$ 350 la tonelada, 25% más que los US$ 280 que costaba en 2007 cuando, de todos modos, todavía no se habían implementado las retenciones.
El último reporte de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) precisó que en la última semana se contabilizaron U$S 507,19 millones, 38,5% menos que lo registrado en la misma semana de 2014, y así acumularon en lo que va del año un ingreso de divisas de U$S 3.913,88 millones, 33,5% inferior al año pasado, aún cuando la última cosecha resultó 15% superior.
Estos números constituyen un claro indicador de la reticencia de los productores a vender su cosecha a la espera de un posible repunte de los precios.
Aunque desde sectores oficiales insisten en acusar a los productores de “especular”, es la misma actitud que toma una persona que ahorra en dólares y los guarda a la espera de que suba el tipo de cambio; o el que invierte en acciones bursátiles aguardando que suban: ni más ni menos que proteger su dinero del verdadero mal, que es la inflación.
Debe recordarse en este contexto que, si bien es cierto que la cotización actual es 25% más alta que en 2007, la inflación real acumulada en los últimos ocho años supera el 350% y el tipo de cambio “sólo” se actualizó un 175%, de $ 3,10 a $ 8,60.
No obstante, también es cierto que el haber guardado la producción en silo bolsas no ha sido un buen negocio en los últimos meses, ya que en diciembre la soja cotizaba a US$ 30 por tonelada más que en la actualidad.
La conflictiva relación entre el Gobierno provincial y su par nacional volvió a resentirse en las últimas horas luego de que la administración delasotista reclamara por la falta de envío de los fondos comprometidos mediante un préstamo para obras de reconstrucción de infraestructura afectada por las inundaciones de principios de marzo.
En ese marco, en medio de esta disputa se coló otro cuestionamiento de la Provincia hacia la Casa Rosada, en este caso por las políticas que perjudican al sector agropecuario.
“El Gobierno nacional no ha entendido la complejidad del sistema productivo argentino y la complejidad de un sistema federal de gobierno”, criticó el ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentos, Julián López, en el marco de la jornada sobre mercados granarios y trigo organizada por la Bolsa de Cereales de Córdoba, Agroverdad y La Voz del Campo.
Entre otras cuestiones, López enumeró a la presión impositiva alta, el atraso del tipo de cambio y la falta de reglas de juego claras como los principales factores que atentan contra la actividad del campo.
“El Gobierno nacional prefiere fomentar otras cosas y no las reglas de juego y la previsibilidad”, remarcó ante unos 1.000 productores en uno de los salones de eventos del Dinosaurio Mall.
Y finalizó con una ironía, asegurando que, por estas medidas, “el productor ha tenido que reemplazar a los técnicos agropecuarios por técnicos en economía y ya es un experto en llenar trámites burocráticos”.
El presidente de la Bolsa de Cereales de Córdoba, Juan Martín Buteler, realizó un enérgico reclamo en contra de las políticas nacionales que, desde su punto de vista, perjudican al sector agropecuario.
“Se pierden mercados por el capricho inexplicable de unos sordos que justifican esta situación en una supuesta defensa de la mesa de los argentinos”, disparó Buteler en el marco de las jornadas sobre mercados granarios organizada por esa entidad, Agroverdad y La Voz del Campo.
Buteler aseguró que, por las políticas que impiden las exportaciones, “hoy estamos muy cerca de perder el mercado brasilero” de trigo, hecho que se suma al reciente anuncio de Bolivia sobre que va a buscar un proveedor más “confiable” de dicho cultivo.
Si bien admitió que para la próxima campaña fina hay “buenas perspectivas”, remarcó: “No podemos obviar lo que pasa con la cosecha pasada, cuántas toneladas no se pueden entregar por falta de cupos, o venderlas por falta de demanda o precios”.
“Es inexplicable. Estamos viendo cómo los cultivos almacenados pierden calidad día a día porque no nos permiten exportarlos cuando permitirían el ingreso de divisas al país”, manifestó Buteler.
El titular de la Bolsa cerealera recordó un informe elaborado por la entidad que indica que la agroindustria representa en Córdoba un tercio del Producto Bruto Geográfico (PBG), genera el 29% del empleo provincial (115.500 puestos) y significa el 90% de las exportaciones netas provinciales.
Subrayando, desde estos guarismos, la importancia que tiene el sector en el movimiento económico, pidió a los productores más participación en las entidades gremiales empresarias. “No podemos ser un sector de tranqueras adentro. En este momento, el productor corre riesgo de fundirse produciendo”, cerró.
Durante la última semana, el Gobierno nacional oficializó el Programa de Estímulo al Pequeño Productor de Granos (PEPPG), la herramienta de beneficios para los productores de hasta 700 toneladas acordado por el Estado con la Federación Agraria y que, en la práctica, generó la ruptura de esta última entidad con el resto de las que integran la Mesa de Enlace.
En ese marco, dos informes privados analizan el impacto real de este esquema de compensaciones y remarcan que esos supuestos beneficios serán escasos y no eliminan el principal factor que atenta contra el sector agropecuario que es la altísima presión impositiva.
El primero de los estudios fue elaborado por el economista Juan Manuel Garzón, del IERAL de la Fundación Mediterránea, quien asegura que “sólo explotaciones muy pequeñas, por caso de 25 hectáreas, tendrán una compensación importante en términos relativos. Pero incluso estas pequeñas explotaciones seguirán cediendo, luego del PEPPG, una porción significativa de sus ingresos brutos (15%) por el esquema vigente”.
En esa línea, cuestiona por elevación a la Federación Agraria al sostener que “para cierta dirigencia del agro el PEPPG resulta un avance”, pero que eso constituye “una lectura muy parcial”, porque en realidad “el PEPPG valida la permanencia de una elevada carga sobre el sector como un todo y avala la continuidad de una política que genera una fuerte transferencia de recursos desde el campo hacia otros actores de la economía”.
Y añade: “Más aún, el PEPPG resulta insuficiente incluso para modificar la ecuación de los pequeños productores, quienes este año, de márgenes muy ajustados, terminarán cediendo al Estado y otros actores de la economía más recursos de los que recibirán en compensación”.
Para llegar a tal conclusión, Garzón realizó el ejemplo de un productor sojero que resigna (transfiere), a valores actuales, $1.317 por cada tonelada que vende por efecto de los derechos de exportación (respecto de la situación sin impuesto); si la venta es de trigo los ingresos que se resignan ascienden a $845 por tonelada y si es de Maíz a $446 por tonelada. En el caso de los cereales, además de los derechos, los costos del esquema surgen por los cupos de exportación.
Teniendo en cuenta que “bajo el PEPPG se transferirán montos fijos por tonelada en concepto de compensación a productores de hasta 700 toneladas producidas en el ciclo 2013/2014 (acumulando todo tipo de granos)” y que “estos montos van desde los $450 a $45, son descendentes a medida que crece la escala del productor”, Garzón concluye por ejemplo que “un productor sojero que reciba el mayor monto de compensación que establece el PEPPG, estará recuperando el 34% de lo que le cuesta el esquema de intervención, el 53% si se trata de trigo y el 101% si se trata de maíz” y que “un productor que reciba el menor monto de compensación recuperará el 3,4%, el 5,3% y el 10,1% respectivamente de la carga”.
El economista señala como ejemplo a “una explotación agrícola de 50 hectáreas, que asigna la tierra en partes iguales a soja y a maíz y logra rindes medios, el esquema de intervención vigente le seguirá costando el 20% de sus ingresos brutos, luego de haber recibido las compensaciones del PEPPG, respecto de una situación sin intervención de mercado. Para una explotación de 100 hectáreas o más, el PEPPG pasará prácticamente desapercibido, dado que las compensaciones a recibir serán de montos muy bajos”.
Roulet, también
A un diagnóstico similar llegó el ex vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Néstor Roulet. En un informe publicado en su sitio web, Roulet estima que, como máximo, el productor más pequeño considerado (100 toneladas) se beneficia con la devolución del 49% de lo que aportó por retenciones a las exportaciones, mientras que el de 700 toneladas percibe sólo el 3,6%.
Pero más relevante aún es el cálculo global que realiza sobre el monto total que aportan anualmente los productores en relación a lo que les planea devolver el Estado. Según Roulet, los chacareros de hasta 700 toneladas suman, por año más de $ 11.000 millones de aportes al fisco por retenciones, mientras que la Rosada afirma que los beneficios sumarán $ 2.500 millones. Es decir, sólo devolverá el 23% de lo que generan los productores más pequeños. En otras palabras, de cada 4 pesos que se lleve la AFIP, sólo volverá 1 al bolsillo de los ruralistas.
El gobernador José Manuel de la Sota firmó el decreto 147/015 por el cual declara la Emergencia Agropecuaria Provincial, una medida que busca beneficiar a los establecimientos agropecuarios que hayan sufrido las intensas precipitaciones o desbordes de cursos de agua en sus campos.
“De acuerdo a los últimos informes que ingresaron a la cartera agropecuaria provincial, y en función también de imágenes satelitales, se estima que las zonas perjudicadas abarcan una superficie aproximada a las 250 mil hectáreas”, señaló el ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentos mediante un comunicado.
La cifra difiere bastante de las estimaciones difundidas en su momento por la Bolsa de Cereales que situaban la superficie anegada en torno al medio millón de hectáreas, tanto de cultivos estivales como de tambos y campos destinados a ganadería.
De todos modos, desde la cartera que conduce Julián López anticiparon que desde el ministerio se llevará adelante un preciso trabajo de constatación de las declaraciones juradas que presenten los productores para determinar concretamente la superficie afectada por las inundaciones.
De hecho, en esta oportunidad la Provincia decidió introducir una innovación ya que la región involucrada en la Emergencia no está vinculada a criterios geográficos de división política sino que se utilizará un sistema novedoso que toma las zonas según las cuencas hidrogeográficas, lo que permitirá incluir a todos los establecimientos perjudicados, sin importar su ubicación.
Cabe recordar que, históricamente, las Emergencias se establecían por departamentos y pedanías. Ahora, las cuencas que se incluyeron dentro del pedido de declaración de emergencia agropecuaria son: el sistema de Obispo Trejo y cuencas menores del faldeo oriental de las sierras chicas, el sistema de Morteros, Río Primero y 52 – Río Salsipuedes, Río Segundo (Xanaes), sistema de Jeanmarie, Río Carcaraña, Arroyo Santa Catalina y el sistema de Canals.
Plazos y beneficios
En este contexto, Agricultura señaló que para la producción agrícola el período que incluirá la medida abarca hasta el 30 de junio del 2015, y para ganaderos y tamberos la medida se extiende hasta el 31 de diciembre; plazos que podrían extenderse si persistieran los anegamientos.
Los productores perjudicados por el temporal deben presentar declaración jurada georeferenciada de daños, y si los mismos superan el 50 por ciento de la producción, estará incluido dentro del estado de emergencia y si alcanza el 70 por ciento, se considerará “desastre agropecuario”.
Los formularios se receptan en todas las agencias zonales hasta el día 25 de marzo del 2015, para el primer corte. El archivo para las declaraciones juradas está disponible en la web de la cartera agropecuaria: magya.cba.gov.ar
Una vez que el ministerio constante la veracidad de las declaraciones, el principal beneficio al que accederán los afectados será la prórroga del pago del impuesto inmobiliario rural (en caso de tener un 50 por ciento de afectación), o directamente la exención si se supera el 70 por ciento.
Además, se están utilizando los datos recabados por la Comisión de Emergencia para optimizar otro tipo de ayuda más directa a los productores afectados, como por ejemplo la distribución de alimento balanceado a ganaderos con déficit de pasturas o forrajes, líneas de asistencia financiera específicas, etc.
Paralelamente, está previsto que funcionarios y técnicos de Agricultura se reúnan en el Ministerio del área a nivel nacional, a donde cada provincia presentará sus decretos de emergencia agropecuaria, a los fines de que el Estado nacional los homologue, lo que permitiría que los productores afectados, además de recibir los beneficios provinciales en materia impositiva, también puedan acceder a los mismos beneficios en el orden nacional.